Solitarias e inquebrantables almas escudriñan entre las luces.
Penitencia pasada convertida en pago por el miedo brotado.
Resurgieron cual ave necesitada de libertad.
Cielos nebulosos anidados de plumas salvajes.
Luz, luz, ¿Dónde la atesora?
Ciego e inculto de amor.
Mentiras difuminadas que se volvieron presente.
Creyeron en ella, la hicieron verdadera.
Ahora no hay nada, solo un eco enrarecido.
Revierte la andadura marginada.
Regresa a un pasaje olvidado y se encuentra.
Se ve, al fin, se ve.
Se te extrañaba querida amiga Irene. Pero valió la pena extrañarte, ¡reapareciste con un poema fantástico! Es muy hermoso este canto al reconocimiento, a la posibilidad de encontrarse o de encontrar. Un genia, amiga. ¡Feliz de volver a leerte!
ResponderEliminar¡Un beso grande!
Con tus bonitas palabras una solo quiere quedarse,:) Gracias José Ángel te las agradezco!!! Tengo que volver a colocar los tiempos, que andan descoordinados y no me permiten mucho tiempo en la red, :)
EliminarBesos!!!
A mi me ilusiona leer poesía tan buena, iré poco a poco leyendo. Un saludo
ResponderEliminarY a mí leer un comentario tan bonito, gracias Maria del Carmen, :)
EliminarBesos.
Un poema precioso, Irene, felicidades, me ha encantado.
ResponderEliminarBesos
Muchísimas gracias Chari, :D
EliminarBesitos!!!
Evocadora prosa poética que crea una surrealista imagen de decadencia con un símbolo de esperanza en su desenlace, la toma de conciencia sobre uno mismo.
ResponderEliminarBravo, Irene.
¡Abrazo, Compi de Letras!
Conciencia, realidad y esperanza. ¿Qué más podemos pedir? Vernos tal cual con la luz y la sombra que nos envuelve.
EliminarMuchas gracias Edgar, tus comentarios me encantan.
Un fuerte abrazo compi!!! ;)
Cuando brota el miedo siempre aparece una culpa, Inmerecida sin duda. Y el presente parece eterno, pero un buen día aparece la luz. Al fin se ve la esperanza.
ResponderEliminar¡Precioso Irene!
Besos con cariño.
Muchísimas gracias Mila, :)
EliminarNos alimentamos de miedos y culpas hasta que llega el día que la luz es más fuerte y al fin dejamos atrás ese cerco que hicimos eterno.
Muchos besitos con más cariño, :)
Un poema que sin describir nada en concreto nos deja entrever sentimientos de miedo y sentimientos enrarecidos por el paso del tiempo que conlleva a la decadencia final.
ResponderEliminarUn abrazo Irene y enhorabuena por tu hilado versado.
Muchas gracias Francisco, :)
EliminarMe alegra que hayas visto esos sentimientos y te haya gustado.
Besos!!!
Difícil andadura hacia atrás, eliminando miedos y mentiras, para poder encontrarse a uno mismo. Maravilloso poema, Irene!
ResponderEliminarBeso grande!!
Un camino libre de miedos, de sombras, libre de culpa. Viéndose.
EliminarMuchas gracias Flora, :)
Besitos!!!
Es un placer volver a leerte, Irene. Veo que las musas siguen acompañándote en el Año Nuevo, de lo cual me alegro mucho. En esta ocasión nos regalas un enigmático poema lleno de bellas imágenes. ¡Precioso! :))
ResponderEliminarUn beso y feliz tarde de domingo.
El placer es mío Julia, :)
EliminarQue me cuidáis demasiado bien, me alegro mucho de tu vuelta espero que hayas descansado y disfrutado de estas mini vacaciones!!!
Muchas gracias por tus palabras, :D
Besitos!!!
Se percibe estupendamente esa decadencia a través de las imágenes donde las palabras rezuman dolor, mentiras y miedo.
ResponderEliminarBello poema.
Un abrazo y buen inicio de semana!
Muchísimas gracias amiga!!! :)
EliminarMe alegra que lo hayas percibido, espero que también haya una parte de luz y esperanza entre las imágenes.
Besos y feliz semana!!! :)
Irenita, qué se te da de maravilla teñir las palabras de poesía, oye. ;)
ResponderEliminarUn besazo. =)
Muchas gracias Soledad, ;)
EliminarBesitos!!!
Hola Irene pásate por mi blog te he nominado para el PREMIO BEST BLOG. Un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias Maria del Carmen, un poquito tarde lo siento ahora me paso, :)
EliminarUn abrazo!