jueves, 18 de junio de 2015

Si me copias, te copio.

Es fácil dejarse llevar por lo que se espera de nosotros, la verdad es que es lo más sencillo.
Aspiras al crecimiento de otro y tú simplemente te solapas, sin expectativas propias.
Como una moda pasajera donde su vida útil ronda entre los dos y cinco años. Y así sucesivamente hasta que llegas a un punto que dices.
 
¿Y yo?, ¿Existo?
 
Permitimos que otros escojan, como hablar, como pensar y hasta como peinarnos.
No somos entes individuales, no tenemos identidad propia.
Plagios de plagios.
 
La edad critica, la de la no personalidad, la de la autobúsqueda quedaría entre la adolescencia a la primera etapa adulta. Comprendo que ahí no sabes quien eres y cometes locuras, yo la primera. Mis cambios radicales de color de pelo (eran lo más), mi forma de vestir cutre salchichona (lo máximo), mi forma de expresarme (mi razón, era la razón universal), vamos como todas mis amigas y todo humano que haya sido adolescente.
Mis pobres padres, viviendo ese proceso con las manos en la cabeza, (castigos incluidos).
Pero me buscaba no sabía quien era. Nos buscamos.
 
Pero esa etapa difícil pasa (¡gracias a DIOS!), y cuando sucede ya es una obligación reafirmarse como alguien y no como algo de alguien.
Saber que aspiras de ti, que buscas, o al menos intentar llegar a ello, mil veces. Aunque el paso sea extraño y no tan fácil como suponías que debía ser. Pero no por ser complicado debes dejarte llevar. Tú barco es tuyo y tú camino único.
 
Como digo es fácil agradar, pero es todo superfluo, no real. Corderos a la espera de un guión escrito que solo debamos releer. Lo complejo es ser visibles, rodearnos de gente que se muestre tal cual. Que le gustes por quien eres.
Buscar tus propias aspiraciones, encontrarte en éste camino sin guión pero con mucho destino. 
 
Que miedo tenemos, ¿no agradar?
Pues bien, bajo mi visión y siendo clara, si tememos mostrarnos y con ello alejar a quienes nos rodean, es que no nos valoramos y hacemos que no nos valoren como merecemos.
No es tu sitio y lo único que puede pasar es que te sacrifiques por dolor. 
 
Al querer siempre permitimos y con ello hacemos cosas que no nos terminan de agradar. Bien sabemos que es cierto. Pero una cosa es tolerar, querer, dedicar y otra es perder valor, esencia.  
 
Yo aspiro a la realidad, real.
Ha mirarme desde dentro para afuera. 
 
Dicho! Que no espere que lo esperen.
 
 

 


8 comentarios:

  1. Muy buen texto , me ha recordado los tiempos de juventud ... en que al final todas ibamos tan parecidas vestidas que más que ir de marcha pareciera que saliamos del colegio :P
    Con el tiempo, por suerte, algo maduramos , comenzamos a conocernos, a aceptarnos y sobre todo a querernos
    Esa es nuestra baza .. gustaremos si estamos a gusto con nosotros mismos ... la seguridad y la naturalidad son nuestros mejores alidados
    Un abrazo y feliz jueves ¡¡

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    1. Pd, últimamente Blogger y yo no nos llevamos muy bien, ya no sé ni apretar responder... jeje! Tú contesta está abajo, :D

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  2. Como siempre muchas gracias por tus comentarios Piel,

    Ay si.. esa edad crítica donde la imagen es.. (mejor no lo recordemos) jaja!
    Pero debemos salir de esa etapa de aprendizaje y experimentación y reencontrarnos, y si dejamos de agradar no debe interferir en nosotros, encontraremos otros lugares donde nos comprenderán y nos darán el valor que merecemos.

    Por eso comento la adolescencia, fotocopias de fotocopias sin personalidad, solo un proceso de lo que será el mañana. Y el mañana está llenito de posibilidades. Lo más importante es darse a uno mismo el valor que merece.
    Es solo un proceso de madurez y estima hacía uno mismo.

    Besos, ¿está todo mejor?

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    1. Sí vamos mejorando progresivamente como en el cole
      :-)

      Gracias por el interés ¡¡

      Feliz noche

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  3. Es una buena reflexión, Irene, y me alegro de que tú hayas tomado tu decisión y te encuentres con la motivación y fuerza suficientes como para llevarla a cabo. Desde luego es la forma más sana y auténtica de vivir la propia vida... Mirarse desde dentro hacia fuera, como tú dices :)

    Yo, por mi parte, creo que también tengo edad suficiente como para saber qué quiero y qué no, qué "moda" me gusta y la sigo porque me convence y qué otra dejo pasar porque no me gusta (y no hablo de ropa solamente, sino de toda clase de tendencias). Aunque cumplir años puede ser un fastidio, al menos para este tema es fantástico!! jajajaja.

    Un beso grande, y gracias por hacernos pensar un poco en ciertas cosas de tu mano :)

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    1. Muchas gracias Julia,

      Siii como dije creía que Blogger y Google + era lo mismo, la ignorancia que es muy mala. Pero como siempre espero dar lo que recibo, lo mínimo que podía hacer eran cambios.. ;D Así que tal cual soy, estoy.

      La imagen que proyectamos debe ser positiva hacía nosotros mismos, es el valor que nos daremos con el que nos tratarán.
      Al final solo somos caras, unos rubios, morenos, pelirrojos, pero lo importante no es que ves, sino lo que soy.
      Encontrarnos a nosotros, en un mundo estructurado por condicionantes.

      Por eso la búsqueda interminable… (¡qué hartura!) jejeje

      Muchos besitos y feliz finde!

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  4. Muy bueno, Irene. Me he reído acordándome de los cambios de pelo jajaja. Ay ay ay... qué locuras hice yo también!
    Como bien has dicho, menos mal que todo eso pasa. Es lo mejor, ser quien somos y no quien quieren que seamos.
    Un besote! Feliz viernes!

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    1. Ay siii Flora, ¡que horror! Tengo fotos que nunca verán la luz del sol (¡palabrita!) jajajaja!

      Encontrarnos en este camino de autodescubrimiento y vernos tal cual y decirnos soy así, y me gusta lo que veo, ¿Por qué cambiarme para agradar? Eso sería demasiado fácil.

      Muchos besitos y feliz finde!

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