No comprendía la razón, así que para averiguarlo se trató
con varios profesionales. Hipnosis, acupuntura y toda clase de terapia que
existiera, la hizo. Pero nunca dieron con la raíz del problema, a consecuencia durante
muchos años tuvo que llevar una vida recluida.
Con la ley antitabaco vio la luz, por fin podría vivir como
el resto de mortales. Hasta ese día.
23:00 h - Bar bocanada
- Carlos cada sábado la misma historia, haz el favor de apagar el cigarro de una vez. No quiero tener problemas con la policía.
- Me niego, que vengan y si tienen cojones que me multen, a mí nadie me dice que es lo que tengo que hacer.
Gabriel respiró profundamente y con un control aletargante
le dijo:
- El señor le ha dicho que lo apague.
- Lo lleváis claro, hahaha.
- Respuesta errónea amigo.
Pulsado el botón, no quedó de ese tipejo maloliente más que
la mueca de una última calada.
Porque sí, el tabaco mata.
Concurso
de microcuentos ‘’MICROTERROR IV’’, en EL CÍRCULO DE ESCRITORES.
Me acabas de dar un motivo más para dejar de fumar. Ains, maldito vicio.
ResponderEliminarUn besito. :)
Me alegro si te sirve para dejarlo, piensa que Gabriel anda suelto, ;)
EliminarBesos!!!
Jajaja yo no fumo así que me libro de morir ahumado.... A no ser en una barbacoa.
ResponderEliminarbuen relato y conciso mensaje para los que adoran fumar.
Besos
Muchas gracias Francisco, :)
EliminarSi que ha quedado un mensaje claro, jijiji
Besos!
Menos mal que dejé de fumar hace ya unos años. Sé que es malo, que no se puede obligar a los demás a soportar tus humos. Lo sé todo... pero qué rico es un cigarrito en según qué ocasiones. Muy buen relato.
ResponderEliminarSi, si, menos mal que nunca se sabe... jeje
EliminarMe alegro por ti sé que es muy difícil dejarlo, :)
Muchas gracias Rosa, un abrazo.
Muy bueno Irene, ahora me lo pensaré bien a la hora de encender un cigarrito jeje!!
ResponderEliminarBesin ;)
jajajaja ay Virginia, si mejor piénsatelo muy bien, :)
EliminarBesitos!
Qué bueno, Irene!! Confieso que yo que no soy ni he sido nunca fumadora hubiera querido tener un botoncito de ésos alguna vez. No hay cosa que odie más que comer entre humo ajeno...
ResponderEliminarAdemás tu relato es una forma de aconsejar amablemente a los fumadores que mediten sobre su vicio jajajajaja.
Un besito!!
Julia muchísimas gracias, ;)
EliminarBueno... amable, amble creo que tampoco he sido, jajajaja
Es más bien un ultimátum, jajaja
Muchos besitos!!!!
Por algo siempre se ha dicho que el tabaco mata, jajaaj.
ResponderEliminarUn micro de final con un buen consejo para los fumadores.
Corto y con mucho talento.
Un beso Irene.
Es que Mila el tabaco es muy malo, mira como Gabriel bien lo sabe... jijiji
EliminarMuchas gracias por tus palabras, besitos!!! ;)
¡Me has matado con mi personal terror y gozo prohibido! ¡No sin mi cigarrillo!
ResponderEliminarjajajajaja... Un micro horrorosamente divertido y ¡Ala! Me voy a echar un pitillo... ¡Mañana lo dejo!
Genial, Irene. ¡Abrazo, Compañera! ;)
Como lo dices casi suena a clandestinidad, jajaja!!!
EliminarSi, si yo de ti lo dejaba... hay mucho Gabriel suelto y con poca paciencia, jajaja
Muchas gracias Edgar, un abrazo!!!! :)
Irene, mezclas horror y acidez social con gran maestría. La divina providencia nos libre de los Gabrieles. Me encanta como en la cabalgadura de tu sensible pluma nos llevás a recorrer los diferentes territorios del andar humano. ¡Sos una genia, amiga! Un beso.
ResponderEliminarMuchas gracias José Ángel, :)
EliminarAl final parece que siempre te digo lo mismo, pero con tus comentarios me salen unas alas gigantescas, te lo agradezco!!!
Besos!!!
Genial. Más de una vez me hubiera gustado tener ese botón. Aunque he de decir que he sido muy tolerante con los fumadores, no soporto que la gente que quiero, lo haga.
ResponderEliminarUn besillo.
Muchas gracias María, :)
EliminarEse botoncito es peligroso, mejor lo guardamos, jeje
Besos!!!
De mucho gusto, amiga...aunque soy un fumador empedernido, está muy bien expuesto el asunto.Placer en leerte.
ResponderEliminarAbrazos
Gracias José, :)
EliminarMe alegro que te haya gustado.
Un abrazo!!!
Qué lapsus Irene, pensaba que había dejado un comentario en tu micro y menos mal que he entrado para releerlo jeje. Me gustó la agresividad que muestra Gabriel en las líneas finales, en las que deja patente que hay que respetar la ley antitabaco por lo civil, o por lo criminal... :P ¡Un micro muy interesante! ¡Besos!
ResponderEliminarMuchas gracias José Carlos, me alegra mucho que hayas vuelto a entrar para releerlo, me hace muy feliz, :)
EliminarEs que Gabriel es mucho Gabriel, pero oye que las leyes se deben cumplir, jijiji (sino tranquilos que ya se encarga él)
Besos!!!
Fenomenal Irene.
ResponderEliminarBuena reflexión, para hacernos pensar a todos los fumadores.
Mira que tenemos muchos miedos, pero respecto al tabaco ninguno hasta que ya es demasiado tarde, y alguien pulsa ese boton que dices...Jajajaja.
Un abrazo.
Muchas gracias Oscar, :)
EliminarSi es un miedo silencioso y letargoso pero se le debe temer.
El botoncito es peligroso, jijiji
Un abrazo.
Muy buena forma de librarse de los malos humos. jejeje Muy bueno Irene Besos
ResponderEliminarMuchas gracias Mercedes, :)
Eliminar¡Fuera humos! Besos.
El justiciero nicotina. Muy bueno!!!
ResponderEliminarSaludo!!!
Nunca mejor dicho, le pega mucho 'el justiciero' jijiji
EliminarMuchas gracias Mª Jesús, :)
Un abrazo.
Me alegro de haber dejado de fumar, más que nada porque sé que más de uno me hubiera matado a mí, jajaja.
ResponderEliminarUn besito.
jajaja vaya que sí Sue, ya no estarías segura.
EliminarMe alegro por ti, ;)
Besitos!!!
¡¡Irene!! ;)
ResponderEliminarAinnns... Yo también habría dado mucho por tener un Gabriel al ladito de vez en cuando u.u Y no porque sea fumadora, sino porque soy asmática y recuerdo lo mal que lo pasaba en los garitos cuando solo veías humo tras el que se escondían personas ;((((
¡¡Tienes que patentar el "Botón de Gabriel"!! Pero en versión mini, para que todos podamos llevar uno en el bolsillo... ;P
¡¡Muchísimos Besitines!!
Muchísimas gracias Campanilla!!!! ;)
EliminarQuizás si que lo patente, pero a menor escala... que veo mucho peligro suelto, jijiji
Así como en pequeñas descargas eléctricas... ay, ay, demasiado relato oscuro ando leyendo y me estoy transformando, jajaja
Muchos besitos!!!!
Me ha encantado, Irene, muy bueno. Yo soy ex fumador compulsivo y ahora voy con mi cigarro –pipa, casi–electrico todo el día. He sustituido una cosa por otra, aunque ahora mi humo es vapor y puede oler a fresa, jeje. Pero admito que en algunos momentos me hubiera gustado tener un botón similar, jeje ; )
ResponderEliminarEntonces si puede oler a fresa lo damos por válido, jijiji
EliminarPero solo por eso....
Me alegro que lo dejaras sé que es muy difícil, :)
Muchas gracias Ramón por pasarte y comentar, un fuerte abrazo!!!