Podéis creer o no,
lo que sí os confirmo es que si seguís leyendo perderéis esa opción, la de elegir.
La finca de mis
antepasados es una edificación añeja. A parte de mis abuelos, habitan en ella,
humedades, ratas y sonidos que son imposibles de identificar, pero que han
logrado perdurar en el tiempo y a su manera formar parte del mobiliario. Sillas
que se arrastran, canicas que caen, un frío que hiela la sangre depende que sala.
En el pueblo la
conocen como la casona del pacto, yo siempre creí que eran tonterías de gentes
retrogradas, con poca cultura, que se aferra con mano de hierro a sus
creencias. Ya no.
Hace unas semanas
recibí un mensaje de mi madre, me pedía que fuera a cuidar de los abuelos, no
se encontraban bien. Puesto que mi vida está en un stand by infinito, era sin duda la persona idónea para el cargo. Ahora
sé que todo aquello era una trampa urdida con un fin que no permitía replica.
Nunca comprendí
porque mis padres no los sacaban de aquel sitio que se deterioraba junto a
ellos, al fin y al cabo disponemos de una de las grandes fortunas mundiales.
Pero acepté, llevaba tiempo sin vida a parte de un sofá que ya era poco cómodo
y un televisor sin programación.
Nada más llegar vi
a unos ancianos activos y saludables, supuse que se trataba de una llamada de atención
y yo podía iniciar mi cambio dándoles cariño.
Hasta la mañana de
la nota:
<Hijo, compréndelo. Existe un pacto en
nuestro linaje, éste exige que un primogénito perdure en la finca, así el resto
goza de sus frutos.
Te lo encomendamos a ti.
¡Ah! No intentes salir, morirías asfixiado o
peor exiliado en las sombras. Nosotros estamos bien, no nos busques.>
#ancla2
Comunidad: EDUPSIQUE: Narrativas Multiformes.
Imagen de: Francisco
de Goya
Me ha encantado Irene, enhorabuena. Espero que tengas mucha suerte en el concurso. Jajaja, madre mía, vaya padres, a eso lo llamo una Una traición en toda regla. Hoy debo de estar un poco de mala leche, jaja, porque creo que hasta deseo que se atragantaran hasta morir comiendo caviar del caro. Un abrazo! ; )
ResponderEliminarjajaja ¡Ay! Sí, que tenías mal día, jajaja Pero estoy contigo, ;)
EliminarMuchísimas gracias, compañero!
Un fuerte abrazo, :)
Ya te comenté en su momento pero ahora de lo vuelvo a leer y me parece siniestra la encerrona de esos padres y la complacencia ce los abuelos. Familia de temer y rehuir.
ResponderEliminarEnhorabuena por tu premio.
Besos
Una familia egoísta que se presta a cualquier cosa. Y sí, bien lejos.
EliminarMuchísimas gracias Francisco.
Besos, :)
Vaya, qué padres más atentos y cariñosos y que, sobre todo, se ocupan de mantener las costumbres familiares.
ResponderEliminarMe sabe mal por el chico pero me lo he pasado muy bien con su desventura.
Un abrazo.
Amor del bueno Josep Maria, un legado que estoy muy segura harán que perdure, jeje
EliminarMuchísimas gracias, me alegro que lo hayas disfrutado, :)
Un abrazo!
Hola Irene, me he quedado im-pactada, si por un momento creía que era el cuadro ese que Zeus se come a su hijo, lo vuelvo a ver y he visto que no (aunque es siniestro) chica qué bueno. Un abrazo
ResponderEliminarSíii, un poquito siniestro si es, :)
Eliminar¡Muchísimas gracias Eme!
Un fuerte abrazo!
Por ahora en la finca está bien solo, ;)
ResponderEliminarMuchísimas gracias Julio David!
Un fuerte abrazo.
Ohhh eso no se hace, vaya padres y abuelos.
ResponderEliminarMuy bueno, no lo esperaba, es que hay tradiciones familiares que mejor que no perduren.
Saludos
No, eso no se hace, ;)
EliminarMuchísimas gracias Conxita!
Un fuerte abrazo.
Pobre primogénito, de qué manera tan engañosa se enteró de que, en contra de lo que él creía, si era un pacto, y en toda regla.
ResponderEliminarVaya familia tan rara jaja
Me ha gustado mucho, Irene.
Besos.
Lo tenían bien engañado, jeje
EliminarSuerte la nuestra de no tener una familia así, :)
Muchísimas gracias, Mila!
Besitos, ;)
Has dejado encerrado al primogénito por medio de este pacto tenebroso, has culminado este relato de un modo magistral, con el sello de tu perfecta narrativa. Felicitaciones Irene.
ResponderEliminarAriel
Al pobre lo han dejado desamparado.
EliminarMuchísimas gracias por tus palabras, Ariel! :)
Un fuerte abrazo!
Una perfecta encerrona para ese primo-génito ¿verdad?... je,je,je..
ResponderEliminarAhora en serio, me ha gustado tu inspiración basándote en ese pacto familiar tan siniestro que a lo largo de la historia ya se aprecia cierto halo de oscuridad, hasta que llega ese giro final y la escena es totalmente aterradora.
Un placer, amiga Irene, regresar a tu "casa" y dejarte mi huella.
Muchos besitos.
Muuuy primo, jeje
EliminarMuchísimas gracias Estrella, :)
El placer siempre será mío, y esta casa ya hace mucho tiempo que también es vuestra.
Besitos!!!
Produce escalofríos, ¡qué pacto siniestro! Y pensar que es técnicamente posible da más terror aún.
ResponderEliminarGracias Mirna, :)
EliminarMe alegra muchísimo tu comentario.
Un abrazo, ;)
Por algo se llamaba "La casona del pacto". Pena que tu pobre protagonista no descubriera el por qué de este nombre hasta que fue demasiado tarde...
ResponderEliminarUn relato estupendo, Irene. La trama resulta amena e interesante pero el final es un sorpredente broche de oro. ¡Enhorabuena! :))
Besitos de domingo.
La verdad que sí, que pobrecito... una familia que le importa bien poco sacrificar a un miembro si con ello logra que perdure su riqueza.
EliminarMuchísimas gracias, Julia!
Besos, :)
Un relato estremecedor, en el fondo, y bien construido en la forma.
ResponderEliminarUn abrazo, Irene.
Muchísimas gracias Ernesto, :)
EliminarAgradezco la visita y el comentario.
Un fuerte abrazo.
Espero que tengas mucha suerte en el concurso :) Me ha gustado mucho este relato.
ResponderEliminarUn beso!
Muchas gracias Raquel, :)
EliminarMe alegro de tu vuelta!
Besos, ;)
Espero que al menos en su lugar de prisión perpetua (o el tiempo que le dure), tenga un sofá menos mullido y una tele con más variedad jaja, porque le han hecho la 3:14 como suele decirse :P ¡Un abrazo!
ResponderEliminarMe parece que la finca no anda muy acompañada de recursos, ;) No deja de ser una edificación antigua.
EliminarMuchísimas gracias JC!
Un abrazo, :)
Desde luego eso es una carga familiar en toda regla, je,je,je Es un buen relato que pienso puedes desarrollar en una historia más larga, seguro que se te ocurre la manera de que pueda escapar, conocer ese mundo fantástico que descubre,... La verdad es que este texto clama por convertirse en una historia mucho mayor. ¡Anímate! Un abrazo.
ResponderEliminarLa verdad que sí David, carga, carga jajaja Nuestro compañero Ramón me dijo lo mismo y le cogí la mano, así que intento ponerme y desarrollar una historia más completa, :)
EliminarMuchísimas gracias por comentar y las ideas! A ver que sale... ;)
Un fuerte abrazo.