Suspiro, cada vez que te veo, suspiro.
Encojo, cada vez que estás cerca, encojo.
Expreso, y sí lo creo, un día seré lo suficiente valiente
para acercarme a ti y declarar este sentimiento que se expande muy adentro, convirtiéndome
en una enfermedad precisada de extinguir.
Llego tarde, como cada vez que no estás solo. Lo intento,
alcanzarte, pero no lo logro, claro que no. Mi cobardía es más fuerte que el
afecto que desprenden estos cuatro reglones.
Vuelvo a suspirar, y me encojo, de nuevo, encojo.
Mi espalda encorvada no es precisamente lo más llamativo de
mi ser, pero aún así te escudriño. Me observas y en mi cabeza se recitan
preguntas, ¿a qué estoy esperando? Pero no hay nada tangible entre nosotros
para poder albergar futuro. Así que actúo, a tus espaldas, eliminando pruebas, alejando
todo lo que impide que me ames como yo lo hago. Esta vez he ido demasiado
lejos, lo sé, pero no podía permitirlo, no.
El amor que siento es tan fuerte que cedo a que estés con
otras, pero nunca, ¡Jamás! te casarás con nadie que no sea yo. Ella, esa innombrable no te quería, no
como lo hago yo, lo vi, sí, en sus ojos y sus últimas palabras lo confirmaron.
— Por
favor no me mates, me alejaré de Claudio, tú eres mejor para él. Te lo prometo.
¡Por favor!
Cobarde, ¿lo ves? Gimoteó, suplicó, no luchó, no se ganó
siquiera mi respeto. Yo soy capaz de todo lo que me pidas, tú eres mi amor. Sólo
deseo que llegue ese día, el momento que entre las sombras que nos separan divises
esa verdad, como la única.
Atentamente; TUYA, siempre.
Buena carta, un abrazo
ResponderEliminarMuchísimas gracias por comentar, Mamen! :)
EliminarUn abrazo.
Hay misivas que sangran algo más que Tinta.
ResponderEliminarTe felicito por su temple, preciosa.
Mil besitos y feliz día.
Muchas gracias por tus palabras, :)
EliminarUn besazo y feliz día!!!
Un amor que va más allá, a la obsesión, a lo enfermizo y al asesinato finalmente. Desgarrador, Irene, de principio a fin. Una personalidad compleja, que titubea para llegar a su amado pero no duda en matar.
ResponderEliminarMe ha encantado el relato.
Un beso muy fuerte.
Ziortza, muchísimas gracias!
EliminarSí, la protagonista sin duda tiene un grave problema, confunde el amor con la obsesión y eso le proporciona libertad para cometer actos atroces.
Muchos besos, :)
El amor a veces esa enfermiza pasión
ResponderEliminartras lo telones
madre mía Irene brutal
un besito
María como me alegro de leerte, :)
EliminarY de tus palabras mucho más.
Besos.
Un amor obsesivo, enfermo por cuanto no le supone felicidad sino desdicha y odio. Una primera persona muy verosímil, con ese discurso un tanto desordenado, con esa repetición de palabras para enfatizar su fijación. Un fantástico relato, epistolar y psicológico. Un abrazo!
ResponderEliminarAsí es David, tiene una fijación malsana, que la hace creerse con derechos hacia la otra persona y el entorno en el que él se mueva. A todo se le puede llamar amor, en este caso está claro que no lo es.
Eliminar¡Muchas gracias!!! :)
Un abrazo.
Hola Irene, late un corazón con obsesión, sin esperanza, solo, es un agarre al pasado para saltar hacia delante, del corazón llega, del corazón parte. Un abrazo
ResponderEliminarEme, muchas gracias por el recorrido que has hecho, estoy súper agradecida, :)
EliminarUn amor, del malo, ¡malo!
Besos.
Da pavor un amor como este, obsesivo, malvado, sin escrúpulos. Alejémonos de quienes dicen amarnos con locura, porque esta locura puede, algún día, aflorar dramáticamente.
ResponderEliminarMuy buen relato.
Un abrazo.
Vaya que sí Josep Maria, da que pensar a lo que unos llaman amor y con ello como excusa, de lo que son capaces. Me alegro haberte espantado, :)
EliminarMuchísimas gracias!
Un fuerte abrazo.
Genial la manera en que describes cómo un amor obsesivo se convierte en una patología peligrosa que acaba con la vida de inocentes.
ResponderEliminarEse tipo de amor (¿amor?) que se esconde en determinados sujetos da pavor, a mí me ha recorrido un escalofrío leyendo esa carta enamorada (¿enamorada?).
Un besote.
Sin duda con los interrogantes aciertas Kirke, jeje
Eliminar¿Amor? ¿Enamorada? ¿Enserio? Terror, quién me tenga que querer de esta manera.
Muchísimas gracias, con escalofrío incluido! ;)
Besitos.
Con admiradoras como esta prefiero ser célibe monje de cartuja.
ResponderEliminarSiniestra tu misiva.
Besos
¡Qué (jartá) de reír Francisco! Genial el comentario, estoy contigo! :)
Eliminar¡Muchas gracias!
Besos.
Amor toxico!!! Si.
ResponderEliminarTienes razón Marcela.
EliminarGracias por comentar, :)
Me ha encantado esta siniestra misiva, Irene! Opino como Francisco, mejor estar solo que acompañado de una pscicópata, jajaja. El texto está muy bien escrito y reflejas, de una forma genial, la locura a la que llega la protagonista por "amor" –muy entre comillas, porque de tóxico su sentimiento tiene hasta el infinito, jeje. Un fuerte abrazo! ; )
ResponderEliminarPues no os entiendo la verdad, jeje
EliminarQuitando bromas, la verdad es que el sentimiento que habita en esta pobre mujer se le puede llamar de todo menos amor.
Necesita ayuda, mucha.
Muchas gracias por tus palabras Ramón, ;)
Un fuerte abrazo, compi!
Estupendo texto, Irene. Me encanta el estilo que has usado. Hay ciertas frases, construidas como lo haría una persona obsesiva, compulsiva, que me han llevado al pensamiento profundo, como a saltos, en consonancia con la personalidad sombría del personaje. Excelente.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ariel
Muchas gracias por tus palabras Ariel.
EliminarCon la repetición de palabras y las pausas intencionadas, pretendí que se visualizara la imagen de un personaje con problemas obsesivos y poco autocontrol.
Me alegra habértelo transmitido.
Un abrazo, :)
Amor enfermizo y obsesivo, capaz de matar por un amor al que por cobardía, aún no le ha confesado. Siniestra hasta el final que se atrevió a enviar tal misiva. Y de segura creía estar haciendo lo correcto, eso es todo menos amor.
ResponderEliminarGenial relato, Irene, me pusiste en el centro de una mente desequilibrada.
Besos-)
Tú lo has dicho querida Mila, eso no es amor.
EliminarY sí, cree tener un derecho sobre la otra persona, no solo sobre él si no sobre todo lo que le rodea, lo peor es sin duda de lo que es capaz.
Muchísimas gracias por estar, ;)
Besitos!!!
Buffffff!! Espero que no este basado en hechos reales! El amor puede ser un problema, pero el amor obsesivo seguro que lo es.
ResponderEliminarUn abrazo.
Esperemos que no David.
EliminarMuchísimas gracias por pasarte y quedarte, :)
Un abrazo.
Te aprecio lo suficiente para no darte su número, ;)
ResponderEliminar¡Muchas gracias Julio David!!!
Un abrazo.
Uf!! Muy buena, intensa, poderosa e inquietante.
ResponderEliminarMe encantó!
Abrazo!!
Te agradezco el comentario Diana, ;)
EliminarY si te encantó, mucho más!
Un abrazo.
Bien contado Irene, pone los pelos de punta y lo peor es saber que hay amores de esos, que mientras dicen te quiero acaban con aquella persona a la que dicen querer.
ResponderEliminarMuy lograda la carta.
Besos
Muchas gracias Conxita, :)
EliminarTienes razón, existen (amores) que confunden el significado de esa palabra.
Besos.
Intensa esta apístola tuya, Irene, como corresponde a un amor dispuesto a todo, trastornado, confundido. A veces la pasión nos convierte en enemigos de aquellos que amamos. Es una paradoja, pero no es ajena al ser humano. Muy bueno, tus musas están lanzadas :))
ResponderEliminar¡Un beso de domingo!
Muchas gracias por tu aportación Julia, ;)
EliminarY por estar, más!
A las ... (no las nombro que no las quiero espantar), por ahora se portan bastante mejor que hace unos meses, pero todavía estoy un poco recelosa, jeje (no sea que les dé por irse).
Besitos y feliz semana!!!