Aún recuerdo como en el colegio se trataba de una lectura obligatoria, a los recién
llegados no les hacia ninguna gracia que sus hijos tuvieran una asignatura de literatura donde el tema principal eran
las brujas, escobas mágicas, gatos y hechizos, se quejaban de que la
imaginación de estos se desbordaba. Que adquirirían un lenguaje y escritura curiosa
y su comportamiento se volvía muy extraño, sobre todo la noche del 31 de
octubre, ¡qué tontería!
Si bien lo intentaron en varias ocasiones no pudieron frenar
las tradiciones, y esa fue la suerte de muchos chicos. Porque aunque seas
conocedor de la historia sin el miedo de vivir en primera persona la verdad de
esta, brota la desgracia cuando el temor no te hace partícipe.
Esta es la leyenda de Brian un chico delgaducho y poco dado
a hacer amigos. Su madre lo reñía por esto último, así que para hacerla feliz pasaba
largas horas en el riachuelo cercano al bosque. Cada día al salir del colegio y
cargado con su cuaderno de pintura se situaba debajo del árbol más frondoso, y con
la relajación que le proporcionaba el sonido del agua realizaba miles de dibujos. Hasta aquella tarde, escuchó
un murmullo lejano como un cántico que lo atraía. La curiosidad le pudo y
adentrándose con pequeños pasos se dirigió al bosque hasta toparse con un
juglar, que se hizo llamar el Poeta.
-
¡Chico! ¡Corre! ¡Vete! No deberías estar aquí.
-
¿Tú también Poeta?
Sólo son viejos cuentos, mentiras para aterrorizarnos a los más pequeños. En
este pueblo nunca pasa nada.
-
Ay chico, puedo asegurarte que no son embustes,
si esas viejas brujas te ven no podrás salir nunca más de este bosque, o quién
sabe puede que te caiga un peor castigo al haber entrado en la que es su casa,
y te conviertan en una seta o una calabaza.
-
No te creo, en el colegio se nos aseguró que
solo cruzar el arroyo se nos caería un rayo y como ves estoy vivo, ¡no me ha
pasado nada!
-
Mira, yo de ti saldría corriendo antes de que
sea tarde, te aseguro que todo lo que se cuenta es verdad pero por alguna extraña
razón a ti aún no te han detectado, es tu oportunidad de huir antes de que sea
tarde. ¡Corre y vete! ¡Haz caso de este viejo!
Pero no le dio tiempo ni a contestar, tal cual se dijeron
estas últimas palabras de la nada apareció una dríade de pelo cobrizo y ojos
gatunos que saboreándose se dirigió a Brian.
-
Pero que tenemos aquí. ¿No te han avisado que no
puedes entrar en el bosque? ¿O es que eres demasiado tonto y valiente para no acatar las normas de tus mayores? Hoy te
haré aprender la lección, sufrirás tu desdicha pequeño Brian un castigo digno
para el que no escucha de advertencias.
-
Pero... ¿pero cómo sabes mi nombre? – Atinó a
decir, aun sintiendo que sus piernas no le sostenían por el temblor de verse
sentenciado.
-
Yo lo sé todo, y hoy serás mi ungüento para la
eterna juventud. Despídete juglar y continúa cantando ya sabes el trato, sigue
atrayendo a imprudentes y yo seguiré perdonado tu insignificante vida.
-
Si ama. Lo siento chico, intenté avisarte.
Como si de una exhalación se tratara Brian y la bruja,
desaparecieron.
Cuento presentado en la Comunidad de Relatos Compulsivos, para el CERTAMEN ESPECIAL DE SAMAIN. Palabras obligatorias: lenguaje, poeta, escritura, literatura, lectura, dibujo.
Intensa incertidumbre la que marca tu relato al introducirnos con el muchacho en ese bosque con bruja, que no perdona a los intrusos.
ResponderEliminarMe gustó leerte Irene.
Besos
Y a mí que lo hicieras Francisco, :)
Eliminar¡Muchísimas gracias!
Besos.
Me ha gustado mucho tu relato Irene, aunque me da pena el pequeño Brian. Su madre le metía bronca porque no hacia amigos y cuando uno encuentra, acontece la desgracia. Un abrazo compañera! ; )
ResponderEliminarSí, pobre Brian.
EliminarPero para eso hay normas, para obedecerlas.
Muchísimas gracias, compi!
Un fuerte abrazo, :)
Te felicito, una historia con algo de fábula.
ResponderEliminarMuy buen uso de las palabras obligatorias... Has hecho un bonito trabajo, Irene.
Mil besitos, preciosa.
Te lo agradezco Aurora, :)
Eliminar¡Muchas gracias!
Besitos.
Qué difícil era en esta ocasión escribir el relato respetando el tema y usando todas las palabras obligatorias, ¡pero tú lo has conseguido! :)
ResponderEliminarMe ha gustado mucho el misterio creado en torno a las leyendas antiguas y la posibilidad de que fueran ciertas. Lo siento por el pobre chico, pero en tu cuento cada uno tiene su papel y a él le tocaba alimentar a la bruja.
Buen relato, Irene, con clima misterioso donde lo real y lo imaginario acaba por darse la mano.
¡Un beso grande!
Una parte de mí se animó al ver tus textos, pero aún me queda escuela, :)
EliminarBrian sirvió de ungüento para la eterna juventud, jeje
GRACIAS por tu valoración, te la agradezco muchísimo! ;)
Besitos!!!
Mitos y leyendas, verdades a medias o mentiras. Todo eso no atrae, sobre todo a los niños, y han sido el acicate necesario para las más variopintas historias de miedo.
ResponderEliminarUn cuento muy bien contado para un publico de todas las edades.
Un abrazo.
Muchísimas gracias Josep Maria, :)
EliminarAsí es, para todo los públicos.
Un fuerte abrazo.
jajaja ¡Qué exagerado! ;)
ResponderEliminarMuchísimas gracias Julio David.
Un fuerte abrazo, :)
Interesante y oscuro relato en su tramo final. Fíjate que con el bosque y lo del juglar, he recordado uno de los juegos de ordenador favoritos de mi infancia, llamado "La leyenda de Kyrandia", donde un tipo con aspecto de bufón terminaba dando algo de miedo. Me ha gustado además el hecho de que tu final sea el que escogiste, ya que no sueles terminar así la mayoría de tus textos, y eso le da un aire diferente a este. ¡Un beso Irene!
ResponderEliminarLa bruja del cuento me acorraló, yo quería darle una oportunidad al pequeño Brian, pero no pudo ser, ;)
EliminarMuchísimas gracias JC por tan positivo comentario.
Un fuerte abrazo, compi!
Muy acertada esta introducción para desarrollar tu relato, inspirado en esas antiguas y siempre curiosas leyendas, como la que has creado en torno a este niño tan travieso y entrometido, como acostumbramos todos a ser cuando tenemos esa corta edad y la curiosidad nos puede, aunque aqui al pobre Brian le lleva a enfrentarse con esa maldición de la bruja, que por cierto ¡qué malvada, fabricándose ungüentos con sus tiernas víctimas!
ResponderEliminarTambién te felicito, Irene, por utilizar estupendamente las palabras obligatorias y confeccionar como un precioso traje este cuento.
Besitos.
La mejor crema anti edad, ;) Podríamos patentarla para la noche del 31, jeje
EliminarMuchísimas gracias, me alegra que te haya gustado.
Muchos besos, amiga! ;)
Has hilado las seis palabras obligatorias de manera perfecta, creando un breve cuento de terror con alma de leyenda.
ResponderEliminarBrian es un personaje que crea empatía. Él no es de hacer amigos, y para más inri, su madre lo riñe por ello.
Inocente va al bosque y dibuja, y alertado por el juglar, cae en las manos de una dríade; bella apariencia de una siniestra bruja que, parece ser, se hará un ungüento rejuvenecedor con el pobre chico.
Fantástico relato, de bella narración.
Suerte en el certamen, Irene.
¡Abrazo, Compañera! ;)
La verdad es que el hecho de que todo lo tenga en contra, hace que el personaje en sí genere mucha ternura y ese halo de querer protegerlo.
EliminarMuchísimas gracias por la positiva valoración Edgar, ;)
Ya ha finalizado, ganó nuestro gran amigo Francisco Moroz, :)
Un abrazo, compi!
Brian no parecía creer ni temer a la leyenda, aún así no pudo evitar ser víctima de la bruja. Podía haber creído a "Poeta" y haberse librado. Supongo que en este caso los mayores tenían razón.
ResponderEliminarTe quedó un relato fantástico, teniendo en cuenta las palabras a utilizar, las colocaste en su lugar para tener un buen compás el relato.
Felicidades, Irene y suerte en el concurso.
Besos-)
Ainss... incautos que no quieren creer ni siquiera cuando la verdad aguarda ante sus ojos! jeje
EliminarLa edad proporciona conocimiento, hay que respetar a nuestros mayores.
Muchísimas gracias querida Mila, :)
Besitos!!!
Un cuento de toda la vida contado como se debe. El niño que incumple la prohibición dada y sufre su castigo, cruel dramático, pero eso pasa por desobedecer y dejarse atraer por los cantos de sirena, en este caso de poeta. El final sin remedio dota al relato de ese punto terrorífico. Enhorabuena!
ResponderEliminarGRACIAS David, me siento muy halagada, :D
EliminarTe lo agradezco!
Un fuerte abrazo, :)
Este Brian es igualito a nosotras, verdad? Ahí estaríamos las dos valientes en el bosque... que antes de que la bruja hablase ya estaríamos fuera! Jajjaja ;)
ResponderEliminarBueno el relato, preciosa.
Suerte y muchos besitos!!!
jijiji Guarda el secreto, que esta bruja lo escucha todo! ;)
EliminarMuchas gracias, guapísima!
Besitos!