Aquí estamos de nuevo, como en un círculo incómodo, vicioso en el que se toman decisiones en las que sus raíces parece que nunca terminan de principiar, he tomado la decisión de iniciar algo, el qué, quién sabe, conociéndome quizás mañana vuelva a instaurar la ley del silencio turbulento, es casi como virus persistente y controlador.
En la última entrada, allá en el siglo pasado, mencioné que me rondaba crear uno paralelo, es más, con la motivación distorsionada empecé con él, vamos que existe, sin entradas desde entonces, pero ahí está, y ahora quiero, la verdad, necesito; dar el paso, o saltar sobre este despojo.
La Quimera es y será puerto seguro, pero los seres humanos somos duales. Como la luna tenemos una cara no visible, quizás molesta, impenetrable, hosca, pero forma parte de nosotros, y es esencial en nuestra realidad.
El blog se llama: Gaveta de yerros, la razón es sencilla, las palabras me fascinan, tienen poder con sus distintos significados, haciendo que de alguna manera nos sintamos en sintonía, identificados; así que aquí llega:
Gaveta: Cajón corredizo que hay en los escritorios y sirve para guardar lo que se quiere tener a mano, (soy excelente escondiéndome, qué pena que la CIA no me haya contratado).
Yerro: Falta o delito cometido, por ignorancia o malicia, contra los preceptos y reglas de un arte, y absolutamente, contra las leyes divinas y humanas.
Estas letras estarán concebidas como diario. Para expulsar todo aquello que ronda y se palpa de tal manera que no permite muchas veces avanzar, y bueno, errar lo hago tan a menudo, que debería ser mi tercer nombre, es que tengo dos (en casa somos muy de nombres compuestos). Aquí plasmaré, ideas, sensaciones, con total libertad de expresión. Eso quiere decir que puede crear incomprensión, incomodidad o simplemente nada. Pero las emociones en su magnitud no deberían coartarse. Voy a ser muy honesta, lo he comentado al inicio; egoístamente necesito una bifurcación. Encauzar las piezas de un puzzle que de tanto en tanto se desarman y difieren en el tiempo, sumándole un peso que desestabiliza e imposibilita seguir. La verdad, esto va de mí y para mí. Lo que digo, aislamiento puro. Egolatría al máximo, elevación al cuadrado que resta demonios. Exorcismo, de toda la vida. Pero espero y deseo con la suficiente belleza para no sentir pena por ello, y quizás también algo de perdón.
Besos, y
abrazos.
Nota: No quería poner el enlace, por esas cosillas de crear obligación, pero aquí está: Gaveta de yerros
Mil gracias.
Hola, Irene, qué bueno saber que estás bien, al menos con vida latente, ja, ja.
ResponderEliminarMe da alegría encontrar esta publicación, uno por el cariño que siento por ti y otro porque no has desistido de escribir y plasmar tus emociones y todo lo que tu alma necesite liberar, lo cual al parecer se te hará mejor en un blog nuevo, diferente o al menos con ingredientes que te hagan sentir mejor y más auténtica, nunca egoísta Irene, más bien diría que transparente y real, sin adornos. Aunque no lo creas, tus escritos dejan ver mucho de ti, de ese tormentoso círculo del que hablas.
La incomprensión siempre será muy de los humanos, de hecho ni nosotros mismos llegamos a comprendernos del todo, así que bienvenida pues tu desnudez almica y personal, y sobre todo hermosa joven, no sientas pena por ser tu y expresar lo que sientes, para eso existimos, todos tenemos esa dualidad que tiende a desestabilizarnos.
Supongo que fue un olvido el no poner el enlace del nuevo blog, pero ya en tu perfil lo veo, iré a darte la bienvenida allí. Un fuerte abrazo.
Hola, Idalia.
EliminarRespirar, respiro, ;) ja, ja, ja.
A mi me da alegría recibir siempre tu cariño, aunque no lo merezca, espero que por la parte que me corresponda también lo aprecies, eres una belleza de persona.
La verdad, es que no quise poner el enlace por aquello de crear obligación, vaya palabra fea; pero ya he actualizado la entrada y lo he colocado.
Muchas gracias.
Besos.
No bajas los brazos en cuanto a escribir y publicar y compartirnos tus historias y eso es de admirar. Llámale perseverancia (en su lado luminoso) o terquedad (en su lado no tan luminoso): pero ahí seguimos, adelante. Puede que este nuevo blog tuyo vaya más acorde y entienda tus tiempos y tus silencios. Únicamente te faltó poner el enlace para conocerlo y seguirte.
ResponderEliminarY ya que estamos en esa, aprovecho de contarte que yo ando en algo parecido por estos días: cambiándome de casa, de blog, por motivos de fuerza mayor, tan mayor que me excede hacerte un resumen que lo explique aquí y tampoco quiero abusar de tu espacio para promocionarme. Espero que vayas a dejar tu huella. La mía la estampo por acá.
Va un abrazo, Irene.
Hola, Julio David.
EliminarEsa soy yo, la que no se rinde de sí misma. Ambigua hasta decir basta, y silenciosa, eso es algo que no se puede negar.
Ya he actualizado y puesto el enlace.
Te busco en breve en tu nuevo blog, y promociónate, que así te localizo antes, :)
Muchísimas gracias.
Un fuerte abrazo.
¡¡¡Hola, Irene!!!
ResponderEliminarCuánto tiempo sin saber de ti. Me alegro de que vuelvas, con otro blog o con éste mismo, será un placer seguirte y leerte. Y menos mal que pusiste el enlace del nuevo blog ¿Cómo te íbamos a encontrar si no? me pasaré.
Un beso.
Hola, Rosa.
EliminarMuchísimo tiempo, :)
Si es que no soy muy coherente, pero lo solucioné rápido al leer el comentario de Idalia y Julio David.
Mil gracias.
Besos.
Hola Irene. Bienvenida de nuevo a este mundo virtual del que uno nunca se va del todo. Curioso nombre el de tu nuevo blog, aunque original. Espero que poco a poco se vaya llenando de contenido, tan personal como prometes, y que esa criatura que ahora nace tenga una feliz y larga vida. Un abrazo.
ResponderEliminarHola, Jorge.
EliminarEs verdad, uno siempre termina volviendo. Y menos mal.
Muchas gracias por tus palabras.
Las recojo.
Un fuerte abrazo.
Lo que no incomoda suele ser banal y prescindible.
ResponderEliminarAdelante con tu bifurcación.
Besos.
Mil gracias, Toro.
EliminarAhí que voy, ;)
Un beso.
!Hola, Irene!
ResponderEliminarInmensa alegría tu retorno por la blogosfera, nunca te vas del todo y siempre se te espera. Y bienvenida a esa otra parte de tu dualidad, ciertamente a veces hay que sacar a la luz esa otra cara, bien sea para una misma, porque expresarse desde lo más íntimo también es liberarse.
Me gusta mucho la palabra gaveta y su significado, tengo una que muchas veces me llama, pero no suelo hacerle caso últimamente. Aún puede contratarte la CIA, ja,ja, tampoco me extrañaría....
Iré a visitarte encantada a tu nueva casa ciber, para y te deseo obtengas aquello para lo que ha sido abierta.
Un montón de besos :)
Hola, preciosa Mila.
EliminarNo, nunca me voy del todo, pero la última vez creo que internet explorer todavía estaba operativo, ja, ja, ja A este ritmo quién sabe, ¿qué será lo próximo?
¿Cuál es la palabra que te llama? No me dejes así, que soy un poquito obsesiva y ahora solo pensaré el qué, cuál, cómo.
No existe ninguna obligación de ir, y muchísimas gracias por tu cariño.
Mil gracias, y más besos.
En mi cajón corredizo del escritorio, que hay cosas, y papeles con borradores que me llaman y no hago caso, si lo hiciera, quizás escribiría más. No sé si tenías esta duda, pero ahí va la aclaración a eso que me llama, que no es solo una palabra son muchas, ja, ja, ja.
EliminarFeliz semana, y más besos.
Ay, preciosa.
EliminarNo me hagas caso, no sé como leí el comentario, creía que era otra cosa, y me podía saber el qué, pero por favor resetea mis dudas, que por lo que se ve tengo comprensión lectora 0, ja, ja, ja
Besos, muchos.
¿Acaso has renacido de las cenizas?, je, je. Bienvenida después de tu larga ausencia. Nos veremos en tu nuevo blog.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola, Josep Maria.
EliminarEspero que no, imagínate; olería a chamusquina de tanto prenderme, ja, ja, ja
Muchísimas gracias.
Un beso.
¡Hola, Irene! Qué bueno que volviste! Hoy día parece que es obligado estar siempre conectado, rellenando de letras o contenido solo por el mero relleno. Eso me cuesta entenderlo. Si uno no tiene ganas o, simplemente, no siente que tenga nada que contar, pues no pasa nada.
ResponderEliminarMe alegra que en este tiempo ese gusanillo ha vuelto a tu teclado y, además, con un proyecto nuevo que seguro resultará tan interesante como La quimera. Un abrazo!!
Hola, David.
EliminarEs verdad, en la vida adquirimos obligaciones que a la larga atan y atacan de manera vil, olvidándonos de nuestras propias necesidades, es importante darnos el hueco que nos corresponde, por nosotros mismos. Sin miedo por ello, otro de los grandes obstáculos. Es algo que siempre me mantiene en la ambigüedad, y una de las grandes razones del nuevo blog o su alternativo.
Mil gracias por tus ánimos. Ahí empiezo, y como comento; de manera totalmente egoísta, ;)
Un fuerte abrazo.
Un placer volver a leerte! Por mi cabeza tambien ha pasado lo del blog paralelo mas de una vez, y aunque Bajo mi embarcadero a veces me duele, de momento lo descarto (masoca?). Espero que todo vaya bien a ese lado de la pantalla
ResponderEliminarHola, David.
EliminarHe tardado muchísimo en dar el salto, así que te entiendo, con el tiempo verás si es lo que necesitas o no. Si es que sí, perfecto; como también a la inversa. Pero solo para ti.
Ánimo.
Un beso.
Hola IRENE, acabo de descubrir tu blog y desde ya te digo q me encanta tu manera de expresarte , sinceridad , honestidad y naturalidad , los tes ases , no sé si volverás por aquí porque creo leete q abres otro blog, lo buscaré, de verdad ha sido un gustazo leerte, tb en tu modo cucarachilla jaja además veo por aquí a la deliciosa MILA , así q si le gustas a ella, a mí idem , un placer , de corazón !!
ResponderEliminarHola, María.
EliminarSiempre regreso, el cuándo es otro asuntillo, ;) Mis compañeros seguro que lo aseveran.
Esta semana, por ejemplo, el trabajo me ha tenido retenida en contra de mi voluntad, y sí, es un grito de auxilio, ja, ja, ja ¡Ayuda!
Nuestra preciosa Mila. Es única y TODO corazón.
Bienvenida y mil gracias por tu bonito comentario.
Besos.
Perdón ! le di con tanto ímpetu a publicar q te ha ido doble !! ; )
ResponderEliminarNo te preocupes, ¡me ha encantado! ;)
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