Se puede desear que un año termine. Sí. Si pudiera le pondría purpurina a este bosquejo de irrealidades paralelas, sentimientos encontrados, y palabras sin sentido. No hablaré de todo lo malo acontecido, eso sería lanzar más combustible a un árbol que en muchos momentos se sintió abatido. Que perdió luz entre los caminos que le siguieron. E ilusión. ¿Se puede perder la ilusión? Sí. Más purpurina. Como también se puede sentir un vacío interior que hace que no sientas nada. NADA. Como si de repente te hubieses quedado seca. No hay dolor, pero tampoco alegría, es algo extraño, difuso y carente de emociones, de estas que nos envuelven diariamente. Que son tan necesarias. Transformándote en un autómata que cumple con sus obligaciones, porque no le queda otra.
Cada persona tiene una manera a la hora gestionar los reveses. La mía. Huir. Esconderme en una madriguera que mantiene el mundo interior aislado, bloqueando todos los factores externos. ¿Egoísta? Sí. Purpurina a mansalva. Y en ese proceso de silencio autoimpuesto, sucede algo, comprendo, me veo, dándome cuenta que la escritura es sin duda una necesidad que he negado, ¿me castigo? Incomprensible. Así que vuelvo a ella para que ampare a esta pobre alma de su incoherencia.
No es una vuelta al blog. No me reconozco, así que las palabras: intentaré, regreso y escritura, no tienen validez en esta mujer carente de palabra. Habrá algunas entradas que no tendrán opción de comentar, porque solo es una manera de escupir, y visualizar esa parte que de vez en cuando acecha de una manera virulenta y cruel. Y si lo veo, siento que de alguna manera podré palparlo. Por lo que no podría permitir crear en otros el sentimiento de cobijo. Es más, estoy valorando crear un blog alternativo, porque en este momento de incomprensión nefasta, advierto que quizás ha llegado el momento de dejar paso a un nuevo pasaje, a otra opción, una realidad más adyacente. No por negar todo lo bueno, porque es mucho y ese pasado es realmente bonito, sino por encontrar un nexo en la escritura que me está acompañando desde que empecé a sentir de nuevo la necesidad de expresión, el rescate del cual la palabra se transmuta.
Como también diré que estoy bien. O en fase de reconstrucción, que tampoco es malo. No es un grito de auxilio. ¡Solo faltaría! El blog siempre ha redimido y soltado algo que se sentía incompleto. No hay temor, solo autoconocimiento de que soy un ser vivo emocionalmente lisiado. Que olvida, y cae ante esa pérdida. Pero no por ello me siento débil, solo humana. Una que como el resto se siente así en algún momento. Lo que digo, especial poco, lo que sí, cada vez más cínica, y eso me da un miedo atroz.
Esto es lo que dije cuando cree, La Quimera:
Creo que las palabras como que el amor sanan los fragmentos de un ser roto por la circunstancia.
Y que la introspección es tan necesaria como vivir como se sueña, LIBRE.
Este blog es mi terapia. Aspiro a la comprensión del mismo, pero sobre todo a ser totalmente agradecida.
Sin duda, esto es algo que no ha variado.
Y por eso, por este baturrillo de sensaciones estoy en un punto de inflexión, cambios y decisiones que no tardaré en tomar.
Puede que después de todo este sea el año que me ponga en primera posición. Eso sí sería para poner pilas de purpurina.
No sé quién leerá esta entrada. Mucho os pido, pero si por un casual seguís por aquí; solo puedo desearos que seáis muy felices, y no por lo implica la palabra en sí, ya que el concepto es caprichoso, sino por la comodidad de sentirse completos, cómodos ante la ingrávida de las adversidades diarias. Y libres, sobre todo libres.
No hay nada más valiente que la aceptación de uno mismo.
P.D. Insisto, sin obligación a la hora de comentar, como si después de tanto tiempo existiera esa posibilidad, (la purpurina del inicio se me habrá metido dentro de la cabeza) ;) Solo con un saludo ya os consideraría presentes. No quiero que recaiga ante nadie la obligación de amparo. Mi hermana, siempre me dice que soy blanco o negro, de alguna manera los matices quedaron exiliados en otra vida, pero si hay algo de lo que estoy orgullosa, es que somos lo que somos, y no hay más. Como tampoco hay culpa o perdón por ello.
Besos y abrazos.
Ilustraciones de Luis
Scafati
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ResponderEliminarBuenas tardes chiquilla. Siempre estoy por aquí, un poco perdido yo también; son tiempos raros de contratiempos, borrascas y chubascos en el corazón. Tristeza y momentos alegres se solapan . Se entremezclan el bien y el mal, la sonrisa y el lamento. Los dias penosos y los luminosos.
ResponderEliminarQue vamos a contar que no sepamos. De la fragiliodad, de la inestabilidad; de ese andar en cuerdas flojas con riesgo de caída continua y rotura de corazón. Días en los que duele hasta el alma; que decía mi abuela.
Pero aquí seguimos a pie de cañón como la Agustina de Aragón y pidiendo más madera como el genial Groucho, porque esto sigue siendo una guerra donde pelearnos con ese que nos mira desde el espejo.
Ya te digo. No que regreses para no volver a marchar, sino que cada vez que marches regreses con más ganas. El mundo no tiene esquinas donde esconderse pues es redondo, y bajaremos de él cuando nos toque, ni minuto más ni menos.
Por ello aprovecha para analizar y valorar todo lo bonito, agradable, hermoso y milagroso que ocurre cada vez que te levantas.
Aquí seguiré siempre y cuando Google me alerte de que has regresado para comunicar algo importante con tus letras; escribir es la mejor terápia cucarachilla. No lo olvides.
Besos de los gordos.
Hola
ResponderEliminar¿Hola?
ResponderEliminarUmmm H-O-L-A
ResponderEliminarNo sé bien como saludar a una cucaracha. Tengo sentimientos encontrados. Lo que más me jode es que ella sería la que sobreviviría si ocurriera algo muy gordo. Si la tuviera aquí, bueno es un decir, yo le preguntaría ¿Cómo haces para adaptarte a lo más tóxico? Ya sabe ella a lo que me refiero, a ese veneno que le lanzamos en cuanto se descuida. Se ha hecho inmune sin vacuna. Tal vez esa sea la clave: la elección. Buscar donde nadie busca. Respirar y comer. Hacer lo que le da la gana, aquí y en Botana..
ResponderEliminarNo me despido.
(Ya lo he dicho antes. Tengo sentimientos encontrados)
Hola Irene, es bueno que sigas vomitando todo eso que sientes, para eso esta el blog, pero no soporto que te compares con una cucaracha, hay tantos bichos por ahí..., y elegiste el más inmundo creo, eso no te ayuda, al contrario, te asfixia más..., mentalizate más como una mariquita, pasando de ser larva a lucir su color rojo y sus manchas negras, devorando pulgones y limpiando los jardines y desarrollando sus alas.
ResponderEliminarIrene, toda transformación duele, conlleva asimilación y aceptación...
Mujer eres única e irrepetible y que eso te baste, sin importar todo el peso que te agobie, repitete eso y agradece cada dia, por mucho que duela, hay algo de alegría en el hecho de estar viva y en proceso de reconstrucción.
La oruga hecha crisálida, estuvo a punto de renunciar, a causa de su sufrimiento, pero cuando se vio convertida en mariposa, todo lo pasado le supo a gloria. Espero que eso te pase ati, bella jovencita, ya casi estas saliendo a volar y a lucir todo tu esplendor, no te des por vencida, eres de las buenas luchadoras y de los mejores ejemplares de la creación, no o olvides.
Te dejo un soplo de ternura y cariño junto a todas las buenas vibraciones de amor que necesites, Besos
Con blog o sin blog, con este o con otro, lo bueno es que sigas ahí, luchando por salir adelante contra las situaciones duras que se presentan. La escritura puede ser un revulsivo, también la lectura, pero no siempre sirven. Lo que hay que conseguir es encontrar lo que en cada momento nos sirva para canalizar las adversidades y saber salir airoso de ellas. A mí no me parece mal que te compares con una cucaracha. Son supervivientes natos. Han salido adelante superando todo tipo de catástrofes desde hace trescientos millones de años. Y ahí siguen.
ResponderEliminarUn beso muy fuerte.
Hola, mi querida Irene, sobre lo de la cucaracha estoy de acuerdo con lo que te dice Harolina, tú, eres una hermosa flor, o un majestuoso árbol, que cada día está creciendo a lo alto, evolucionando pese a los reveses. Tomas tus decisiones y vas aceptando en llevar a cabo, eso es libertad y tener todo controlado mentalmente (eso creo) aunque no lo parezca. A veces nos parece que la realidad en la que vivimos se desmorona, pues suele haber situaciones que nos desbordan. Todo es aprendizaje de vida y lo sabes, pues nos ayudan a conocernos mejor para saber actuar más sabiamente.
ResponderEliminarEscribe en este blog o en otro, saca de ti todo lo que te apetezca o creas necesitar, y me parece bien la idea de no poner para comentar si eso es lo que quieres en el momento. Quienes te apreciamos, seguiremos viniendo a leerte, encontraremos el momento.
Bueno preciosa, más que preciosa..., que me ha hecho una enooooorme ilusión visitarte y leerte. Siempre te recuerdo con cariño, extraño tu esencia aquí y en otros blogs, pero sé que estás de alguna manera.
Besos y abrazos para ti, mi valiente amiga.
Pues ya ves que yo sí te he leído (y eso que también llevo una buena temporada alejada de los blogs) y me has impresionado mucho. Te has desnudado con esas palabras cargadas de sentimiento.
ResponderEliminarAl igual que tú yo veo en la escritura una válvula de escape. Cuando creé mi blog lo hice para colgar simples reseñas, pero ahora apenas escribo ese tipo de entradas, son los relatos los que predominan porque crear otros mundos, otros personajes me ayuda a evadirme. Lo descubrí cuando estaba terminando mi tesis doctoral: la presión a la que estaba sometida era brutal y contar lo que me estaba pasando, pero con humor, me ayudo a liberar tensiones. Ahora siempre recurro a escribir historias cuando me siento agobiada, o triste (en pleno confinamiento "Diario de un confinamiento" me ayudó a no caer en la más tenaz depresión), o cabreada, o... lo que sea. Ese es el gran poder de la escritura.
Espero que este punto de inflexión para ti sea un nuevo arranque o lo que sea que te ayude. Hagas lo que hagas, seguir con este blog o empezar con un nuevo, yo andaré cerca para leerte.
Besos, Irene.
Hola.
ResponderEliminarAy, qué tarde llego, estaba desconectada.
No sé qué decirte, tan solo que estoy para lo que necesites, en mi blog está mi correo, arriba a la derecha, por si necesitas desahogarte. Por experiencia te digo que en los malos momentos, a veces, hablar con gente de fuera de tu entorno es liberador. A mí el blog me ha servido mucho en momentos muy negros y tristes.
Un abrazo enorme.
Irene me alegra leerte aunque te compares como una cucaracha , no lo eres. A mi me parece más a una mariposa que se posa de aquí para allá y a veces se ve perdida. Pero es tan hermosa si la contemplas. Tu para mi eres esi hermosa y tus letras me apasionan cuando lee tus relatos. Hace tiempo que he dejado mucho leer los blogs pero aquí estoy de nuevo leyendo y dándote ánimos. Tu escribes muy bien y te necesitamos. Un abrazo.
ResponderEliminarHola bella Irene, quiero dejar mi felicitación por tu cumpleaños hoy espero que pases un bello y muy alegre día, pleno de salud, mucho amor a tu alrededor y entusiasmo acompañado de muchas ilusiones y hermosos sueños.
ResponderEliminarUn beso y mi cariño para tí, a reír y ser feliz en este año y siempre.
Más de 1 año después... espero que seas ya una bella mariposa que ha pasado por todo el proceso desde que fuera oruga (es que me dan yuyu las cucarachas, querida Irene).
ResponderEliminarSolo se sale a la superficie si has tocado fondo, solo te llenas de cosas nuevas si previamente te vacías. Y la escritura ayuda, ya lo creo que ayuda. Te lo dice alguien que ha estado casi ausente total de este mundo y, si bien no he dejado de escribir fuera de él, algo me trae de nuevo a este mundo. Espero que a ti te pase igual.
Te mando un abrazo muy fuerte.