viernes, 8 de enero de 2016

Decadencia

Solitarias e inquebrantables almas escudriñan entre las luces.
Penitencia pasada convertida en pago por el miedo brotado.
Resurgieron cual ave necesitada de libertad. 
 
Cielos nebulosos anidados de plumas salvajes.
Luz, luz, ¿Dónde la atesora?
Ciego e inculto de amor. 
 
Mentiras difuminadas que se volvieron presente.
Creyeron en ella, la hicieron verdadera.
Ahora no hay nada, solo un eco enrarecido. 
 
Revierte la andadura marginada.
Regresa a un pasaje olvidado y se encuentra.
Se ve, al fin, se ve.