Nacido en la sombra cual cucaracha del inframundo se me fue denegado el disfrute de su luz. No fui el único, no, otros tantos también retozaron en la contrariedad. El estatus y su elección hicieron que fluctuáramos hacia la pérdida de cualquier placer terrenal.
Aprendimos desde el origen nuestra valía, abrigándonos en la asfixia del desamparo y la soledad. Sombras que se cernieron sobre nosotros como si de un descarte se tratara, viéndonos abocados a vivir en las cloacas del submundo, sin distinguir lo que nos rodeaba.
Llamaradas han lacerado nuestra piel sin el privilegio de visualizar la figura del horror que ha impartido cada sufrimiento. Hemos sido aclamados, ennegrecidos y nombrados, quedando éste último grabado en las fauces de la historia. Y es que el error que pagamos es por el alzamiento y rebelión de otros, he aquí lo que queda, pánico, miedo e ingratitud. La nada, la traición cernida sobre hechos ocurridos miles y miles de años atrás.
No aspiro
redención, ni perdón, solo la confirmación de lo que mi creador concibió; un demonio. Máscaras sin visión que solo la
obtienen reemplazando otros cuerpos, pero la crueldad de los pecados que
representa que soy culpable me impide realizar tal ofensa, solo queda la espera
de este apático y sátiro destino. Porque soy consciente de que me hallo y
hallaré eternamente en esta absoluta negrura, nunca avistaré el albor de lo que
me rodea, el reconocimiento de la oscuridad es, pues; mi único credo.
Hola Irene. Un original tratamiento sobre uno de tantos de los dado en llamar ángeles caídos. Has reinterpretado la dicotomía de la luz y la sombra; el bien y el mal, o eso me parece, Irene.
ResponderEliminarUn cordial saludo, compañera.
Hola, Isabel.
EliminarSí, sí, justo es esa la intención del relato.
Muchas gracias por tus palabras.
¡Un saludo!
Hola, Irene. Consigues transmitir muy bien la desolación del protagonista. Muy logrado el tono, también y muy original la historia. Felicidades.
ResponderEliminarHola, Marta.
EliminarMuy agradecida por tu comentario, me alegra saber que el personaje te ha transmitido sus emociones.
Un beso.
Muy bueno tu relato, Irene, y muy original. No se trata de un ciego tradicional, creo que en su negrura hay algo más que la simple falta de luz. me ha encantado.
ResponderEliminarUn beso.
Hola, Rosa.
EliminarNo sabes cómo me alegra saber que te ha encantado.
Muchas gracias.
Un beso, y feliz domingo.
Impresionante tu relato, preciosa... impacta la fuerza que transmites describiendo esta sensación y su consiguiente reflexión. Te felicito, Irene.
ResponderEliminarMil besitos que te lleguen y muy feliz día ♥
Querida Auro, mil gracias por tus palabras, me hacen muy feliz, de verdad.
EliminarMuchos besos, y abrazos.
Impresionante trabajo descriptivo a la hora de expresar con nitidez algo tan sutil e indescriptible como lo es tu etéreo protagonista: el ángel caído o el espíritu del inframundo surgido de la soberbia y rebeldía al sumo Creador. También otras versiones complementan esta visión bíblica, donde se les menciona como gigantes o seres extraterrestres (Nefilims) que cohabitaron con las mujeres humanas para crear una nueva raza híbrida.
ResponderEliminarEs también meritorio tu singular propuesta para este reto del Tintero, donde existe un evidente paralelismo entre las sombras y la ceguera.
Un beso fuerte, Irene.
Ay, Estrella. Qué bien lo has descrito, mejor imposible, si me hubieran dicho que lo explicara, cogería tu comentario, es maravilloso, totalmente. Mil gracias por tu acogida.
EliminarMuchos besos, enormes.
Con que fuerza y sentimiento lo has escrito. Con que fuerza y sentimiento ha sido narrado por el personaje. Un excelente trabajo, Inere.
ResponderEliminarHola, RR.
EliminarMil gracias por tus palabras, súper agradecida.
Un abrazo.
Hola, Irene. Original apuesta la tuya, el padecimiento y la pena de un demonio y, además contado de una manera poética. Buen relato, ya lo creo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola, Isan.
EliminarMuchísimas gracias, tenía dudas de si el enfoque era el adecuado, creí de veras que había acotado la línea entre el relato y las bases del reto.
Un abrazo.
Fuerza y sentimiento en un relato en la que se resalta esa dualidad de luces y sombras.
ResponderEliminarUn abrazo!
Hola, Norte.
EliminarMuchas gracias por sentir esa dualidad, y tu comentario.
Un abrazo.
Hola, Irene.
ResponderEliminarEsto es lo que se dice un relato sencillito y frugal ja, ja, ja. Más en serio, me ha parecido un retrato perfecto sobre la oscuridad en el más amplio sentido de este término. También diría que conocer la sombra es casi imprescindible para disfrutar de la luz en toda su intensidad.
Un beso y enhorabuena por un reto superado con brillantez.
Hola, Miguel.
EliminarFrugal del todo, :) debe ser a raíz de lo que estamos pasando, pero me doy cuenta de que desde que estoy volviendo a escribir mis letras andan un tanto oscuras, (y no es que antes fueran ningún lucero) je, je, así que con el reto de David se han aprovechado. Mil gracias por tu cariño.
Un beso.
No quiero analizar tu bella entrada me ha gustado mucho Me he quedado leyendo mas hasta pronto
ResponderEliminarHola, Recomenzar.
EliminarMuy agradecida por tu comentario.
Un saludo.
"El reconocimiento de la oscuridad es mi único credo...". Nos propones un relato desde la perspectiva de ese ángel caído que retoza en la contrariedad y lo haces con figuras metafóricas muy bien logradas en ese objetivo hacia lo siniestro. Una mirada diferente de la ceguera.
ResponderEliminarHola, Matilde.
EliminarMuchas gracias por tus palabras, sí, como le comento a Isan, dudé si no estaba rozando la línea entre las bases y el escrito expuesto, así que ahora, al ver vuestra recepción me siento realmente feliz.
Un abrazo.
Que fuerte tu micro, esos ángeles caídos luchando en las sombras.
ResponderEliminarComo dice Matilde nos ofreces en tu micro "una mirada diferente de la ceguera".
Un saludo Irene
Puri
Hola Puri,
EliminarMil gracias por tu comentario, muy agradecida.
Un abrazo, y feliz domingo.
¡Hola, Irene! Cómo me alegra que el reto haya traído de vuelta a tus musas. ¡Y de qué manera! Una narración épica, que me ha llevado a un estilo Lovecraftiano, con un personaje que a fuerza de vivir en la oscuridad acepta que la misma se apodere de su alma. Una narración muy expresiva, llena de frases contundentes que le dan ese tono de leyenda romántico gótica que siempre es una delicia. Estupendo aporte al reto. Un abrazo!!
ResponderEliminarHola, David.
EliminarLa verdad que cuando leí las bases del reto, pensé, uy, difícil, difícil, y luego de repente ¡pum! Todo vino solo, pero como le comento a otros compañeros, por un momento pensé: te van a decir que rozas las bases en exceso, hacía tanto que no escribía, que no me ponía en la piel de ninguna historia o personaje, que de verdad que a una le entran dudas, ¿estará bien? ¿será excesivo? y blablablá… :) Muchas gracias por tu bienvenida y tus palabras, David.
Un fuerte abrazo.
Pues doy la razón a David y añadiré que algo de Alan Poe también me ha traído a la memoria tu relato descriptivo que como alegato, deja un ser oscuro a la posteridad. Estamos habitados por esa mezcla de demonios y ángeles en lucha continua en busca del conocimiento y la luz.
ResponderEliminar¡Como me alegra leerte de nuevo Irene!
Un beso, compañera.
Hola, Javier.
EliminarY no sabes cómo me alegra a mí, de verdad, mucho. Sobre todo por vuestro cariño.
Si que vivimos en un conflicto diario, ya no sabemos que esperar del mañana, ni lo que nos encontraremos. Esa incertidumbre como le comento a Miguel habrá hecho que mis letras anden un tanto más oscuras de lo habitual, así que tu referencia a Poe, y sobre todo tus palabras me alegran mucho.
Un beso.
Hola, Irene! Original e impactante tu microrrelato sobre los ángeles caídos. ¡Qué mayor ceguera que la de estar condenado a vivir por siempre en penumbra! Felicidades y un abrazo.
ResponderEliminarMil gracias por tus palabras, Beri.
EliminarToda la razón, qué mayor condena.
Un fuerte abrazo.
Hola Irene. Una visión muy Interesante la que haces del ángel caído. La oscuridad que creas es densa como la brea, consiguiendo una descripción del infierno del protagonista muy a lo Poe.
ResponderEliminarReto superado. Un saludo.
Hola, Bruno.
EliminarMe ha gustado muchísimo esta frase que me dejas: densa como la brea, mira que no la incorpore en algún relato, si lo hago te nombro como referencia, :)
Mil gracias.
Un saludo.
Hola Irene, qué bien qué participes de nuevo, yujuuu. Pero vaya personaje siniestro nos traes, diabólicamente malo. No sé si nacido en la oscuridad o desterrado a verla eternamente. Allí desarrollará el olfato a la mil maravillas cual cucaracha en las cloacas. Puede que hasta antenas le salgan a este ser, colmillos y alas. Tu escritura es inconfundible. Esa prosa poética te delata, por mucho que te escondas en la oscuridad jeje. Gracias. Un beso.
ResponderEliminarHola, Eme.
EliminarDe nuevo, aquí, con vosotros y el Tintero que aparte de proponernos retos dificilísimos, nos une a todos a través de la escritura, y crea vínculos preciosos. Y de los de verdad, no importa el tiempo que pasemos sin escribir, sin formar parte de él, siempre, siempre que regreso hace que parezca simplemente un ayer. Me entusiasma saber que mis letras me delatan, pero me alegra más saber que tú así lo percibes.
Gracias a ti, siempre.
Un beso.
Hola, Irene, cuanto tiempo sin leernos, me alegra que volvamos a coincidir, y lo haces con este pedazo de relato. Mezcla de intriga con una prosa poética. Eso dota de mucha profundidad a tu relato. Una original propuesta, intensa y muy bien escrita. Me encantó.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz año!
Hola, Pepe.
EliminarEs verdad, no tengo perdón. Esta vez ha pasado demasiado tiempo.
Me alegra y te agradezco muchísimo tus alentadoras palabras, de corazón que es así.
Un abrazo, y feliz año para ti también.
Toda una declaración de principios acerca de su destino por parte del protagonista. Un monólogo que, de tenerlo que recitarlo nosotros, nos daría algo o más bien mucho miedo. Saludos Irene 🖐
ResponderEliminarHola, JM.
EliminarPues es verdad, esperemos que no le toque recitarlo a nadie, miedo es poco lo que se podría sentir.
Muchas gracias por tu comentario.
Un saludo.
!Hola Irene!
ResponderEliminarQué manera de participar en este reto, con un relato que deja ver que en la penumbra se tiene mas visión que en la luz, se le puede ver desde tantas aristas diferentes, pero me quedo con esa especie de decálogo almico, donde el alma se hace consciente de su desprecio, por el hecho de haber sido ultrajada y desfavorecida quizás para favorecer a otro.
Ese "Hemos sido aclamados, ennegrecidos y nombrados, quedando éste último grabado en las fauces de la historia", me habla de ángeles (buenos, negros y caídos), y la imagen nos da esa pista del ultimo, el ángel caído, el que ha dejado toda una generación de vástagos igualmente deshonrados y vetados, innombrables e infelices almas que cargan con un mal karma.
Un monólogo lastimero, de un alma de muy baja autoestima, que se regodea en vejarse y reducirse a casi nada, proclamándose como la oscuridad mas absoluta, es como si hablara la misma oscuridad de su desdicha y de lo mucho que ha sido despreciada...
Irene, aunque tengas mucho sin escribir, no has perdido ni un ápice de tu manera de hacerlo, siempre enriqueces tus relatos con un mundo interior inabarcable en pocas palabras, pero tienes una maestría para ajustarlo al plano limitado, que pareciera que nos has escrito toda una historia, sintetizada en miles de emociones y escasas palabras. Un don que definitivamente debes seguir fomentando querida jovencita.
Te dejo un fuerte abrazo.
Querida, Harolina.
EliminarTe admiro, y te lo digo con la mano en el pecho, de verdad, a veces creo que los comentarios que os dejo son pequeñeces, y que realmente merecéis mucho más. Qué tengo que esforzarme más, como lo haces tú, que no solo lees, analizas, desgranas, sientes y compartes con tanto respeto. Eres increíble. Es maravilloso este pedazo de comentario, me quedo sin palabras. Me haces replantearme el escrito, verlo desde tu misma percepción, bajo el prisma de tu análisis. Mil gracias Harolina, no sabes lo feliz, pero enormemente feliz, que me haces.
Un fortísimo abrazo.
Creo que introdujiste con tu relato mucha originalidad al reto. Me encanta el tratamiento que le diste al tema. Saludos.
ResponderEliminarHola, Ana.
EliminarMuchas gracias por tus palabras, me alegran de veras.
Un saludo.
¡Hola, Irene!
ResponderEliminarFantástico monólogo de una creencia de los principios de la creación, en donde existió la rebelión entre ángeles y demonios, luz y oscuridad. Y en la misma oscuridad se puede ver con claridad la condición del opuesto.
El protagonista acepta su condición y solo espera que se le atribuya el título que cree poseer; demonio. Ente tan necesario como importante para que la evolución continúe.
En tu relato me muestras que las dos caras de una moneda pueden coexistir al mismo tiempo, y lo importante es aceptar en este caso, la ceguera, para poder verse en la oscuridad donde habita.
Mis sinceras felicitaciones, preciosa, tu talento para la escritura parece crecer con cada regreso. Has resumido a la perfección una gran historia.
Abrazo inmenso, corazón.
Hola, preciosa Mila.
EliminarMuchísimas gracias por tus palabras, y comprensión del relato, me quedo tranquila al saber que es así, a veces (bueno, casi siempre) ;) al escribir peco del exceso, y temo que no se comprenda, o perciba como quería expresarlo. Que la imagen que tengo creada no sea expuesta de la misma manera, así que cuando os leo y veo que no es así, todos los temores desaparecen y no solo eso, se me queda una sonrisa como la que tengo ahora, que no se quita por nada del mundo.
Un beso enorme.
¡Hola, compañeros y amigos! Perdonad que no os esté contestando los mensajes, lo haré de forma individual en estos días, (el cuándo depende del tiempo y de mi tétrica organización) ;) pero no quiero que penséis que nos os lo agradezco, todo lo contrario MIL GRACIAS por tan alentadoras y amables palabras, me siento súper feliz cada vez que recibo uno de vuestros comentarios.
ResponderEliminarEspero que terminéis de pasar un estupendo domingo.
Y ahora con el minutero en marcha, me voy a dar una vueltecita por vuestros blogs, ;)
Besos y abrazos.
Hola Irene, ¡tanto tiempo sin leernos! Realmente un gusto reencontrarte en medio de tanta "oscuridad". ¿Quién dijo que a los demonios no les duele su lugar? Muy interesante tu planteo y muy bien llevado en la brevedad.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola, Juana.
EliminarSí, muchísimo tiempo. Me alegra que eso haya cambiado, :)
Muchísimas gracias por tus palabras, Juana.
Un fuerte abrazo.
Gran aportación la tuya para un Tintero que se está saliendo.
ResponderEliminarFelicitades, Irene.
Un saludo.
Hola, Macondo.
EliminarToda la razón, el Tintero se está saliendo.
Mil gracias por tu comentario.
Saludos.
Un relato que casi calificaría de apocalíptico. El mundo de las tinieblas debe ser el peor lugar en el que vivir.
ResponderEliminarFascinante.
Un abrazo, Irene.
Hola, Josep Maria.
EliminarMe encanta lo que dices de fascinante.
Mil gracias, y es cierto, ha de ser el peor lugar.
Un beso.
Hola.
ResponderEliminarQué buen relato, he sentido esa opresión, ese miedo y esa soledad, describes realmente bien.
Qué miedo me daría vivir en un mundo de tinieblas.
Muy feliz semana y enhorabuena por el micro.
Hola, Gemma.
EliminarMe alegra saber que el relato te ha transmitido todas esas emociones y que lo dejes plasmado con este alentador comentario. Muchas gracias.
Un beso.
Magnifico relato pera el tintero, me ha producido repelús leerlo de pensar en la más absoluta oscuridad y tinieblas. Felicidades Irene.
ResponderEliminarAbrazos.
Hola, Conchi.
EliminarMuchísimas gracias por tus palabras, incluido el repelús, :)
Un abrazo.
Triste destino, pobre ser. Buena descripción de todo lo que otros hicieron con él e incluso después de él. Un abrazo.
ResponderEliminarHola, Cyn.
EliminarMuy agradecida por tu comentario.
Un fuerte abrazo.
Hola Irene, buen relato el tuyo, consigues transmitir el sufrimiento interior de alguien que ha perdido sus alas y ha sido condenado a la oscuridad por la eternidad. De la gloria al inframundo.
ResponderEliminarHola, Carles.
EliminarMuchas gracias por tus palabras, y decirme lo que te ha transmitido el relato.
Muy agradecida.
Un saludo.
Hola, Julio David.
ResponderEliminarLa felicidad, qué difícil palabra, efímera, caótica, necesaria y una búsqueda incesante. Nadie puede ser perpetuamente feliz, es imposible, como tampoco lo son las emociones inversas.
Gracias por el comentario, me has hecho reflexionar un poquito. Hacía tiempo que no pensaba justo en eso.
Un abrazo.
Siempre es un placer leerte.leerte . con tanto dicho en tan poco y por si fuera poco nos dejas pensando.
ResponderEliminarQue genia eres! Abrazosbuhos! !!
Muchas gracias por tus palabras, Buhoevanescente.
EliminarUn abrazo.
La ceguera como castigo a una ofensa divina. Buenas descripciones de ese mal que se ennegrece aún más como consecuencia de la propia penitencia, donde está claro que no hay redención posible.
ResponderEliminarBuen relato.
Un beso.
Hola, Paloma.
EliminarMe alegra de veras que te hayan agradado las descripciones.
Muchísimas gracias.
Un beso.
¡Irene encantada de volver a leerte! Un relato inquietante y viviendo en las tinieblas da miedo. Un abrazo.
ResponderEliminarY yo Mamen, me alegro mucho por ti que también vuelvas a escribir.
EliminarUn placer que volvamos a encontrarnos.
Muchísimas gracias.
Un beso.
Belissimo relato! Etão real!
ResponderEliminarPaira sobre nós uma sombra negra e espessa, que mos rouba o o sorriso e nos cobre o rosto. Apenas a incerteza existe em todos nós!
Saludos!
Hola, A.S.
EliminarMuy agradecida por tan bonito comentario.
Muchas gracias.
Un saludo.