Bella infanta de rizos rubios que al primer corte desaparecieron,
pero no así la vanidad que quedó implantada en su organismo. Adoraba la
admiración que otros le profesaban. Era tan fácil obtener el todo con ella. Niñita
de papá en el pasado, mujer de otros en el ahora, pero siempre agasajada entre algodones
de pieles y brillos.
Aprendió o simplemente nació en su interior un hambre voraz.
Un puchero, un guiño, caricias que regalaba en la mentira de la inconciencia. Despliegues
que agujeraban la cartera de otros como un arma letal. Una vida, un negocio, en el
que escudriñaba proveedores que mantuvieran el estatus del que se creía
merecedora.
Todo expuesto por semanas en un sumario que utilizaba como
diario, mofándose de aquellos incautos, de la obsesión, de las temeridades que
cometían en nombre de un amor ciego. Inalcanzable. El ego creció creyéndose indestructible,
la ofensa pública para quien quisiera o tolerara escucharla y ese fue el error.
Un vídeo, dos, tres resurgieron como tormenta en todas las
redes sociales, destruyendo ese pequeño mundo codicioso abandonándola a la
nada. Solo quedando el recuerdo de un me gusta que desdibujó aquella bonita
estampa.
Palabras: 192
*Hace muchísimo que no me presento a ningún reto de escritura, disculpad cualquier error que pueda cometer. Podéis entrar en el link del Tintero de Oro, el tema a seguir es: MICRORRETO: LAS REDES SOCIALES.
Mil gracias por vuestro tiempo, ;)
Besos, y abrazos.
Hola, Irene, qué flaco favor nos hacen los "me gusta" en las redes, aunque, inevitablemente, los vayamos buscando. Hay que tener la cabeza muy fría para que no nos afecten como a la protagonista de tu relato. Buen aporte para el microrreto.
ResponderEliminarMuchas gracias por participar.
Un abrazo. :)
Hola, Merche.
EliminarEs verdad, no nos hacen ningún favor, a gran escala es como una validación continua que se le exige a otros, cuando la realidad es que eso es lo que menos debería importarnos.
Muchas gracias a ti.
Un beso.
Excelente relato. Me gusta la forma en que muestras cómo se infla un ego. Un saludo
ResponderEliminarMe alegra, muchas gracias, Juana.
EliminarUn besazo.
Excelente tu regreso a las propuestas tinteras con este texto que nos alerta de la vanidad y de los peligros para el alma de las redes sociales. Un vídeo, por ejemplo, te puede hacer viral y sin embargo destrozarte una etapa de tu vida. Besos y abrazos, Irene!
ResponderEliminarHola, Miguel.
EliminarSí, cuantas veces se ha encumbrado a alguien para más tarde utilizar esas mismas palabras para no solo renegarlo, sino castigarlo por ellas. Las redes nos acercan, pero también pueden alejarnos cruelmente.
Muchísimas gracias.
Besos.
Se persigue el like como algo real y sin embargo creo que es la mentira más grande que se pueda recibir. Te felicito, mi querida Irene. Intachable tu participación.
ResponderEliminarMil besitos con cariño ❤️
Hola, preciosa Auro.
EliminarEs aterrador buscar el agrado constante, es más, solo de pensarlo hasta taquicardia me provoca, no puedo evitarlo, soy un poquito huraña, ;)
Mil gracias por tus palabras.
Muchos besos.
Nunca como ahora resultó todo tan efímero...
ResponderEliminarUn desliz, un imprevisto, un cambio de tendencia y de repente: ya no estás...
Besos.
Hola, Xavi.
EliminarNunca mejor dicho, pero lo peor no es que no estés, es como puedas quedar, esas manchas cruentas son temibles.
Mil gracias.
Besos.
¡Qué gran verdad maja: No hay nada como inmunizarse a fuer de ser sinceros con curitas de humildad! Me complace tu forma de escribir.
ResponderEliminarComo Jesucristo a sus apóstoles...."Duc In Altum"...¡"Sigue Adelante"!
Post Scriptum : ¡Y con Gran Honor por aquí me quedo, por tus predios!
💎🎩🕴
Hola, Juan.
EliminarSi nuestro comportamiento no es correcto, más vale saberlo, si algún día me desfaso, agradecería muchísimo que me pararan los pies. Más vale una verdad dolorosa, que alimentar una mentira.
El honor es mío, totalmente.
Mil gracias.
Un beso.
Hola, Irene. Qué bien muestras la hipocresía y la vanidad tan extrema que reina en tantas publicaciones. Lo rápido que las redes pueden destruir reputaciones y la facilidad con que inflan egos. Un micro estupendo.
ResponderEliminarHola, Marta.
EliminarEl poder de cualquier tipo destruye, más cuando es proveído continuamente con cumplidos, así lo único que se logra es perder la perspectiva.
Muchísimas gracias.
Un beso.
Hola, Irene. Las redes han logrado sacar ese egocentrismo y vanidad que todos, en mayor o menor medida podemos poseer. Las redes sociales, bien utilizadas y utilizadas con responsabilidad, son una herramienta fabulosa, pero cuando se utilizan con otros fines...y por ahí parece que gira el interés de quienes las promueven. Un gran microrrelato. Un abrazo!
ResponderEliminarHola, Mayte.
EliminarLas redes tienen un punto muy favorable y es que nos acercan a personas que tienen un mensaje muy cercano al nuestro, es como el blog, sin él, seguramente no escribiría de la misma manera y no os hubiese conocido a muchos de vosotros, y sobre todo no aprendería como lo hago, y eso es de un valor inmenso. Pero supongo que se trata del uso en el que se emplee.
Muchas gracias.
Un beso.
¡Sonrisa, sorpresa, sonrisa! Las historias de Irene, la Quimera. Uy cuánto tiempo. Alegría por volver a leerte.
ResponderEliminarMe quedo con una frase de tu micro: "..destruyendo ese pequeño mundo codicioso abandonándola a la nada". Has reflejado con tu historia el vacío y la banalidad imperante en las redes. Mil abrazos.
Hola, preciosa Eme.
EliminarMis sonrisas de regreso, :) Felicidad la mía, y muchííísima de esta.
Qué bien que te haya gustado.
Muchos besos.
Tampoco hay que dramatizar. El fracaso es tan efímero como el éxito. Ambos mentira.
ResponderEliminarAbrazooo
Hola, Gabilante.
EliminarBuena frase, quizás el éxito no impere en otros sino en nosotros mismos. Saber reconocer el auténtico valor. Pero es cierto que necesitamos la comprensión de los que tenemos cercanos para sentir que nuestro mensaje es válido y no estamos solos.
Mil gracias.
Un beso.
Has descrito muy bien los claroscuros de las RR.SS. Tan pronto encumbran a sus usuarios como los sumen en la ignominia y el descrédito.
ResponderEliminarUn beso.
Hola, Paloma.
EliminarEs verdad, una misma palabra en otro tiempo puede desacreditar, da algo de miedo, pero al mismo tiempo crea conciencia de que no debemos caer en el error de creernos por encima de nadie.
Muchas gracias.
Besos.
Hola Irene, solemos caer en la trampa de un burdo "me gusta" y nos lanzamos en su busca. Pero la realidad es que todo tiene que fluir libre, sin ataduras, y las redes sociales como dice su nombre son "redes" de caza que te capturan y atrapan. Un abrazo
ResponderEliminarHola, Núria.
EliminarHaciendo autocrítica, cuando inicié con el blog, estaba paralelamente Google+, recuerdo que podías enlazarlo en muchas páginas y así conseguías más interacciones, cuando desapareció de algún modo pensé: mis letras no llegarán a nadie, pero la verdad es que de esa manera tampoco lo hacían. Es fácil conseguir un like, no así que nos lean. Así que, fíjate, lo agradezco, porque ahora es real, y creo que todos buscamos justo eso.
Muchas gracias.
Un beso.
Hola Irene uno de los peligros de las redes sociales los me gustas y las vidas ficticias o a las vidas que pueden llevar a quien cae nunca mejor dichos en sus redes. Un saludo.
ResponderEliminarHola, Ainhoa.
EliminarTienes razón, la foto perfecta no existe, o por lo menos no tan bella como se pretende mostrar.
Muchas gracias.
Un beso.
Ah, por esto mi viejo pero querido blogger gana por goleada en comparación a las otras redes sociales: todo trata sobre el comentario, la interacción, el mensaje con contenido. Blogger no nos pone opciones de reaccionar con emojis o "me gusta" o "no me gusta" a las publicaciones ni nada. Si algo te gusta, dilo.
ResponderEliminarY sobre Esmeralda, qué decir, fue una víctima de su propia belleza. Va un abrazo, Irene.
Hola, Julio David.
EliminarEl blog abre una ventana inmensa a la comprensión, al aprendizaje a conocer personas afines a uno. Como dices, de una manera honesta y tremendamente bonita. Es puerto seguro.
Mil gracias por tus palabras.
Un beso.
Las redes están llenas de personas que exponen completamente su vida y la de sus más allegados, todo por un exceso de vanidad. Una necesidad infinita de gustar a los demás y ser admirados y valorados! Segun nuestra personalidad y circunstancias, sin duda las redes se pueden convertir en armas de doble filo! Muy bien contado! Un abrazote!
ResponderEliminarHola, Marifelita.
EliminarSe comete un terrible error al querer agradar al resto, y en ese proceso nos olvidamos de nosotros. Soy de la creencia que podemos caer mil veces, y levantarnos otras tantas. El error no es malo, pero sí lo es, si con ello provocamos dolor ajeno, y la exposición dependiendo cómo puede proyectar mucha de esta.
Muchas gracias.
Un beso.
Las redes sociales son muy peligrosas si tu prestigio y tu ego dependen de ellas. Y hay que tener cuidado con usarlas para ofender porque se pueden volver en tu contra y de victimario convertirte en víctima. Muy bueno el relato.
ResponderEliminarUn beso.
Hola, Rosa.
EliminarSe debe tener mucho cuidado con el uso de ellas. Da miedo no solo lo que podamos hacer nosotros, sino lo que hacen otros escondidos en una pantalla.
Muchas gracias.
Besos.
Hola Irene, te salió muy bien. Estos personajes están pululando en el mundo virtual, pequeños tiranos, vanidosos y superficiales. No son todos pero para allá vamos... Saludos.
ResponderEliminarHola, Ana.
EliminarMe alegra que te haya gustado.
Muchas gracias.
Un beso.
Hola Irene, un buen relato, es peligroso buscar el agrado constante y más en redes, pensar que hay quien se obsesiona, y en este tema mucho cuidado sobre todo con los adolescentes, algunos llegan a tener problemas por estos temas.
ResponderEliminarUn abrazo!!
Hola, Dakota.
EliminarEstoy de acuerdo contigo. Sobre todo para los niños o adolescentes que solo ven la parte bonita, y pierden la perspectiva.
Mil gracias.
Un beso.
Por las redes pululan muchos personas vanidosas, sedientos por engordar sus egos, capaces de cualquier cosa por un 'me gusta'. Buena aportación.
ResponderEliminarSaludos!
lady_p
Muchas gracias por tus palabras, Lady_P.
EliminarUn beso.
Hola Irene pensaba que te había comentado, pero ha sido una buena excusa para releerlo. Fiel reflejo de la superficialidad y de nuestro mundo, en el que un día puedes creerte importante y al siguiente darte cuenta de la irrelevancia que realmente tenemos excepto para los nuestros. Me gustó! Un abrazo
ResponderEliminarHola, Lulita.
EliminarMuchas gracias por tus palabras y releerlo, :)
Cuando empecé a trabajar allá por el siglo pasado, me dijeron una frase que es bien cierta, y es que nadie es imprescindible. No nos creamos por encima de otros, porque hoy estamos aquí, pero mañana quién sabe.
Un beso.
Nunca como ahora la mentira está tan presente en la sociedad. Magnifico texto, Irene.
ResponderEliminarVengo del blog de Toro Salvaje. Lo que veo me gusta. Con tu permiso me quedo en tu blog.
Un abrazo.
Mil gracias, Mari Carmen. Me hace muy feliz que hayas decidido quedarte, y más si lo haces desde el blog de Toro.
EliminarUn beso.
Muy buen micro, sin dudas las redes tienen eso, te pueden subir a lo mas alto o dejarte caer a lo mas bajo, según sea el caso.
ResponderEliminarPor eso hay que ser muy cautos con lo que se publica en ellas.
Saludos.
PATRICIA F.
Hola, Patricia.
EliminarSí, se debe tener mucho cuidado, pero sobre todo responsabilidad.
Muchas gracias.
Un beso.
Muy buen relato, escrito con excelente forma y fondo de un tema de actualidad. ¿Cuántos caen por las redes sociales? Algunos se levantan y vuelven a las andadas con otros nicks hasta que sus egos vuelven a tumbarles.
ResponderEliminarAbrazos!
Hola, Ethan.
EliminarEs verdad, las redes depende a quién, incitan a la obsesión, sobre todo para aquellos que destilan crueldad. Da un poco de miedo según qué red.
Mil gracias.
Un beso.
Hola, Irene.
ResponderEliminarCuando tengas tiempo o ganas o ambas, te invito a que vuelvas a entrar en esta publicación
https://literaturabonsai.blogspot.com/2024/09/090994.html
Te dejé hecha un pregunta.
Hola, Julio David.
EliminarClaro, voy.
Un beso.
Realmente muy bueno, y qué bueno que hayas retomado la escritura. Bienvenida a este mundo en donde al escribir, hacemos catarsis colectiva. Un abrazo enorme. Rosana
ResponderEliminarHola, Rosana.
EliminarVaya que sí, escribir nos libera y más si en este camino existe comprensión.
Muchísimas gracias por tus palabras.
Un beso.
Hola, Irene, un buen relato el que escribiste.
ResponderEliminarEsmeralda es el ejemplo vivo de los avatares de las redes sociales, y es una pena porque abundan tantas Esmeraldas... coquetas, mimadas, egoístas, ambiciosas y muy superficiales, y todo esto se traduce en falta de amor, autoestima y verdadero calor humano, en resumen infelicidad y vacío interior...
Buen regreso al Tintero querida Irene. Besos.
Hola, Idalia.
EliminarEl problema es la superficialidad, ves a criaturas que quieren ser influencers, cuando todavía no comprenden lo que es importante. Solo ven el brillo, pero este carece de valor. De base. Supongo que me alegro ser de otra generación. La que para conectarse a una página tardaba una media de 5 minutos entre sonidos tipo fax, ja, ja, ja.
Mil gracias por tu cariño.
Muchos besos.
Esos "me gusta " son un arma de doble filo, te encumbran en un mundo ficticio y te lo crees, y lo mismo te entierran cuando ya a nadie le interesas .
ResponderEliminarBuen buen micro con un mensaje muy interesante
Un abrazo Irene
Puri
Hola, Puri.
EliminarEs verdad lo que hoy se idolatra mañana se repudia. Es algo bastante incoherente, por eso debemos ir con cuidado y ser totalmente honestos.
Muchas gracias.
Un beso.
¡Hola Irene! Que bien reflejas en el relato el daño que se puede hacer una publicación o un simple comentario en redes, sobre todo en los jóvenes, que a esas edades todo se ve un mundo y puede afectarte que de repente no recibas ningún me gusta o notificaciones.
ResponderEliminarUn saludo.
Y empiezo a seguir tu blog para poder ir leyéndote que acabo de descubrir que no lo hacía.
EliminarHola, Rocío.
EliminarLos jóvenes son más influenciables, es un problema ya que se nutren de ello cuando todavía no están formados y pueden concebirlo como algo natural cuando no es así.
Muchas gracias por tus palabras, y sobre todo por quedarte, :)
Un beso.
creo que las redes pueden enviar con mucha velocidad aquellas cosas que deben estar ocultas.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario, Jose.
EliminarUn beso.
Hola Irene. Siempre ha habido quien vive a cuenta de otros valiéndose de sus artes de seducción. Para esta clase de personas, las redes sociales abren un nuevo y amplio coto de caza. La parte negativa es que todo queda registrado, algo que nuestra amiga comprendió demasiado tarde. Un abrazo.
ResponderEliminarHola, Jorge.
EliminarEs verdad, la red es un submundo que almacena todo lo que hemos ido exponiendo en ella.
Un problemilla, para la que dices nuestra ‘’amiga’’, ;) O quizás no, la haga más consciente de la realidad. No hay nada como una buena caída para aprender.
Muchas gracias.
Un abrazo.
¡Hola, Irene! Muy bueno tu relato. Me ha gustado mucho tu estilo narrativo y cómo reflejas la subida y caída de Esmeralda a través de las redes sociales. Además estás reflejando una realidad porque hay muchas personas que viven por y para las redes sociales (es decir, para la opinión pública) y no hay nada más triste que esperar likes (la aprobación) de los demás sobre tu propia vida. ¡Un abrazo!
ResponderEliminarHola, Cristina.
EliminarTienes razón, lo peor es pretender conseguir de otros una continua validación, es un terrible error.
Muchísimas gracias por tus palabras.
Un beso.
Pues no se te ha notado nada que hacía tiempo que no participabas en concursos de este tipo. Te ha quedado un micro magnífico. Felicidades.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias por tus palabras, Macondo. Muy agradecida.
EliminarUn fuerte abrazo.
Hola, Irene, qué bien plasmada has dejado la peligrosidad del "me gusta", en este caso el ejemplo por mostrar a los demás lo que pensamos que todos quieren tener. La envidia juega a la contra y eso nos mete en una rueda de la que es difícil salir incluso siendo consciente de su naturaleza. Muy bien llevado, le guaje poético y ritmo pausado. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarUn abrazo!
Hola, Pepe.
EliminarTienes razón, se cometen muchísimos errores solo por agradar, uno puede hasta perderse en la niebla del me gusta.
Mil gracias por tus palabras.
Un beso.