sábado, 25 de abril de 2015

El efecto del afecto

Cada día buscándonos; hay días que me encuentro y me digo bueno pues no está tan mal la cosa, arriba, arriba.
Otros en cambio solo me viene a la cabeza, (hazlo mejor mujer)
 
Mis fallos son mis errores, y mis errores mi aprendizaje.
Cometo muchos, pero intento aprender de ellos.
Doy las gracias de estar rodeada de gente maravillosa que me quiere.
Y lo hace de verdad, porqué eso se nota.
 
Cuando un abrazo te reserva emoción es amor.
Cuando una palabra afectiva te conmueve es amor.
Cuando una sonrisa te da serenidad es amor.
 
Y ahí es donde quería yo llegar, ay el amor. Que complicado y necesario para coexistir en es este mundo tan extraño a veces.
 
Creo totalmente en él, pero a todos los niveles, amigos, pareja, familia, conocidos, vecina del cuarto… vamos creo que todo ser humano puede aportarte en diferentes dosis un poquito del preciado elixir.
 
Por lo que se debe estimar en cada escala aportando siempre más.
El más es la clave del éxito interior.
Si das amor no es que te devuelvan amor, es que ya te has quedado con un poquito del mismo que has dado.
 
Yo no soy romántica, me queda grande. Pero soy un ser afectivo que cree totalmente en la aportación cariñosa como herramienta para sobrecogerse.
 
Mi momento de reivindicación personal sería;
ama sin censura, sin puntos ni comas. Sin excusas.
 
Que nunca nos quedemos por el pudo y no fue.
Los cascarones que nos atrapan en miedos, esos que no nos permiten ser totalmente felices. Ser totalmente reales.
Esos fuera, a la basura!
 
  
 
 


martes, 21 de abril de 2015

El hombre pantalla

Llevo ya días dándole vueltas a lo mismo, he intentado refrenarme, sobretodo en el momento más cúspide, donde mi faceta de existencialismo negativo estaba desbordado. Y ahora que ya lo he digerido y podría hasta tolerarlo.
Digo, esta boca es mía.

Nos gusta demasiado poner nombre y apellido al sufrimiento, exponemos todo lo que somos para que el resto lo vea.
Esa necesidad de que vean lo mal que lo pasamos, de ponerle cara.
Solo lo veo como una meta social, para que se compadezcan de nosotros.

¿Qué necesitas una mano? Coge la mía te la doy. ¿Qué necesitas la otra? También puedes tomarla.

Hacemos de nuestras lágrimas un propósito visual.
No se trata de retraer emociones, se trata de intimidad.
De saber donde está tú vida real, y la vida reality. 

Esa necesidad imperiosa de hacer ver lo mal que lo estás pasando, yo solo lo veo como obstáculos insanos.
Como una muerte con letargo. Sin fin.
Sin explicación coherente para mi simple mundo.

Puede que mi visión a puerta cerrada del hecho sea equivoca, no lo dudo porqué a terca no me quita nadie, pero enserio. ¿De verdad es necesario?

Hay que focalizar siempre el positivismo, la penumbra nos reserva un halo de luz que debería ser apta para todos los públicos, y deberíamos NO que digo; estamos con la obligación de hacer que el resto que nos rodea la vea.

Mi reto de esta semana, mes, año (vamos siempre) es eclipsar las nubes tóxicas que contaminan el alma.
Esas que se esconden en fingidos hoyos.

Sea dicho!
Regala sonrisas.


 

martes, 7 de abril de 2015

La voix

Todo lo que sube, vuelve a bajar y que VERDAD.
Muy a menudo nos sentimos como animalillos indefensos, ahí abajo; observadores con muchas ganas de expresarnos y que cada vez que abrimos la boca nos sale un hilo de voz tan imperceptible que ni de eco goza… viéndonos arrinconar.
Si esto se tratara de mundo animal, en la escala de supervivencia seríamos el primero en caer (seguro!), comidos y eructados, (a vuestra salud).
 
Y en esas situaciones de mutismo crónico, hay una reacción analógica dentro del ser que bulle, y se transforma en dedos rabiosos que quieren expresar algo que la mente colapsa y destruye para que no hagan el intento ni de salir… y de esa locura transitoria del quiero y no puedo cuando por fin logramos desquitarnos es la libertad.
 
Oh libertad, brisa suave que susurra en tú oído, vas bien colega, dilo y punto! Reivindicación de la causa, de lo que creemos como correcto.
 
Porqué nadie puede acallar nuestras voces, ni siquiera uno mismo. 
 
 
                                                                       
 

domingo, 5 de abril de 2015

Puente efímero

Si me sigo enlazando me ahogaré con mi propia cuerda. Pero la repetición hace la causa, y la causa el pasaje de nuestras vidas.

Para reencontrarnos en este camino de compromiso primero deberíamos decir al público no es lo que tú esperas de mi, esto es más entre mí y yo.

Cuando estamos siempre rodeados de gente, al final la esencia personal lo que somos se desvanece, porque la influencia externa aunque no sea mala nos arrastra a lo que se lleva en ese momento, o simplemente lo que se espera de nosotros. Por eso creo en la soledad como en una herramienta de saneamiento para reencontrar esa voz interior.

Para muchas personas es muy fácil saber, qué o quién, las admiro profundamente. Son seres extraordinarios con ideales tan sólidos que no puedo más que querer formar parte de esa materia, otros en cambio luchan por reencontrarse a cada paso que dan.

Cada persona está claro que es una circunstancia diferente al resto, por lo vivido, por lo pasado y por lo que espera. No con ello no podemos clasificarnos en entes comunes y similares por una meta colectiva.

Puede que mi vida haya sido prácticamente fácil o no. Pero no con ello no puedo aspirar a encauzarme en la misma visión que otro ser humano común a mis ideales, y ese otro ser puede ver similitud en el otro, y así sucesivamente hasta formar una comunidad.

Porqué cuando ya sabemos quién somos, el hacía no se incluye.

Finalizando (y ya tocaba), creo solo en esto como cierto; nuestro interior consciente es el primer paso hacía un camino exterior común.