Soledad, bendita compañía para aquellos que se sostienen a
ellos mismos. Me toco el bolsillo, un par de euros y algunos céntimos
tintinean. Calderilla para aquella mujer que tanto veneré, para mí, un
tesoro. Un amor imposible, barato, corroído y sin alma.
Nos consumismos en el ardoroso recuerdo de una pasión demacrada.
Fluctuamos entre las sombras de una mentira, y amé. Adoré cada parte curva, melancólica, de naturaleza corrompida. Conocimos el egoísmo, le dimos la
mano nos entregamos a él, a la necesidad que imperaba en nuestros cuerpos.
Fatalidad que se visualiza en el presente, pero entonces, ay, entonces. Quisimos
serlo todo.
∞
Me observas en silencio con resquemor, como si no hubiese
sido capaz de cumplir las promesas nunca nombradas. Creando un nuevo surco
entre los dos, una distancia insalvable, arrasando con las pocas ganas que nos
quedaban.
—Alberto, ha llegado otro aviso.
—Estoy esperando que Jaime me diga si compra el coche y
así poder hacer frente a los pagos.
—Ya. Claro. ¿Y no te avergüenza? —Ahora me miras con
inquina, un odio que no comprendo y al mismo tiempo creo merecer.
—Vergüenza, ¿de qué?
—Pues que tus amigos vean lo bajo que has caído.
—Preciosa —respondo con sorna— podría contestarte, devaluarte
como el parásito en el que te convertiste al ser mi mujer. Pero ambos sabemos
que no merece la pena. Que perderías algo más que el dinero que ya no
disfrutas.
Esto te duele, lo veo en tu cara. Pecaste al casarte
conmigo, creíste que tendrías el futuro salvaguardado, cinco años más tarde
eres consciente de la verdad. No nos queda nada, más que el oxígeno que nos
obliga a emerger. Cuando las cosas empezaron a ir mal, pensé, deseé que a un
siendo un ser caprichoso me acogerías con tu aliento, lucharíamos para salir de
ese pozo oscuro que arrasó con todo. Per una vez las luces se apagaron, la
actuación finalizó. No así tus menosprecios, las ganas de carcomernos.
—¡Eres un cobarde! ¡Un malnacido! Te he dado mis mejores años,
para qué, eh, para terminar consumida por la humillación. Pero no creas que voy
a quedarme a mendigar.
—Lo sé, María. Adiós—Y ahí es cuando por fin el resquicio de
la máscara desaparece y los defectos que una vez pensé que ensalzaban tu
carisma, hoy pervierten el poco afecto que todavía amparaba.
∞
Han pasado algunos meses, nunca volveré ser aquel al que llamaban señor con un respeto inhumano, reconocido empresario, qué iluso fue el poder que albergaba entre los dedos, estos que se han adueñado de un tic, uno que continuamente me obliga a desenterrar, a devolverme a esta realidad, unas monedas son las que me muestran lo perdido y hallado.
El poder suele ser una fuente efímera que suele quebrar corazones, vidas y recuerdos. Un relato que define perfectamente el amor quebrado y al que podríamos añadir varios egoísmos de todo tipo. Y es que cuando alguien no saca cierta ventaja de algo es cuando podemos ver su verdadera cara. Besos y abrazos estimada, Irene.
ResponderEliminarHola, Miguel.
EliminarEl egoísmo mueve y destierra valores. Cuando la vida pega un fuerte socavón entonces se descubre realmente a quién tenemos al lado, aunque no creo que estemos tan ciegos para no ver estas faltas, solo que deseamos o necesitamos no aceptarlas.
En este relato he querido transmitir un poquito esto, pegaremos la culpa al otoño (algo la tiene que tener, yo no, claro) ja, ja, ja. Vivimos en una sociedad extremadamente narcisista y materialista, y eso me resquema.
Muchas gracias.
Besos, y abrazos.
Hola, Irene. Se dice que nada dura para siempre, ni la dicha, ni el sufrimiento.
ResponderEliminarLa realidad es que todo es pasajero y muchas veces perdemos lo alcanzado por nuestra mala cabeza, que olvida que somos tan ilusos, y tan maleables..
Excelente el relato, la clara narrativa nos convierte en espectadores del triste y lamentable final de esta pareja, abundan tantas así...
Recibe un fuerte abrazo querida Irene. Que bueno que estes mas activa en el blog, significa que te estas regalando más tiempo para ti. Besos.
Hola, Idalia.
EliminarNada es eterno. Ni lo que sentimos que puede desintegrarnos, como tampoco ese instante de felicidad que concebimos como una victoria. Supongo que de eso se trata la vida, transitar en ella. Pero si tenemos una mano a la que aferrarnos en los malos momentos, una vez pasados hasta sentiremos que merecieron la pena.
Sííí, estoy escribiendo muchísimo. No puedo parar, ahora mismo salen ideas, borradores que brotan sin control, aprovecho que el mes que viene será algo duro por el trabajo y no podré estar tan presente, por lo que la escritura quedará algo apartada. Así que estos pocos días anticipo la terapia de choque, :)
Mil gracias.
Muchos besos.
Todo es tan efímero que da miedo cuando uno reflexiona sobre ello.
ResponderEliminarEl amor, el poder, la belleza, la salud.... todo un día es flor y años después está marchitado.
Vista así la vida es una gran estafa.
Besos.
Hola, Xavi.
EliminarEl escrito es triste, pero no quiero dejar una mala sensación, es cierto que en muchos momentos me he sentido engañada, arrastrada más bien, como si la toma de las decisiones le correspondiera a un dedo incorpóreo tocapelotas. Pero siempre hay algo bueno en lo malo, y es que vemos la verdad de los que nos acompañan, a los que no nos correspondían en afecto, y eso es un regalo, doloroso, cualquier fractura rompe nuestro corazón, pero a la larga no podemos más que agradecerlo.
El amor bonito no es efímero, ese se queda con nosotros, quizás la celda que nos cede es la nostalgia por su pérdida, pero esos recuerdos son belleza. Y seré egoísta, pero lo mío es mío.
Perdón por el tostón, :)
Muchas gracias.
Besos.
¡I r e n e! Hoy has acentuado un texto de existencialismo acerbo. Yo vivo siempre en mis ilusiones, soledad buscada en la que soy muy feliz, pero una cosa sé de contacto con El Valle de Lágrimas: El Amor Es la Potencia. Como dicen Las Escrituras, "No se engríe" (Carta de San Pablo a Los Corintios, no recuerdo ahora los versículos concretos)Así, con Obras que son Amores y no Buenas Razones, más de uno no se vería en la tesitura de los protagonistas de tu cuento.
ResponderEliminar¡Desde un meridiano miércoles levantino, te deseo un buen fin septembrino esta semana postrera y pradial aún!
Recibe Mis Consideraciones Más Distinguidas.😎
Hola, Juan.
EliminarLa soledad aceptada es una bendición, conseguir estar satisfecho con lo que se tiene, con lo que somos, sin necesitar rellenar huecos, o que otros los rellenen, que no deben salvarnos. Claro que esta es mi manera de ver la vida, y otra cosa no, pero equivocarme, psss, muchísimo.
Pero es cierto que, si no estoy bien, no puedo pretender que otro asuma esa carga, es egoísta y a la larga frustrante. Todos necesitamos ser queridos, más bien diría: comprendidos. Aceptados tal cual, con los más y sobre todo los menos, el tiempo nos quita tanto que las capas interceden sin control, pero nuestro bagaje, historia, nos corresponde liberarlo de forma individual.
Mil gracias.
Abrazo.
La fortuna no siempre dura toda la vida. No sabemos los previos de este relato, qué fue lo que hizo caer al protagonista; no sabemos si la mujer tiene motivos para apartarlo de ella, incluso para ser cruel. Pero sea como sea, no resulta muy elegante machacar a quien ya está caído y vencido. Me ha gustado mucho. Habla de muchas pasiones que nos atacan a todos: rencor, egoísmo, humillación, desamor...
ResponderEliminarUn beso.
Hola, Rosa.
EliminarNo, no lo hace. Un día podemos creer que lo tenemos todo, y al día siguiente el destino toma la decisión por nosotros y nos lo arrebata. Qué necesidad de ser cruel con aquel que se supone que quisimos. Aunque claro, hay muchos tipos de amor, el interesado no lo sería y allí ya residiría la crueldad. Aunque como le comento a Miguel, nos podemos asombrar, claro, pero nunca estamos ciegos del todo para saber a quién tenemos cerca. Supongo que esa es una de las razones por las que contra más pasan los años, más solitarios nos volvemos. Vuelvo a insistir, el otoño está haciendo mella, :) Y tienes razón, sobre lo de las versiones, las verdades no son universales, y la apreciación de uno, nunca será la misma que la de otro.
Muchas gracias.
Un beso.
A mi modo de ver existen personas erróneas que unen sus vidas en un vínculo fallido. Siempre he creído que el amor es un sentimiento poderoso, pero no más que el odio. Están a la par.
ResponderEliminarHola, Cabrónidas.
EliminarEl odio es una emoción muy poderosa, y muy complicada de gestionar, puede arrasar con todo hasta lo que en su día fue bonito.
Mil gracias.
Un beso.
Pobre tipo: quebrado económicamente, abandonado por su esposa y humillado por la sociedad. Que alguien le regale unas vacaciones para irse a descansar al infierno, que de seguro el diablo le resulta mejor compañía. Va un abrazo, Irene.
ResponderEliminarHola, Julio David.
EliminarO quizás y porque me encuentro con un optimismo nivel confeti, también puede empezar de nuevo, con todo lo malo del abandono aprendido e iniciar de cero, ;)
Muchas gracias.
Un beso.
Quando tudo acaba, até os pequenos nadas são enormes defeitos.
ResponderEliminarBom fim de semana.
Abraço de amizade.
Juvenal Nunes
Hola, Juvenal.
EliminarTienes razón, cuando todo se termina y como en este caso mal, todas las emociones que se atesoran a inicio serán negativas.
Muchas gracias, y feliz semana.
Un beso.
En la sima es cuando sabemos el valor que nos dan los otros. Se pasa muy mal pero se aprende muchísimo
ResponderEliminarMe encanta tu escritura
Besitos!
Hola, Lopillas.
EliminarEs verdad, es triste, pero aprendemos en las situaciones caóticas, y es allí cuando somos conscientes de las manos que nos acompañan, así que dentro de todas las malas experiencias también cohabita algo de luz.
Muchísimas gracias por tus palabras.
Besos.
Dicen que cuando el dinero sale por la puerta, el amor se va por la ventana (o algo parecido, no me acuerdo, ja, ja, ja).
ResponderEliminarA priori parece que ella es algo materialista, desde luego no sigue eso de "contigo pan y cebolla". Habría que saber qué fue lo que hizo caer en la pobreza a esa pareja, deudas de juego, mala suerte en los negocios...
Las relaciones de pareja son complicadas y los motivos por los que cada uno está con el otro muy diversos. A mí me ha dado penita el prota, sin saber todo lo que hay detrás.
Un beso, Irene.
Hola, Paloma.
EliminarEl dinero es cosa mala, ja, ja, ja. No, tampoco voy a ponerme tan radical, pero es cierto que el poder de cualquier tipo, y más cuando se pierde la perspectiva es corrosivo. Y no hay nada peor que estar arriba del todo y que nadie nos diga, oye, o simplemente nos pare los pies.
Es mejor una verdad dolorosa, que una rotura de cuello, ;)
Muchas gracias.
Besos.
Todo tiene su otoño y también su invierno, todo fenece.
ResponderEliminarBesos.
Hola, Alfred.
EliminarLa vida es una continua pérdida. No solo por los que dejamos, nosotros también vamos modificándonos y aquellos que un día fuimos a día de hoy poquito queda.
Muchas gracias.
Un beso.