Antes de empezar con esta NO reseña y siendo esta la última
vez que utilizaré esta introducción, porque a la tercera la historia es cansina
y muy repetitiva, hasta yo me doy cuenta, pero… ahí va: les recuerdo que esto
es algo que hago con mucho aprecio y cariño por lo que siento y me producen las
lecturas que tocan mis manos y parte de mi corazón, y encima tengo la gran
suerte de poder conocer en cierta manera a los autores, que todavía lo hace más
bonito si es eso posible. Y no pretendo faltar en ningún momento el respeto,
porque de éste tengo y mucho, pero la salvedad es la que es. ¿Lo veis? Si es
que soy una pesada.
Ahora es cuando cojo una postura de madre enfadada y os
riño, sí lo hago. A ver… cómo puede ser que OS publicitéis tan poco o mejor dicho, nada. Averiguar que tenéis
un libro publicado es casi un reto, así que haced más entradas de ellas y luego:
recordarlas de nuevo, miles de veces. Promocionaros, por favor. Que no
os de vergüenza, reparo o nada que vaya de la mano de la limitación. Una de las
razones por las que digo esto, es que si a uno lo siguen en el blog querrá
decir que le gusta lo que allí se expone, así que está claro que si averigua
que tenéis un libro publicado, seguro que lo adquirirá. Practicidad, señores;
practicidad.
Vale, ya me desquito de esta postura de malota, que no me
pega nada. ¡Recórcholis! ¿Por qué no podré ser una tipa más dura?
Y ahora es cuando empieza lo bueno:
El libro del que hoy vengo hablaros no es otro que el de
nuestra querida compañera y amiga Marigem
Saldelapuro y el lugar donde podemos encontrarla casi a diario es: https://saldelapuro.blogspot.com/
¿Qué encontraremos? Pues es un blog muy variado que dispone de muchas secciones,
un día te puede enseñar a preparar una tortilla vegana y al siguiente te
inspira con una nostálgica y emotiva reflexión, que hace suspirar por la
ternura que desprende, porque Gemma si algo tiene es una luz muy bonita. Pero también
te habla de cine, literatura e incluye relatos… ¡Un momento! Antes de que se me
olvide, aprovecho para hacer un llamamiento y es que debería ser nombrada
regidora, fundadora o cualquier título honorífico de su comunidad, ¿la razón? Sencillo:
os hará amar su tierra. Os aseguro que os entrarán unas ganas locas de coger
las maletas e ir volando. ¿A dónde? Mmmm… para los poquitos que todavía no la conozcáis,
dejaré esta puerta abierta para que lo descubráis.
Como anécdota os explicaré que cuando comencé a trabajar, en
una de las cenas de empresa de Navidad una vez jugamos a un juego que tenía
por intención crear vínculos positivos con los compañeros, en un papel teníamos
que poner una palabra o frase que definiera a la otra persona, en este caso si
tengo que definir a Gemma O. López en el mundo Blogger, sin ninguna duda la nombraría
nuestra MacGyver, porque es capaz de todo y encima lo hace con una energía positiva
que siempre, siempre, nos regala. No hay nada mejor que irse de un sitio
sonriendo y ella es capaz de eso, y más. ¡Gracias!
¿Qué encontramos dentro del libro?
Nos transportamos a principios de los años 50, un período que
aun que puede parecer lejano, sigue estando muy presente, en él podremos
vislumbrar costumbres y revivir momentos pasados. Uno podría imaginarse a sus
padres o abuelos siendo aquellos niños que les tocó ser adultos antes de
tiempo. En los que la infancia se abandonaba casi como una obligación y no
existía siquiera resignación, ni mal estar por ello. Simplemente era lo que
tocaba. La fortaleza de esos actos, de ese valor, son los que hoy más admiración despiertan. Porque en la actualidad y mirando hacia atrás podemos ver y ser
conscientes de que existía carencia y sacrificio.
La historia trata de como a cuatro amigos les cambiará la
vida una vez pasado el verano, el último, antes de atreverse a decir adiós a
una frágil y efímera niñez, y como sin ser conscientes de ello, ni tampoco
estar preparados, pero sobre todo a causa de la curiosidad de sus actos, estos chicos se
tropezarán con un enigma del que sin poder controlarlo, ni alejarlo les hará adentrarse
en un duermevela de miedos e incomprensiones para más tarde descubrir su respuesta.
Es un libro muy humano y cercano, con esa caracterización inocente que hace que lo comprendamos, ya que hay experiencias en la vida que marcan de tal manera
que acaban por formar parte de nuestra naturaleza y como un simple suceso puede
transformarse en un gran cambio, que será el encargado de marcar un nuevo camino sin
retorno.
<Después de tantos años me pregunto como es posible que recuerde aquellos días con tanta claridad, y aunque me sorprendo, la verdad es que no he olvidado ni un detalle, puedo revivir cada instante con total precisión, a veces me parece incluso puedo sentir el aroma a grasa y sal del puerto cuando íbamos a pescar o el del San Juanín mientras dormíamos, e incluso el olor indefinido del callejón, un lugar que en realidad olía a soledad>
Y es que es justo en ese callejón donde empieza y termina
todo, familia, celos, costumbres, gentes de pueblo y sus comportamientos, a
veces tan obtusos y faltos de libertad. Los personajes son claros y puede que a
veces no comprendamos sus razones, pero es la interpretación de otra época,
donde prevalece la ocultación de los sentimientos y acciones por el qué dirán. Si actúo de cierta manera, ¿qué
le parecerá al vecino? ¿Qué pensarán de mí? O como un simple acto puede
sentenciar con tanta facilidad un futuro o la negación de este.
¿Dónde podéis encontrarlo?
Leer es la magia del soñador, y yo en este momento me evado con: El secreto de los cerezos.