Día 1
Aborrezco que otros
tengan más razón que yo, siempre me viene a la cabeza una madre demasiado
autoritaria, que nunca mostró afecto y comprensión. Me retuerzo en la incoherencia
por saber que esta vez las palabras de Gabriel estaban por encima de las mías,
y lo sé, no debí embarcarme en este propósito, pero necesitaba demostrarles que
podía hacerlo y si era una locura, con más fuerza sería capaz de sacarla
adelante, encontraría el punto de cordura en todo este proceso.
Ilusa y creída, una
perfecta estúpida, yo una
todopoderosa que no he necesitado nunca de nadie para ganarme un nombre y ahora
veo como este baile está por concluir.
¡Qué dolor! Mis
costillas, me oprimen, al oxígeno le cuesta entrar, en un esfuerzo severo estallo
en carcajadas como si así lograra esclarecer un futuro tan negro como este
lugar, sobrepasada por el agudo e insoportable sufrimiento, mi estabilidad
mental se desequilibra. Un regusto a sangre pasea a sus anchas por el paladar,
siempre he detestado ese sabor, como a hierro oxidado.
El tiempo pasa y sólo
me hago una pregunta, ¿Cuánto aguantará mi cuerpo? ¿Y mi hora? Necesito saber
cuando será, ni siquiera en el peor momento de mi triste existencia logro ser
paciente ¡Ya! Que sea ya, por clemencia.
Maldito ego
desconsiderado, quedará sobre la eternidad, cuando al fin encuentren mis huesos.
El recuerdo de mi persona será, aquí yace Emma la necia.
Día 3
Hoy lloro y lloro, lo
hago en silencio sepulcral, un mutismo que pasea a sus anchas por la placida
estancia de esta tumba autoimpuesta. Silencio, tanto silencio, que tiemblo
incontrolablemente. Líquidos que ya no aguardan en mi cuerpo caen sobre las
mejillas magulladas, viendo pasar el tiempo que no aflorará y vuelvo a compadecerme.
Alma ennegrecida, logré mis metas acarreando faltas hacia otros, nadie más que
estas lágrimas que derramo serán las que pesen sobre mi muerte.
De ayer no recuerdo
nada, dormité gran parte del día, pero hoy por más que lo intento no consigo que
eso suceda. Y lo deseo con todas mis fuerzas, una muerte dulce, sin dolor, sin
agonía, pero es como si el karma me
sonriera desde la distancia, anunciándome de que eso no iba a suceder.
Y hay algo que
echo más en falta que nada y es la luz, sensación de candor, de abrazo, de
vida. El tiempo termina, sólo pido la oportunidad de redimir, de volver a
empezar, esta vez sé que lo haría bien, pero es tarde, ya no quedan opciones.
Día 4
Habito en un
duermevela perenne, no logro reconocer cuando estoy consciente o es un sueño,
el dolor de las costillas es apenas un cosquilleo y todo se desvanece como en
un trance vacío de emociones, nada, quietud, eternidad sombría que acecha, reclamando lo que le pertenece y entonces lo veo, ¡Oh el final! Unas
luces acuden en mi busca, es la hora, dejaré este mundo con tantos puntos
suspensivos que compadezco la existencia ya vivida.
—
¡La he localizado! ¡Está aquí! ¡Aquí! Te tengo.
Día 2
En un tiempo pasado.
—
Sigue
sin haber noticias de Emma, es como si se la hubiera tragado la tierra.
—
¡Joder! No puede ser, tenemos que
encontrarla, haced lo que sea necesario. Maldita mujer del demonio, terca e
inconsciente.
—
Mis
chicos ya lo hacen Gabriel, sólo podemos esperar.
Una hora más tarde.
—
Señor,
han localizado la señal GPS del móvil.
— ¿Dónde la sitúa?
— En el Gran Pozo MTDE.
—
Llevadme
hasta ella.
EStupendo relato, Irene. El lector permanece espectante y desconcertado, qué le ocurre a la protagonista? ¿Coma, muerte, secuestro? Incluso esas luces parecían indicar su muerte, afortunadamente eran linternas salvadoras. Un relato asfixiante. Un abrazo!
ResponderEliminarMuchas gracias David, ;)
EliminarEsa era mi intención mantener la expectación, así que me alegro muchísimo haberlo conseguido y que tú me lo digas.
Un abrazo.
Asfixiante y escalofriante relato, Irene. Finalmente sabemos que no es la luz de la muerte sino de la vida. Excelente, me ha encantado la estructura que nos mantiene en vilo.
ResponderEliminar¡Un abrazo muy fuerte!
¡Muchas gracias Ziortza! Una nueva oportunidad para redimirse, de eso se trata de volver a empezar y la luz sin duda es sinónimo de vida y oportunidad, :)
EliminarBesos!!!
Un relato angustioso pero con final feliz. Pensé por un momento (bueno, casi hasta el final, jeje) que la chica estaba en el mas allá pensando en lo que fue su vida.
ResponderEliminarAquí, sin embargo, la luz al final del túnel es la luz del rescate, de la salvación, de la segunda oportunidad.
Un abrazo.
Muchas gracias Josep Maria, :)
EliminarUn poco en el más allá si que andaba, jeje suerte que al final todo terminó bien, y como bien dices ahora tendrá una segunda oportunidad para aprovecharla y vivir.
Un abrazo.
Me ha encantado el relato, Irene! Comparto la misma impresión de Ziortza, esa estructura le da un toque misterioso que mantiene en vilo hasta el final. Me alegra ver que has vuelto con fuerza y dispuesta a dar caña! Un fuerte abrazo, compi! ; )
ResponderEliminarGracias Ramón, me alegra muchísimo tu comentario, ;)
EliminarUn poquito de intriga, pero un final positivo, siempre se puede volver a empezar (sea cual sea) la causa.
Un abrazo, compi!!! ;)
¡Dios Santo! ¡Que angustia has trasmitido!
ResponderEliminarLo que no me queda claro si es una mujer desequilibrada que huye de su realidad a cada momento ¿Una paranoica?¿O a caso de esas otras que cree obligado dar a conocer al mundo su valía como fémina?
En todo caso un relato que irrumpe con fuerza después de guardarte todo para ti.
Besos, compañera.
Creo que es de esas personas que se creen obligados a darse a conocer, el ego, (cruel y desconsiderado) vuelve ciego al más listo.
EliminarAunque... un poco paranoica diría que también, ;)
Muchas gracias por el cumplido Francisco, es un honor recibirlo de tu parte, :)
Besos!!!
Me ha transmitido mucha sensación de claustrofobia, mucha angustia en ese no saber dónde estaba la mujer, y mantienes la expectación hasta el final. Muy bien contado.
ResponderEliminarBesos
Muchas gracias Conxita, la pieza clave es Gabriel, sino el final sería indefinido.
EliminarMe alegro haberte transmitido esa sensación de claustrofobia y agradezco mucho el comentario, :)
Besos.
Días de angustia la verdad, en los que inevitablemente, y por el paso de tanto tiempo, la protagonista empieza a pensar y desear que el final llegue cuanto antes, sea el que sea. A su manera, la luz termina siendo una tabla de salvación según los casos, bien poniendo fin al sufrimiento, o bien permitiendo que ella renazca.
ResponderEliminar¡Un abrazo!
¡Hola JC! Sí, la luz termina por ser su tabla de salvación, aunque creo que la nueva oportunidad es sin duda lo que más deseaba.
EliminarMuchas gracias, compañero! ;)
Un abrazo.
Un relato completamente claustrofóbico. Llegué a pensar que se había enterrado viva.
ResponderEliminarMuy bueno.
Un besillo.
Muchas gracias Maria!!! :) Poco le ha faltado para acabar enterrada, suerte que tenía personas que se preocupaban por ella y lograron localizarla.
EliminarBesos.
Acabas de volver pero ya estás cómodamente instalada entre las musas, Irene. ¡Qué buen relato! No nos das toda la información para forzarnos a pensar, a conjeturar, pero consigues hacernos llegar, y hasta involucrarnos, en los sentimientos y emociones de la protagonista.
ResponderEliminarUn toque de misterio y drama ponen la guinda a esta estupenda historia.
Me alegro de que finalmente se salvara, creo que deseaba una segunda oportunidad en su vida...
¡Un beso grande!
Julia muchísimas gracias por tus palabras, :) Por ahora se han portado pero toco madera, cruzo piernas y brazos, (hago lo que sea necesario) nos le dé por silenciarse de nuevo, jeje
EliminarSi yo también me alegro (a las dos nos gustan los finales felices) ;) un nuevo comienzo.
Muchos besos!!!
Dejas a la imaginación del lector ¿Qué estará ocurriendo? Pienso que en esos momentos de angustia de Emma pasando por uno mal momento de dolor y angustia y se recrea en sus pensamientos encontrando al ego de protagonista y sin "esperanza" de salvación, dejando tras de sí más Karma.
ResponderEliminarPor suerte en el último momento le vino una luz, no la esperada seguramente, pero si otra que le salvó de otra manera.
Elaborado y enigmático relato, Irene, el suspense ha estado en cada escena y me has mantenido en vilo hasta el final.
Excelente, como siempre son tus letras.
¡Un beso enorme!
Querida Mila, qué comentario tan bien interpretado.
EliminarNo sé que decir, apenas puedo añadirle más de lo que dices. ¡Enormes gracias!!!
Muchos besitos, ;)
Espero que al final, lo arreglara un poquito y te haya dejado más o menos tranquilo, ;)
ResponderEliminarMira que me has hecho reír con el comentario, muchas gracias Julio!
Un abrazo.
Hola Quimera, que relato chica, no sabía bien que le pasaba, me ha agobiado por momentos, me ha recordado a mi "basura" ella sigue siéndolo la tuya es una mujer de carne y hueso con ganas de salir del pozo, al menos así lo pienso. Besos mil
ResponderEliminar¡Muchísimas gracias Eme!
EliminarDe eso se trataba, de no saber bien, bien, lo que estaba pasando, así que me quedo muy satisfecha por haber logrado transmitírtelo.
Y sí, con muchas ganas de salir de ese pozo, compartimos idea, :)
Muchos besitos, ;)