jueves, 21 de noviembre de 2024

Ojo por ojo, diente por diente

 



En aquel desvelo, susurros maliciosos enmarañaban mentiras, falsedades que mostraban escenarios mortales. Cuchicheos que se sentían como sermones yaciendo en el pecado. Desterrada en el infierno de otros. Aquellos que debieron acogerla la habían mancillado, cedido una mano para luego quitársela sin temor ni remordimiento. Ángela no se sentía segura, por primera vez en su vida fue consciente de la mentira. De verdades veladas, de dobleces apremiantes. No era soledad, era reconocerse ante desconocidos, visionar una nueva atmósfera, una trampa venenosa.

—Pequeña, debes entenderlo.

—El qué, padre, explícamelo.

—Lo hemos perdido todo, no nos queda nada.

Y era cierto, aquella casa, la que hasta horas atrás sentía su hogar no brillaba.

—Lo que me pides es inmoral.

—¡Joder! Tú, solo haz lo que se te requiere —Ángela sintió esas palabras como una bofetada, una furia no reconocida en aquel hombre que hasta ese momento idolatraba, y lo vio, por primera vez reparó en lo que era, un monstruo enfermo. —Es hora de que aportes algo. Te prometo que solo será esta vez, nos lo debes, a veces en las familias se hacen cosas que no nos agradan, pero piensa que es un bien común.

—Y, ¿qué espera de mí?

—Ya te lo he explicado, solo tienes que seducirlo, coquetea con él, y cuando no te vea ponle estos polvos en la bebida, ¿ves qué fácil? Solo eso, nada más, el resto lo hará Germán.

—Pero…, padre. No me pidas eso, te lo suplico.  

—Déjate de tonterías, te he visto tontear mil veces con el hijo de Paco. Es lo mismo.

—No, no lo es. Solo de pensarlo, sé que no puedo, y si me toca, me da asco, no quiero, por favor. —Suplicó entre lágrimas.

—No querrás que le pase nada a tu hermano, ¿verdad?

—¿Cómo?

—Mira niña, estoy harto, os lo hemos dado todo, pero si no obedeces, algo malo pasará, y estarás presente cuando suceda.

El primer error, la aceptación del bien común en deshonra del propio. Y quizás lo supo, ese no sería el primer favor, ni tampoco la última vez que haría por otros lo que sus creencias le negaban. Por las noches rezaba, de repente de la nada le vino la necesidad de rogar a un Dios, a un ente invisible, creyendo que en cada ruego encontraría la salvación. E imploraba, lloraba y suplicaba que todo terminara, pero no sucedió.

Con los años terminó desgastada, muerta en vida, acatando actos de otros, dejó de rogar, nadie la acogió, renunció a ser un animal herido para convertirse en el villano. Amordazó cualquier sentimiento, aquella adolescente dejó de existir, convertida en una aberración amaestrada. No sentía pena por las víctimas, ella misma lo era.

Pero todo cambió, el miedo pasado regresó exponiéndose, decadencia de aquello que se hizo en nombre de la familia, de la protección y seguridad por su hermano, desmenuzándose como cuando se vive en paralelismo distintos. En un egoísmo burlado de disfraces no compartidos.

Encontró a su madre en la salita donde siendo niña se creyó parte del todo, bebiendo, a saber, cuántas copas llevaba encima, pero con resignación decidió ignorarlo y solo preguntarle lo que le interesaba.

—¿Dónde está Alfonso?

—¿Por qué?

—Habíamos quedado para comer y no me coge el teléfono.

—Se habrá olvidado, ha salido con tu padre y su socio, algo importante de la junta. Ya sabes cómo son estás cosas. Y ahora déjame, estoy ocupada.

—No, mamá, no lo sé, ¿qué es tan importante?

—Bueno, hija, quizás no ha querido decírtelo, eres algo desconfiada y aunque Alfonso te aprecia, sabe cómo te pones cuando no salen las cosas como tú quieres.

—¿Desconfiada? Y, cómo dice que me pongo mi presuntuoso hermanito.

—Sí, estás amargada y no lo entiendo.

—Claro, mamá, qué vas a entender si vas alcoholizada desde hace cinco años. Así te es más fácil no ver en lo que me ha convertido tu marido, pero ni todas las botellas restarán la realidad y es que soy un juguete al que usar para cerrar tratos. Así que dime, desconfiada de qué.

—Esto lo tienes que hablar con ellos, yo no sé nada.

—Esta vez no vas a esconderte como una cobarde, y me dirás de qué va lo de Alfonso,

—Lo van hacer socio de la empresa.

Fuertes palpitaciones anidaron en su corazón, como gorriones en busca de sustento, creyendo por un momento que esa sensación de frío interior la mataría. Pero había aprendido a no mostrar ningún sentimiento. Esa flaqueza lo único que proporcionaba era coacción, corrosión que no podía permitirse. 

—Así que va a ser socio, ¿desde cuándo? Qué más da. Esto solo significa que me libero. Díselo a ambos cuando lleguen de jugar a los grandes empresarios.

—Te he dicho que hables con tu padre.

—No, lo voy a hablar contigo. Llevo años sometida por miedo a que le hicierais algo a Alfonso, y ahora resulta que mi querido hermano va a ser socio y no se me informa. Más que eso, se me trata peor que a un perro, y no solo eso, es que ahora solo proceso una genialidad, y es que, a partir de ahora será él quién me diga lo que se espera de mí, pero sabes qué, ni hablar. Buscaros a otra a la que utilizar. Aunque, fíjate, no todo son malas noticias, imagínate cuando papá se entere de que se te ha ido la lengua, se va a enfadar mucho. —Ronroneo con desdén. —Hoy habrá doble celebración, pero esta mamá, es problema tuyo.

—No, no, no le digas nada, hablaré con ellos, te prometo que todo será diferente, pero no, no…

—Ay, mami, es que le das demasiado a la bebida, debes controlar que luego se habla de más. Pero céntrate y escucha con atención, como estás tan parlanchina no tendrás ningún problema. ¿Estás atenta? No voy a repetirlo.

—Sí, sí, pero hija, sabes cómo se pone.

 —Ah, en estos momentos tus miedos son secundarios, ahora viene la mejor parte, escucha con atención, ni penséis por un segundo que vais a continuar manejándome. Dile a mi padre que he aprendido cosas, cosas que debéis temer, porque vuestras peores pesadillas ni se acercan a lo que sería capaz de haceros si os volvéis acercar a mí. Y a mi hermanito dile que en la próxima vida dejaré que se pudra en el infierno.

Pero Ángela no se quedó saciada, por un tiempo creyó, así lo sintió, que solo con estar lejos de ellos, de lo vivido, adquiría una clase de misticismo bíblico, un consuelo que no recibió, su cuerpo ya nos les pertenecía, pero su mente seguía cautiva, así que regresó, lo hizo, y quemó con todo y todos aquellos seres que la usaron a su antojo.

 

<<Habéis oído que antes se dijo: ‘Ojo por ojo y diente por diente.’ Pero yo os digo: No resistáis a quien os haga algún daño. Al contrario, si alguien te pega en la mejilla derecha, ofrécele también la otra. Si alguien te demanda y te quiere quitar la túnica, déjale también la capa. Y si alguien te obliga a llevar carga una milla, ve con él dos. Al que te pida algo, dáselo; y no le vuelvas la espalda a quien te pida prestado…>> MATEO 5:38-48



Últimamente ando de un crédulo increíblemente acogedor, eso provoca que no tema a escribir y, escribir, sin temor. Sé que este relato es mucho más largo de lo habitual, así que, si habéis llegado hasta aquí: MIL GRACIAS. ¿Os soy sincera? Estoy literalmente experimentado y ver hasta dónde llego, pero sobre todo, de lo que soy capaz. Ahí, sin miedo. (Va, solo con tembleques silenciosos, muchos). Y como estoy pedigüeña os agradecería que me dijerais sin temor alguno, errores o mejoras. Qué morro, ¿eh? O mejor dicho, menudo compromiso.

Todavía sigo bajo el influjo de Lilith, así que he seguido leyendo varias cosillas, ;)

Besos, y más abrazos.


24 comentarios:

  1. ¡Hola, Irene!

    Qué bien que fluyan las ideas, los diálogos y las historias por tu cabeza. Eso que algunos llaman las musas o la inspiración. En el fondo del relato subyace ese miedo a decir no. Y cuando ya has cedido la primera vez te han metido en el canasto. Has logrado crear a un personaje poliédrico y con sed de venganza. Como en las buenas pelis je, je.
    Quizás estés en el momento perfecto para escribir una novela :)
    Besos y adelante!

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    1. Hola, Miguel.
      Justo esto lo comenté con mi hermana, y es que últimamente no son las ideas que se cuecen, estas andan rozando un vengativo extremo, es la cómoda que me siento, y eso hace que fluya. Que no escriba algo y ahí se quede, es algo más. Siempre digo quién sabe, para no cerrar puertas que ya disponen de candados y cierres de seguridad, ja, ja, ja, pero últimamente me estoy diciendo, sigue probando y ya se verá. Lo que digo, una crédula, ;)
      Mil gracias por tu apoyo, agradecida es poco.
      Besos.

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  2. Hay que aprender a decir que no, y eso a según quién lo has de hacer, cuesta, pero es necesario por el propio bien de cada uno.
    Besos.

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    1. Hola, Alfred.
      A veces uno teme decir que no, por las consecuencias que estas puedan derivar, creo que es algo que se aprende con el tiempo, bendito este que se confabula y nos enseña.
      Muchísimas gracias por tus palabras.
      Besos.

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  3. Mi mejor consejo es que no escribas para que guste a otros. Ya eres muy buena escribiendo, y si a alguien no le gustan tus historias, no es porque sean malas, sino porque esa persona no era tu público y le puedes mandar a pedalear.

    En cuanto a la historia, me ha encantado, salvo por la referencia bíblica final que me ha desubicado un poco. Pero es personal, es que tengo ojeriza a esa frase porque, si lo piensas un segundo, ojo por ojo el mundo no queda ciego, al final quedará uno tuerto y, ¿cómo el último ciego iba a cegar al último tuerto? Matemáticamente incompatible, quedará uno con un ojo, ergo véngate y trata a los demás como ellos te maltrataron.

    No me hagas caso, son pajas mentales mías. Sigue escribiendo.

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    1. Hola, Kiffi.
      Es el mejor consejo que me puedes dar, y tienes toda la razón, es como la vida, no a todos agradamos es imposible, es más, sería raro que así fuera e incómodo. Pero creo en la crítica como medida de aprendizaje, y si te soy sincera, la agradezco, no quiere decir que luego vaya a convertirme en esa imagen proyectada, pero si puedo valorar errores que quizás no sea consciente que cometo a nivel de escritura.
      Sobre la referencia bíblica, viene a colación a el título del mismo, a la necesidad de la protagonista de creer en ese ente que debería haberla salvado y no lo hizo, y que al final, por mucho verso leído, no lo contempla y se venga. Es como una negación a la misma.
      Pero tu lo lógica, es matemáticamente perfecta, ja, ja, ja
      Va, sigue con tus pajas mentales, son geniales, ;) Yo me debato conmigo misma cada dos horas, así que me encanta ver que no soy la única.
      Mil gracias por tus palabras, Kiffi. Miles.
      Un fuerte abrazo.

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  4. Irene, el comienzo del fin es precisamente la liberación de toda carga, así que continúa derramando venganza literaria, ayudará a limpiar tus miedos por todos los no, que no supiste decir y todos los si, que callaste.

    Un relato interesante, rico en matices expresivos y reflexivos, donde las emociones que subyacen afloran con fuerza a la hora de la verdad. El cuadro familiar es patético y lamentablemente muy común.
    La venganza está servida para relamerse los dedos y a veces se hace tan necesaria para sanar a medias... Lo del ojo por ojo suena a más martirio ingrato sin ningún beneficio. Ahora bien, el perdón es aún más delicioso y saludable que la venganza, pues esta última nunca nos deja buen sabor ni libres por completo.

    Irene, en otro comentario te hable de escribir una novela y Miguel te lo dice también, la mesa está servida, tienes material sobrado en tu cabeza y el blog, hazlo y que te sirva de desquite de todo aquello que deseas resolver, aprovecha el influjo de Lilith, anda y dale rienda suelta a ese espíritu, eres excelente escribiendo y sobretodo haciéndolo super bien sin importar el género, pero el de saldar cuentas se me antoja que se te da muy bien, ja, ja.
    La canción le va muy bien al relato. La consigna bella Irene, es que,
    hay que vivir PARA UNO, y después para Lo demás, pero nunca para LOS demás. Recibe todo mi cariño.

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    1. Hola, Idalia.
      La verdad es que ando de un vengativo literario un tanto siniestro, sí, para que negarlo, ja, ja, ja Y mira que intento escribir otros géneros, pero no me suelta, aquí me quedo.
      Claro que lo recuerdo, hasta la idea que me expusiste de cómo se podría iniciar. Y la tengo muy, pero que muy en cuenta, ahora mismo tengo muchos borradores con ideas, (que se tienen que desgranar) citas, listados de música, se podría decir, que últimamente me paso el día sentada delante del ordenador, si no es trabajando, es escribiendo, leyendo o en el blog. La luz de sol no me reconoce, ja, ja, ja Me empiezo a parecer a mi imagen de avatar, :) Deberé centrarme, y evitar la compulsión que me hace ir de un lado a otro cabeceando.
      Hay que ser algo egoísta, verdad. No en plan negativo, sino por uno mismo, los roles que se adquieren en la vida son complicados de eliminar, y luego pasa que lo que un día se hizo en nombre del amor, miedo, contención o simplemente bien común, termina rigiendo en un patrón de obligación.
      Mil gracias por estar siempre, preciosa amiga.
      Besos.

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  5. Creo que escribes muy bien.
    No puedo aconsejarte porque no tengo los conocimientos para ello.
    A mí me gusta la fuerza que hay en cómo escribes.
    Eres dura y no rehúyes el combate... eso se nota en lo que leo.

    Besos.

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    1. Hola, Xavi.
      Qué no tiene los conocimientos dices, ay, pero si eres emoción revestida en savia.
      Una poquita, bueno, bastante mala leche sí tengo, ¿eso se hereda? Es uno de los legados que me cedió mi padre, ja, ja, ja. En cambio, reírme de todo, y más, cuando no toca de mi madre. Eso nos salva, no te parece.
      Entiendo lo que me quieres decir y te lo agradezco muchísimo. Para mí es un honor, y lo encuentro muy bonito.
      Mil gracias por tus palabras.
      Besos.

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  6. Yo tampoco soy quien para aconsejarte nada sobre escritura, realmente eres muy buena, únicamente voy a darte mi humilde opinión sobre lo mejor y menos bueno de este texto. Empiezo por lo menos bueno jeje ... como dice Xavi, no rehuyes el combate, de hecho tu crudeza poética creo q es uno de tus fuertes y mayores atractivos literariamente, bien, pues creo q en este texto te faltó esa garra tan habitual en ti cuando describes lo q debe soportar Ángela de su padre y hermano...eso es lo q he echado en falta...en ese punto se me queda como insípida la historia, algo descafeinada...porque además, darle más color y profundidad a los detalles del sufrimiento pasado por ella, justificaría aún más su reacción final , por lo demás fantástica IRENE !!! ..Descripciones y diálogos ágiles y perfectos, trama entretenida y bien resuelta en fin, muy muy bueno el tecto...y aunq es verdad, que es cierto como te dicen q no debes preocuparte por quien te lea o si gustas o no, te comprendo, tienes un potencial inmenso, mereces desarrollarlo y para llegar a eso, si te valemos de conejillos de indias encantadísimos aquí comiendo tus zanahorias..jajaja...un absoluto placer!!! y en otro orden de cosas, sólo para q sepas mi sentir de lo q has visto alli, odio las etiquetas, nadie mas q yo.
    No sabes lo q llevo luchado para quitarme las q me han venido pegando a lo largo de mi vida, sin tener nada q ver conmigo ( por ser hija o nieta de..por tener tal o cual imagen... pero como dije allí y sé has comprendido, eso solo ha sido un juego, una manera de echarle humor a tanto drama como nos rodea ..siento q te has quedado con una imagen en blanco...la verdad es q te conozco poquito y no tengo datos para imaginarte , pero al margen de ideologías, q en tu caso, ni idea, a ti te veo como una mariposa llena de colorido con corazón de león ; ) un besazo cosa guapa y mil gracias!

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    1. Hola, María.
      Es cierto lo que dices, este relato lo he aligerado, porque en el bucle en el que traqueteo he valorado: es largo, no lo hagas pastoso, relájate, (algo que me cuesta, no lo negaré), pero como digo, estoy experimentando, y oye, qué bien sienta.
      Ahora me siento culpable, por utilizaros, no, qué va, ;) Otro día me pedís algo y yo estaré dispuesta, palabra. Es lo que le he comentado a Kiffi, no concibo a la crítica, siempre que construya, como algo negativo, el debate, hablar, exponerse es aprendizaje.
      Lo he entendido como un juego, preciosa, una manera divertida de sacar esta presión que nos enrarece, sé que era pronto, y yo hasta el tercer café soy algo huraña. No sé exactamente lo que te habrá sucedido, y quizás me exceda al comentar, pero me reitero en la individualidad como un todo, no somos nuestros padres, y tampoco ellos lo son a la inversa, cada uno cosecha sus propios pecados, y estos no se transmiten, por lo que no debería estigmatizarnos. Así que no debes justificarte, o sí, hazlo, si así lo necesitas.
      Vaya palabras bonitas me dices, :) Qué relindo.
      Mil gracias a ti, por tu confianza, por tus palabras y por todo.
      Besos.

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  7. ¡Hola, Irene! Jo, qué buen relato. No temas a la venganza, es uno de los motores narrativos más potentes y atrapantes para el lector. Al menos en mi caso, quiero personajes que se rebelen a su suerte, que incluso les lleve a traspasar la moral y sus propias convicciones. El personaje que nos muestras lo hace en varios momentos de su vida, hasta llegar a ese final donde la venganza no se sirve fría, sino ardiente, je, je, je...
    Dado que pides sugerencias, aunque esto siempre es subjetivo, te propondría iniciar el relato con el diálogo. Las primeras dos intervenciones ya son una bomba de lo que va a pasar y atrapan nada más leerlas. El primer párrafo lo colocaría después, es una reflexión que podría funcionar mejor una vez el lector "ve" la situación a la que se enfrenta la protagonista.
    Un fortísimo abrazo!!!!

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    1. Hola, David.
      Qué alegría que hayas vuelto, :) Olé, olé, y olééé. Se te extrañaba mucho. ¿Nos tienes que explicar algo de la novela? Va, cuenta, cuenta.
      Uy, últimamente aniquilo a todo el mundo. Los relatos todos tienen un fondo funesto y mortal, es más, hasta empecé uno con una idea, y la historia empezó a cambiar y terminó mal, bueno, tormentosa para el protagonista, claro, ja, ja, ja
      Oye, pues tu sugerencia me gusta, lo he releído rapidito y siendo así, debería modificar una parte de los siguientes diálogos, ampliar el siguiente párrafo para que quedara en sintonía, pero es cierto que le da otra perspectiva al relato. Voy a jugar con esa idea, no la descarto.
      Mil gracias, muchas, muchas.
      Un fuerte abrazo.

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  8. Yo nunca me atrevo a hacer una crítica literaria, pues no me siento preparado para ello. Y mucho menos dar consejos. Pero lo que sí puedo decirte, aunque parezca algo ambiguo, es que tienes un estilo narrativo muy personal, y con esto quiero decir que tienes un sello especial, inconfundible. Tu narrativa suele ser, a mi entender, densa, lo cual requiere que el lector profundice en cada detalle de la historia, en lugar de leer alegremente y superficialmente, como ocurre en otros casos. De este modo, atrapas la atención a lo largo de todo el texto. Y tu léxico es muy bueno. Así que adelante.
    Un beso.

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    1. Hola, Josep Maria.
      Para no atreverte a hacer una crítica literaria, lo que me dices es el mejor premio que podría recibir, y es que, soy consciente, y a veces intento contenerme (fallo, claro), porque si leyéndome me siento atorada, no quiero pensar lo que os sucede a vosotros.
      Supongo que, por eso a Gaveta, no le niego nada, :) La vida en sí, densa y convulsa, pero también con matices sosegados.
      Más que agradecida por tus palabras, Josep Maria.
      Mil gracias, miles.
      Un beso.

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  9. No creo en las críticas. De hecho, si existe el trabajo de crítico o de lo que sea, no existe trabajo que respete tan poco, por no decir nada. Creo en el me gusta, no me gusta, me es indiferente. Pero sí creo que en lo último que has de pensar cuando escribes, es si va a gustar, si no va a gustar, o si va a causar indiferencia. Si le damos importancia a eso, estamos perdidos. Así que yo solo te diría, tal y como digo en mi primera entrada de mi blog: escribe atendiendo, SOLO Y UNICAMENTE, a tu estado anímico, etílico o sobrio. Lo demás es mierda. Ergo a mí me gusta lo que escribes, y sobre todo el CÓMO lo escribes.

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    1. Hola, Cabrónidas.
      Peco de muchas cosas, una de ellas la pesadez (así aligeramos el trato) Y eso me hace decir o hacer cosas que luego pienso, chica, te hubieses callado, porque no quería que derivara en esto, en verdad que no. Si creo en la crítica, en la buena, pero no para modificarnos, sino para mejorar, los que venís al blog sois siempre los mismos, eso hace que de algún modo haya creado un vínculo, uno de admiración y respeto, como el de un amigo que le puedo pedir consejo, porque estoy en un lugar seguro, eso no transformará lo que soy, ni lo que diré, ni haré, pero puedo aprender de lo que se me escapa de los dedos o simplemente desecharlo porque no me representa. ¿Has visto que ansía de absorción tengo? :)
      Pero oye, mi egolatría con ese CÓMO ha subido 3 puntos, en un rato iré a pasear a los perros y cuando deba agacharme bolsa en mano, bajaré de nuevo a la tierra.
      Más que agradecida, te lo aseguro, mucho más.
      Un fuerte abrazo.

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  10. Qué relato más duro y, por desgracia, más real. Hay familias, ricas por lo general, que funcionan como empresas y para las que sus miembros, generalmente las mujeres, son otro recurso más para el enriquecimiento. No sé lo que se exige de la protagonista, pero me lo puedo imaginar. Por lo que cuentas, esta ha encontrado el camino para huir de la angustiosa situación.
    A mí me gusta mucho tu forma de escribir. Es muy personal y siempre lleva tu sello. Yo te diría como Kiffi que escribas lo que te gusta a ti y no lo que les pueda gustar a otros. Así sabrás que a los que nos gusta, eres tú la que nos gusta realmente.
    Un beso.

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    1. Hola, Rosa.
      Tengo bastante rechazo al poder, hasta el ser más noble cuando esta en una posición elevada se termina corrompiendo, o yo lo veo así, claro. Y el problema es que debe ser tremendamente fácil adaptarse a estar flotando en ese espacio intocable, por lo que el ser humano para seguir en ese estado impenetrable será capaz de todo.
      Qué bonito lo del sello personal, sabes, Rosa. Es algo que hablo mucho con mi hermana, y me preocupa, a veces cuando termino un escrito siento que me cuesta mascarlo, y eso me provoca una incertidumbre terrible. Así que agradezco todo el apoyo.
      Mil gracias por tu cariño.
      Un beso.

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  11. Me gusta cómo escribes, la narrativa es de primera. El relato parece extraído de una historia más amplia. Bien estructurado en dos partes, ella con el padre y luego con la madre. Forma y fondo aprueban con creces. A escribir se aprende escribiendo, así que sigue así, yo te recomendaría probar con algo más ambicioso: ¿una novela?
    Abrazos!

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    1. Hola, Ethan.
      Muy agradecida por tus palabras. Es lo que le comenté a Miguel, siempre he dejado una pregunta al aire, para no cerrar un camino de por si tapiado, pero últimamente me siento más cómoda, crédula, y voy a ver hasta dónde llego, sin importar el fin, porque estoy disfrutándolo cómo hacía tiempo no me sucedía.
      Mil gracias por los ánimos, :)
      Un fuerte abrazo.

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  12. Se dice que la venganza es un plato que se sirve frío. Con este relato, yo lo cambiaria con un "la venganza es una casa que arde" jaja

    Tu protagonista, Ángela, tiene una carga emocional aplastante. Si acaso mide un metro, no me sorprendería con todo ese peso emocional que lleva sobre sus hombros. Quemar tiene algo de simbólico: mucha gente, sobre todo los esotéricos, queman cosas ya sea que estén cargadas negativa o positivamente, como una forma de purificar. Me imagino a la protagonista contenta por lo que hizo, pero nunca en paz. Y se lo advertiría. Deprime su situación y como suelo contradecirme, quizás hasta la hubiera aplaudido y animado para que se lance.
    Va un abrazo, Irene.

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  13. Tus textos están llenos de fuerza y sentimiento, sabes transmitir muy bien eso. Por poner un "pero", a veces el inicio es algo "críptico" y cuesta pillar la historia, pero puede que sea yo que ando algo espesa estas semanas por culpa del agobio del trabajo.
    Anímate con lo de la novela, yo me lancé a la piscina y me lo pasé fenomenal, es un formato más complejo que el relato pero, al mismo tiempo, más enriquecedor y que permite licencias muy gratificantes.
    Un beso.

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