Aquel pueblo tenía todo a su favor, costa, encanto y
sirenas. Pero en estos últimos años y una precipitada jubilación el viento dejó
de irles de cara. La razón: Inclemencia,
era la nueva e hija de alguien importante. Se notaba su falta de experiencia porque
esas notas que llamaba melodía bien podrían ser chillidos de cerdo. La cuestión
es que desde entonces los pescadores no salían al mar, aquellos alaridos insoportables
les perforaban los oídos. Y que decir de los turistas se marchaban de allí
corriendo para no volver eso sí dejando miles de quejas en el ayuntamiento,
poco a poco los comercios cerraron y el pueblo se sumió en un caos.
Para buscar una solución concertaron cita con el hijo de
Poseidón.
- Mire Sr. Tritón como se habrá dado cuenta nuestra
situación es crítica, Inclemencia es
muy bonita y apreciamos el gesto, pero su voz… necesita refinarla con muchísima
urgencia. Unas clases de canto le irían de maravilla, y para no causar
molestias del gasto se hará cargo el pueblo.
Está claro que aceptó, lo que no esperaban es que después de
asumir con todo, los abandonara por un ascenso. Ahora su desgracia ha vuelto, su
nombre: Borrasquita.
Concurso de Microrrelatos "MICROFANTASY III", en EL CÍRCULO DE ESCRITORES
jaja me ha hecho reír o mejor dicho sonreír Borrasquita
ResponderEliminargracias y suerte con tu relato, es fresco y da gusto leer textos así
un beso y mil gracias
:)
Muchísimas gracias María, :)
EliminarMe alegro de tu sonrisa.
Besitos!!!
Han solucionado un problema y se han buscado otro. Por cierto, quizá hubiera mejor empezado por indagar cuantas son las hijas del hijo de Poseidón, pues el problema podría eternizarse en una sucesión inacabable de voces de sirenas
ResponderEliminarSuerte con el concurso.
Besos
Yo creo que han visto un filón con lo de las clases gratuitas, y ahora se están aprovechando :D
EliminarMuchísimas gracias Francisco, suerte para ti también!!!
Besos.
Tu imaginación es un recurso inagotable querida Irene :)
ResponderEliminarYo espero impaciente cada aparición tuya con la certeza de que, en cada ocasión, como esta, disfrutaré leyéndote y dejándome llevar a tu bello mundo de letras sensibles. Éxito en el concurso, yo, acá, me quedo con el premio de leerte
Besos!
Ay José Ángel con tu comentario ya me siento una súper ganadora!!! Nada más necesito, :)
EliminarMuchísimas gracias por estar siempre, besos.
Jajajaja.
ResponderEliminarEn un día de m..., leerte ha sido un gran placer. Me has hecho sonreir.
Un besito, linda.
Me alegro Sue, que mis sirenas te arreglaran un poquito el día... los del pueblo no están tan contentos con ellas, jeje
EliminarBesitos!!!
Mitología que arranca sonrisas.
ResponderEliminarMuchísimas gracias Miguel Ángel por pasar y por el comentario, :)
EliminarUn abrazo.
Primero Inclemencia y luego Borrasquita, Quizás para el pueblo ahora cambie la dirección del viento jaja.
ResponderEliminarTienes una formidable imaginación, Irene, y te deseo mucha suerte en el concurso.
¡Muchos besos!
Yo creo que el viento les ha dado la espalda, jajaja una mala racha (nunca mejor dicho) ;)
EliminarMuchísimas gracias Mila, me alegras!!!
Besitos, :)
Maravillosa la idea de desaparecer y aparecer otra pesadilla. Un abrazo
ResponderEliminarEste cuento no tiene fin, :)
EliminarA ver que les depara el futuro.
Muchas gracias Maria del Carmen, un abrazo.
Saludos Irene, divertido y creativo relato, ahora le tocarán las clases a Borrasquita. Éxitos y bendiciones!
ResponderEliminarMuchas gracias Mery, :)
EliminarSí, esperemos que luego se quede con ellos.
Un abrazo.
Habrá que tenerle paciencia a Borrasquita... Un relato muy divertido.
ResponderEliminarUn saludo y mucha suerte.
Muchas gracias Bruno, :)
EliminarPaciencia no sé pero dolor de oído seguro que tienen, jeje
Un abrazo.
Jajaja. Muy bueno, ingenioso y simpático.
ResponderEliminarCreo que esos personajes deberían pasar un casting previo ante los lugareños para no llevarse más sorpresas desagradables.
Un abrazo.
Sí una audición creo que sería la mejor opción, o irse de ese pueblo y dejar a las sirenas que canturreen al gusto, :)
EliminarMuchísimas gracias por pasar y comentar Josep Mª, :)
Un abrazo.
Jajajaja qué relato tan divertido y original, Irene!! Está claro que uno tiene que mirar por lo suyo y que si el pueblo es pesquero y turístico, no pueden tener "en nómina" ni a Inclemencia ni a borrasquita :P ¡¡Menudo dilema!!
ResponderEliminarMe ha encantado, ojalá que tengas mucha suerte en el concurso.
Besitos de finde!!
Muchísimas gracias Julia, ;)
EliminarJijiji yo también creo que deberían tener a alguien con experiencia, sino imagínate que problema..:D
Muchos besos y feliz semana!!!
hola! muy inteligente . gracias me quedo por estos lados y te comparto. saludos.
ResponderEliminarMuchas gracias Buho, :)
EliminarMe encanta que te quedes y gracias por compartir.
Un abrazo.
Muy divertido esta borrasquita y su canto.
ResponderEliminarSuerte en el concurso.
Saludos
Muchísimas gracias Conxita, :)
EliminarMe alegro que te hayan gustado mis sirenas, malas chicas no son, pero las pobres cantan fatal, jeje
Un abrazo.
jaja, qué disgusto ser sirena y qu la voz en vez de atraer, aleje. Es muy original, Irene. Me gustó mucho :) Un abrazo
ResponderEliminarMuchísimas gracias Ana, ;)
EliminarSí que tiene que ser triste, pero nada que la experiencia y unas buenas clases de canto no puedan solucionar, jeje
Besos.
Holaaaa amiga Irene
ResponderEliminarTu ocurrente idea de transformar a "Guatemala en Guatepeor" por supuesto que ha resultado muy divertida, de modo que seguro que alguna nominación puede ser que te lleves ¡ánimo y suerte!
Muchos besos
Me alegro que te haya divertido Estrella, jeje
EliminarMuchísimas gracias y suerte a ti también, ;)
Besitos!!!
Felicitaciones por esa imaginación, que convirtió en alaridos el canto de sirenas. Me gustó.
ResponderEliminarAlaridos que tienen a un pueblo sordo y desquiciado mariaÉ, jejeje
EliminarMuchísimas gracias por pasarte y comentar, :)
Un abrazo.