"¿Nunca os habéis cruzado con alguien a quien
no deberíais haber puteado? Ese soy yo”.
Desde que vio el Gran Torino se creía Clint Eastwood, nada más lejos de la
realidad. El tipo o tipazo como gustéis del Sr. Paco, como hacia que le
llamaran, era orondo y malformado, como el de un pequeño roedor que se guarda
la comida por miedo a una futura hambruna. Sus mejillas infladas reposaban
demasiado cerca del cuello, el cuerpo diminuto cacareaba en un orden extraño y
difícil de entender, imposible identificar cintura de cadera, pierna de brazo,
o lo que era lo mismo, nada de ello. En lo único que se asemejaba al grande era
la repetición sin medida de sus frases y claro está, su mala baba. Infligir
su poder era la orden diaria en aquella pequeña tienda de barrio, y si en unas
de estas te daba por infringir su voluntad, aquello podía convertirse en
una hecatombe en toda regla. Los complejos le medían y provocaban a ser
un sujeto sin corazón y el poder que albergaba sobre tres empleados, la furia.
Llegó el momento de la rebelión, aquello era imposible de sostener, las cajeras
no duraban más del período de prueba, ni las necesidades de trabajo y sueldo
eran suficientes para aguantar el vocabulario y las artimañas soeces del
jefazo, así pues, el encargado tomó las medidas oportunas para finiquitar con
el problema de raíz.
— Es por un bien común, sé que existe más miedo que razón, pero si todo sigue
como el plan establecido Paquito estará fuera en unos días. Dudo que los
dueños de la franquicia quieran que se identifique su nombre con este sujeto.
Carlos guardó silencio a la espera de que Pili o María dijeran alguna cosa al
respecto, al ver que no se pronunciaban continuó.
— Bien, adelante.
La ansiedad y el deseo de castigo les llevó a colgar un video en Youtube
titulado: El Gran Clint de Mercabarrio, en él se veía al Sr. Paco
acosando a sus empleados con algunas frases como "Soy el sargento de
artillería…", "Anda… Alégrame el día", "Morir no es…"
Relato que presenté en la Comunidad de Relatos Compulsivos. Palabras obligatorias: infligir, infringir y hecatombe.
Jajaja, que bueno Irene! Me ha encantado. Paco es de esos personajes que me dan pena y repeles al mismo tiempo, jeje. Pero creo que la estrategia de youtube les puede salir rana, en la sociedad en que vivimos y que "El gran Clint de Mercabarrio" puede acabar siendo trending, jeje. Un fuerte abrazo! ; )
ResponderEliminarA mí me pasa lo mismo Ramón, me generan una ambigüedad extraña, supongo que será por eso de que esperamos siempre lo mejor de cada uno. Y nos da por buscar una lógica o razón a ciertos comportamientos. En este caso el Sr. Paco es un jefe tirano que tiene el privilegio de su posición y no duda en aprovecharla.
EliminarPuede que termine por ser un personaje (friki) de televisión, jajaja!
Un fuerte abrazo, compi! ;)
El orondo jefe los complejos los proyectaba en sus empleados, reflexión en el texto a tener en cuenta, Irene.
ResponderEliminarMenos mal que se creía Clint Eastwood. Un buen escarmiento si que necesitaba, pero la idea de youtuve no sé si le hará más famoso y duro jajaja.
Reflexión y humor en tu relato, amiga, buena combinación.
Besitos-)
Por vuestros comentarios veo que terminará por hacerse popular, jajaja
EliminarEso sí, espero que la empresa no lo mantenga en plantilla por el bien de los otros, o quién sabe, este mundo raro en el que vivimos, quizás logre aumentar las ventas de la tienda.
Muchísimas gracias Mila, :)
Besitos.
Menuda versión friky del gran Clint Easwood de mis entretelas.
ResponderEliminarEste de duro poco, un buen bofetón y se le pone en su sitio. Los que si parece ser es un prepotente autoritario que juega con su cargo sobre el resto de empleados.
Un relato que saca la sonrisa cómplice.
Besos
Nadie puede asemejarse al GRAN Clint, jeje
EliminarLo del bofetón tiene su punto, sin ninguna duda necesita que alguien lo ponga donde le corresponde.
Me alegro de esa sonrisa, y la igualo.
Besos.
Estupendo relato, Irene. Sin embargo me da que este tipo de personajes tienen una rara habilidad para sobrevivir a lo que le echen. ¡Qué imaginación para sacar esta historia de esas tres palabras! Un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias David, ;)
EliminarTodo se lo debo a que hace unos días miré varias películas del Sr. Eastwood, son los efectos secundarios, jajaja
Vamos que casi me hago llamar Paquita de apodo, jajaja
Un abrazo.
Cómo dice Mila muchas veces la gente con complejos o inseguridades las toman con los que tiene por debajo. A ver que tal les sale lo de YouTube, igual hasta se hace famoso... Espléndido relato con un toque de humor el que has sacado teniendo en cuenta la limitación de las palabras.
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte Irene.
Es verdad Ziortza, los complejos los ciegan y aprovechan el poder que tienen sobre otros para sentirse (bien) y lo pongo entre paréntesis porque yo solo veo infelicidad y malestar. Todos en algún momento hemos tenido la desgracia de conocer algún Sr. Paco, es una pena, pero un comportamiento así no tiene una verdadera excusa.
EliminarMuchas, muchas gracias!!!
Besitos.
Genial el relato, qué ingenio, ni por asomo quiero ver ese vídeo que luego me sale !la mala uva! de ese famoseo falso. Hilvanado con un ingenio de cine jeje. Un abrazo
ResponderEliminarjajaja yo parezco un loro Eme (con las frases), no hay quién me pare, ni me aguante ¡qué pesadita estoy! jajaja
EliminarYa te imagino, y no, yo tampoco querría ver ese vídeo.
Muchas gracias, :)
Un abrazo.
Más allá de lo divertido de tu relato, Irene, creo que hay sitio para la reflexión. Creo que todos nos hemos cruzado alguna vez a una persona con las maneras, los complejos y el poder del Sr. Paco para amargarnos la vida. Me pregunto qué piensan y sienten en realidad las personas que son así...
ResponderEliminarEspero que su "reinado de abusos" esté muy próximo gracias a las nuevas tecnologías. Sería de justicia, sin duda :))
¡Muy ingenioso, me ha gustado mucho!
Besitos de martes.
Tienes mucha razón Julia, yo tuve la desgracia de toparme con un Sr. Paco y puedo afirmar que fue una época muy complicada de mi vida, por suerte, pasó y ya sólo conservo un mal recuerdo. Y bastante lástima por él, porque se perdió un gran equipo de trabajo.
EliminarMuchas gracias por tu comentario, ;)
Besitos!!!
Me gustó cuando lo leí y, como ya te dije, me resultó sorprendente el final. Tu relato invita a reflexionar que el abuso de superioridad nunca puede traer consecuencias positivas.
ResponderEliminar¡Un besazo, Irene!
Muchas gracias por tus palabras Chelo, :)
Eliminar¿Qué tendrá el poder que casi siempre va de la mano de la injusticia?
Muchos besos.
Has tocado en clave de humor un tema que causa mucho dolor e impotencia y es el de esos jefes tiranos que proyectan sus frustraciones e incapacidades en los equipos que dirigen, es una pena pero para esos tipos se escribió lo de las ratas son las últimas en abandonar el barco, siempre resisten.
ResponderEliminarUn beso
Sí, es verdad Conxita, mala yerba nunca muere, y pocas veces se destruye.
EliminarEs una pena de verdad, pero la soledad que les acompaña es sin duda más lastimosa.
Muchas gracias por pasarte y comentar, :)
Besos.
Estupendo relato que refleja una situación más frecuente de lo que muchos creemos. En mi opinión, los empleados se quedaron cortos. La conducta de su jefe merecía una venganza más dura, jeje
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias Josep Maria, ;)
EliminarSí, empiezo a darme cuenta que la venganza ha sido bastante flojita, jeje
Un abrazo.
Al igual que otros comentaristas creo que lo de Youtube no fue buena idea. En esta sociedad se admira al casposo y al que monta escándalo, lo mismo le hacen jefe del año. O no...
ResponderEliminarEn cualquier caso los empleados debían de hacer algo al respecto, quedarse de brazos cruzados no era la solución.
Genial relato, Irene, enhorabuena.
Un beso.
Se hará el rey de la pandereta, pero por poco tiempo, que parece que es un puesto muy solicitado, seguro que lo desbancan rápido, jeje
EliminarTienes razón los empleados debían movilizarse, y la mejor manera para hacerlo es unir fuerzas por un bien común.
Muchas gracias por tus palabras, :)
Besos.
Muchas gracias Julio David, ;)
ResponderEliminarSi localizo el enlace te lo paso, jeje
Un abrazo.
Le faltó soltar algunas frases lapidarias de las pelis del oeste y sacar del pantalón el revólver (o algo que con imaginación lo pareciera) de Harry el Sucio jaja. Simpático texto de un aspirante a copia de Clint.
ResponderEliminar¡Un saludo Irene!
Muchas gracias JC, :)
EliminarSé que quedaron muchas frases pendientes, pero con 350 palabras es un poco complicado, jeje
Un abrazo.
Existen sueltos por el mundo Paquitos como este llenos de resentimiento y complejos a partes iguales,... y solo tienen que dar con la horma de sus zapatos,... es entonces cuando alcanzas a ver toda su cobardía. Estupendo relato Irene!
ResponderEliminar¡Acabemos con los Paquitos del mundo!
EliminarTienes razón, son sujetos para tenerles lástima, pero que no se te cruce ninguno por el camino, que si está en su mano, no dudará en hacerte la vida imposible.
Muchas gracias Norte, :)
Un abrazo.
Cada cual ejerce el poder sobre otros a su manera, aunque en este caso sea a través de una mala versión y, claro, eso atrae las burlas que es sin duda una forma muy legítima de aliviar tensiones. Muy bueno, Irene.
ResponderEliminarAbrazo!!!
Muchas gracias por el comentario Mª Jesús, te lo agradezco.
EliminarUn fuerte abrazo.