Pero ella no iba a
desterrar la idea del no, sabía que llegaría ese día, lo conseguiría.
Su madre siempre la
reñía, ¿la razón? Bueno es que Lola nunca salía de casa por las puertas, no,
no, se tiraba al vacío por las ventanas. Creando las expectativas a un futuro
no muy lejano donde lograría su propósito.
Con los años y miles de
chascos convertidos en aparatosas caídas de los cuales los rasguños siempre
eran torceduras de tobillo. Desterró al fin su cometido, su madre feliz por ver
su hija al fin crecer le dijo. – Haces bien hija, creer en algo que no esté a
nuestro alcance es un fracaso asegurado.
Pero hubo un fallo en las
palabras de la madre, la Lola hasta la fecha conocida despareció, convirtiéndose
en un ser huraño, frustrado y enfadado.
Todo le parecía mal, no existían
metas en su vida, sabiéndose que no las lograría de antemano ni siquiera se las proponía.
Se encerró en su
habitación día, tras día, haciendo de ésta su templo.
Su madre preocupada por
el estado de su hija, y dándose cuenta que había cometido un error infundiéndole
aquel mensaje, trazó un plan.
Al despertarse una Lola
arrisca y desencantada bajo a desayunar.
- ¡Mamá! –gritó
¿Dónde estás? ¿Mamá? – nada.
En la casa no había
ninguna señal de vida, su cabeza malhumorada, fue directa a la nevera, pero
antes de abrirla vio un post-it que decía.
- Hija a las
12:30h debes estar arreglada, te vendrán a recoger.
Más irritada de lo que ya
estaba, hizo una pelota con el papel y lo tiró a la basura, pensó ¡ja! Lo lleva
claro si piensa que voy a ir a ninguna parte.
Con las suficientes
provisiones para sobrevivir un par de días se fue directa a su habitación, una
vez con el estómago lleno volvió a su duermevela habitual.
Un ruido de bocinas la
despertó de golpe, ¿pero qué pasaba? Se asomó por la ventana, justo delante de
la casa había aparcada una furgoneta XXL con unas grandiosas alas que se movían
al compás del viento. Y la bocina otra vez, no paraba, venga a pitar y pitar,
qué sonido más molesto. Recordó la nota de su madre, bajó a trompicones
preparada para decirle cuatro cosas al del claxon.
- ¡Haga el
favor de parar de pitar!
- Por fin la princesita
se ha dignado a bajar.
- ¿Cómo te
atreves?
- Lo que
escuchas y ahora vete a asear, te cambias y en 10 minutos nos vamos. Al ver que no se movía. ¡Venga rápido!
- Yo no pienso
ir a ningún sitio contigo, no sé quien eres y no me gusta como me hablas, ¿qué
te has creído?
Con un suspiro de esos
que salen del alma y siempre consiguien calmar el temple, le dijo.
- Está bien
empecemos, he sido contratado por tu madre hoy pasarás el día conmigo tenemos
que ir... – no lo dejó terminar.
- Pues
cancelado, adiós. – se giró para irse a casa.
- ¡Alto! Lola para
que lo entiendas cobro por adelantado y la política de la empresa es que no
existen devoluciones, así que vas a ir a cambiarte y bajarás en 10 minutos, y
para que te quede claro si no es a las buenas iré yo mismo a lavarte los
dientes.
- Pero, pero…
¡imbé…!
Sabía que había
perdido la batalla y una parte en su interior volvió a sentir vida. Está bien
iría, mucho sería que su madre hubiera contratado a un psicópata para
deshacerse de ella.
- Vale, ahora bajo
- 10 minutos-
la aviso, haciendo el movimiento de lavarse los dientes.
Ya subida en la furgoneta
y pasados varios minutos en silencio.
- ¿Y bien dónde
me llevas?
- Vamos a
volar.
Se puso muy nerviosa,
incómoda y molesta por todo lo que le desencadenó esa palabra.
- ¡Para el
coche! No pienso ir, déjame bajar. – como no paraba. ¡Ahora mismo!
- Tranquila,
tranquila, no pasa nada, relájate. Tu madre me lo ha explicado todo, como se
equivocó durante muchos años al decirte que no podías conseguir tus sueños, por
eso me ha llamado.
- Pero yo ya no
sueño, no quiero volar.
- Entonces
verás como lo hago yo y si al final te apetece, entonces solo tendrás que
decírmelo.
Más calmada, con un
simple movimiento de cabeza aceptó lo que le decía aquel chico.
- Bueno sabes
muchas cosas de mí, podrías por lo menos decirme como te llamas, ¿no te parece?
- Si claro,
Ángel.
Ya no dijo nada más era
todo demasiado extraño, llevaba muchos años escondida en su templo, uno inquebrantable de
emociones que había hecho mella en ella convirtiéndola en un recipiente sin alma.
Llegaron a un descampado,
miró alrededor no había nada. ¿Sería un ángel de verdad? ¿Cómo iba a volar si
no había nada a su alrededor? Lo observó sacar unos aparatos de la furgoneta. Un
par de trastos que parecían bombonas de oxígeno, la miró y le sonrío, fue hacía
ella.
- Todo listo,
entonces qué ¿yo primero y luego tú? ¿o los dos a la vez?
- Creo que
mejor te miro y luego me llevas a casa.
- Ay princesita
hoy no te irás de aquí sin volar.
- No vuelvas a
llamarme así.
- Está bien
Lola. – y le guiñó un ojo. ¡Vamos allá!
Sin dejarle elección le
colocó el aparatoso trasto en la espalda como una mochila, por un segundo del
mismo peso perdió el equilibrio. Una vez se colocó él todo el equipo, le
explico como debía accionarlo y volar.
Lo primero que sintió
Lola al apretar el mando fue como sus pies se elevaban unos centímetros del
suelo, sin creérselo miro hacía abajo y pataleo eso provocó unos segundos de
descontrol, pero Ángel preparado para aquello la tenía cogida por los brazos, sonriéndole
le dijo que se lo tomara con calma, que debía aprender a estabilizarse. Ella se
relajó aunque molesta, ¿siempre reía ese chico?
Una media hora más tarde
y con algo más de control estaba elevada unos tres metros del suelo, tan feliz
se sentía que su sonrisa se le comía toda la cara. Fueron dando tumbos de un
lado a otro, sintiéndose ilusionada de nuevo, por fin lo había logrado.
- Se está
tan bien aquí, unos minutos más por favor.
- Seguro que más tarde me arrepentiré, si quieres mañana te recojo a la misma hora.
- ¿De verdad?
- Sí, sé lo que
es cumplir un sueño.
- ¡Gracias!
Una vez en el suelo se
abalanzó a los brazos de Ángel, sintiéndose de nuevo llena de sueños y deseosa
por cumplirlos. Él la miró de aquella forma que sabes a ciencia cierta que esa
persona será importante en tu vida, y tu corazón comete el error de latir por
unos segundos de manera diferente.
Porque quién sabe puede
que el futuro les deparará una bonita amistad o algo más, pero eso ya corre a
cargo de vuestra imaginación, ;)
Mi querida amiga Irene, es este un cuento precioso y muy ajustado a estos tiempos que corren en los que soñar es una tarea que debemos defender a toda costa. ME HA ENCANTADO.
ResponderEliminarAhora bien, hablando de aleteos, permitime que te diga que vos sos una de esas personas que el leerte nos permite soñar, y que con las alas de tu sensibilidad nos llevas a volar sobre territorios sensibles, y eso, amiga, hay que agradecertelo de corazón.
Estoy seguro que esas alas tuyas te llevarán a cumplir tus mejores sueños.
¡Un beso grande!
Ay José Ángel yo es que es leerte y quedarme muda de emoción por las palabras tan bonitas que siempre me dedicas, no hay nada que pueda decirte más que agradecerte con el corazón todo los gestos que me dedicas, porque para mí son súper valiosos.
EliminarEspero que sean compensados de alguna manera, a volar, :) Besos!!!
Hay que hacer lo que sea por esos soñadores que quieren volar.
ResponderEliminarNoa
Si hasta tirarse al vacío sin alas, :)
Eliminar¡Muchísimas gracias Noa!
Qué bien lo dices, amiga. Vale la moraleja.
ResponderEliminarFelices fiestas!
Abrazos
Muchísimas gracias José, me alegro mucho de tu comentario, :)
Eliminar¡Felices fiestas!!! Un abrazo.
Qué bonito cuento, Irene. Pero lo que más me ha gustado es la moraleja. Nadie debería de impedirnos soñar despiertos, y nunca es tarde para darnos un empujoncito para conseguirlos. Por cierto, a mi este Ángel pícaro me ha gustado. Yo ya he decidido como continua el cuento. ;)
ResponderEliminarUn abrazo, guapa. =)
Siempre debemos soñar, que nada nos impida no creer en que al final lograremos conseguirlo, :)
EliminarMuchísimas gracias Sole, ;)
A mí también me ha gustado este Ángel, jeje
Besos!!!
Los sueños se acaban cumpliendo. Solo hay que creer en ellos.
ResponderEliminarUn besito, linda.
Muchísimas gracias Sue, :)
EliminarSiempre hay que soñar, y volar!!!
Besitos, ;)
Precioso y ensoñador texto
ResponderEliminarsoñar es vivir
vivir debe de ser volar
un beso y muy felices fiestas ¡¡¡¡¡¡
Muchísimas gracias María, ;)
EliminarMe alegra que te pases por aquí, solo es pensar en volar y salen unas alas enormes, :)
Besitos y felices fiestas!!!
¡¡Qué bonita historia!! Nadie debería prohibirnos soñar, los sueños son la energía que nos mueve. En cuanto al final, yo ya lo tengo más que decidido, jeje. Un beso enorme
ResponderEliminarMuchísimas gracias Chari, ;)
EliminarMe alegra mucho que te haya gustado.
Yo el final también lo tengo decidido, jiji
Besitos!!!
Perseguir los sueños a pesar de los batacazos que nos demos es importante, si no la vida carece de sentido. Si nos encerramos en nosotros mismos empezaremos a morir.
ResponderEliminarbonito relato con un buen mensaje en su interior. Siempre habrá un ángel que nos guié.
Besos
Muchísimas gracias por el bonito comentario Francisco, :)
EliminarSi caemos en el error de no soñar nos consumiríamos, y los batacazos son el proceso natural para seguir... ;)
Es verdad siempre hay una mano amiga que nos ayuda y guía cuando andamos perdidos.
Besos!!!
Bonito relato, al menos la madre se dio cuenta del error e intentó enmendarlo. Siempre se deben perseguir los sueños y defenderlos incluso de nosotros mismos.
ResponderEliminarUn saludo
Muchísimas gracias Conxita, :) me alegra tu visita. Darse cuenta de un error y aprender de él es el paso a seguir.
EliminarNunca debemos renunciar a nuestros sueños.
Un abrazo, :)
Los sueños son muy importantes, no se deben descartar y hay que arriesgarse, sin la imaginación y sin sueños, el mundo estaría vacío y sin sentido.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho como has reflejado la importancia de los mismos. Y algo que vale mucho, que la madre se dio cuenta de su error e hizo lo posible y justo para enmendarlo.
Me alegro de que en tu historia ganara la sensatez de hacer las cosas bien, y nunca es tarde y siempre se puede. La madre comprendió y devolvió la alegría a Lola.
¡Estupendo Irene! Una gran lección.
Besos;)))
Muchísimas gracias Mila, :)
EliminarSoñar.. ¿qué haríamos sin la grandeza de dibujar posibilidades e ir a por ellas?
No seríamos más que sombras sin diferencias, pasos sin memoria.
Gracias por estar, :)
Besos!!!
Qué historia más hermosa, me ha emocionado, tal vez porque me pillas en días más sensibles que otros...
ResponderEliminarGracias por traernos a este Ángel con esas alas...
Miles de besos!!!
Gracias a ti Flora por decirme estas cositas tan bonitas, tú si que me has emocionado!!!
EliminarMuchos besitos y a volar!!!! :)
Es precioso tu relato, soñar es lo más bonito... nadie debería matar los sueños, tampoco alimentarlos de manera descontrolada...sólo ayudar a que parte de esa quimera se pueda realizar... es tocar el cielo. Tú lo has creado, Irene.
ResponderEliminarMil besitos y Feliz Navidad, bonita.
Muchísimas gracias por el comentario y por tus palabras Auroratris, ;)
EliminarEs verdad soñar es lo más bonito que hay, siendo realistas para que una vez lleguemos a la meta el vuelo haya merecido la pena, :)
Espero que hayas tenido unos días maravilloso, besitos!!!
muy bonito
ResponderEliminarGracias Mari Carmen, :D
EliminarYo me alegro de que por fin pudiera volar, pero me imagino que luego el tipo se marchó: igual tenía que hacer volar a más jovencitas :)
ResponderEliminarMuchas gracias Holden, :)
EliminarYa me has roto el ''vivieron felices y comieron perdices'', jeje, ;)
Es muy bello tu relato. Soñar es un regalo divino.
ResponderEliminarMuchas gracias Kenia, ;)
EliminarSoñar es maravilloso, nos da unas alas enormes para seguir, :D
Me ha gustado mucho tu relato vivir un sueño y que se cumpla. Me ha gustado la moraleja. Es la primera vez que leo tu blog dejame que siga te puedo añadir ?
ResponderEliminarMuchísimas gracias Maria del Carmen, :)
EliminarQue nunca dejemos de creer en nosotros, en nuestros sueños, ¡a volar!!!
Me encantaría que me añadieras, gracias!
Ay Irene, nadie ha dicho lo más gracioso del texto, y es que la chica se ha llevado el 2x1, sueño cumplido y posible hombre de sus sueños jeje. Bromas aparte, el mensaje visible del texto es tan cierto como indiscutible: soñar no cuesta nada y jamás debería privarse a nadie de ser un soñador/a, siempre que no se quede en ese mundo y también viva aquel en el que los sueños se alcanzan jeje.
ResponderEliminarAunque he llegado algunos días tarde, me sumo a la fiesta del aleteo :P ¡Un abrazo enorme!
Bueno, bueno... ese final del 'posible hombre' ya depende de vosotros, jeje Por lo que veo tú si que has decidido el final, ¿verdad? :D
EliminarMuchísimas gracias José Carlos, soñar es lo más maravilloso que hay y conseguir lo que nos propongamos más, sin trabas, sin miedos y siempre tocando la realidad.
Puedes pasar cuando quieras, ;) (yo también he estado unos días desconectada) ¡Un fuerte abrazo!!!