miércoles, 2 de diciembre de 2015

Esfera - Parte 2


 
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Al despertarse Mario sintió un dolor agudo en el pecho, el desazón propio de tener que escoger algo tan importante, no dejaba de ser un chico de quince años y no quería tener que elegir entre los dos mundos. Solo deseaba que todo siguiera igual. Pequeñas lágrimas regaron su cara, se abrazó sintiendo miedo al desenlace.
 
Pero era inteligente y no podía pasar el último día llorando arrinconado en su habitación, se despejó y ese día lo aprovecho como nunca lo había hecho. No se separó en ningún momento de sus padres, los abrazó, les dijo palabras cariñosas, jugó con su hermano pequeño, del que hasta la fecha se podría decir que había ignorado. Disfrutó de la cotidianidad en todas sus formas. Porque dentro de él ya sabía la decisión tomada, al fin y al cabo Ana estaba en el otro mundo y nunca podría abandonarla, era su chica. 
 
Pero cuando se acercaba la hora de irse a dormir, algo dentro en su interior se removió, vio como su madre besaba en la mejilla a su padre. Ese pequeño acto le hizo comprender que nunca más estaría con su familia, que no volvería a verlos desparecerían para siempre y el miedo lo golpeó.
 
Con la duda naciente y dos caminos a escoger, se fue a dormir.  

Volvió a aprovechar la noche como durante de día, jugó, rió, bailó, y se abrazó a sus amigos pero sobretodo a Ana. Cuando era el momento de despertar las voces le reclamaron la elección.
 
Pero antes de decidirse Mario les hizo una pregunta.  

-          ¿Qué será de mis padres?
-          Creerán que has muerto.
-          Entonces sufrirán por mi causa.
-          A veces los actos de unos hacen que otros padezcan.
-          Pero yo no quiero que ellos sufran por mí.
-          Debes escoger Mario, el tiempo se termina. 
 
Observó todo a su alrededor y con lágrimas en los ojos y un gesto que solo él y Ana conocían les dijo adiós, ella lo miró con expresión extraña sin comprender lo que estaba pasando.
 
¿Sería el fin?
 
Epílogo:
 
Doce años más tarde.
 
Mario solía ir a por comida preparada, vivía solo y a parte de que cocinar le daba pereza no era lo suyo. Llegó y había bastante gente esperando el turno, así que preguntó quien era el último. 
 
Escuchó como una dulce vocecita le decía que era ella, se giró para comprobar de quien se trataba. Quedó en shock sin oxígeno que poder respirar, regresando a él un mundo que por un tiempo creyó haber inventado, cuando al fin volvió en sí se abalanzó sobre ella y atropelladamente le dijo:
 
-          Eres.. ¿eres Ana?
-          Si, ¿nos conocemos? 
 
No hizo falta que le contestara ya que al volver a mirarlo lo reconoció y con una sonrisa de auténtica felicidad se lanzó a su cuello, fundiéndose en un abrazo con el que quedaron unidos para el resto de sus días. 
 
Porque los sueños solo finalizan si uno lo desea.

 Fin
 

24 comentarios:

  1. Alucinante maravilloso me has dejado enganchado.precioso un abrazo

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    1. Muchísimas gracias Pedro,
      Agradezco el comentario y sobretodo las palabras, :)
      Un abrazo!!!

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  2. Alucinante maravilloso me has dejado enganchado.precioso un abrazo

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  3. "Porque los sueños solo finalizan si uno lo desea."

    Querida Irene, en este trajín de proyectos que ando caminando, he decidido mantenerme atento para detenerme a leerte, sueno a repetitivo pero te digo que me parece maravillosa tu escritura, y que acudir aquí para disfrutar de la misma me resulta no solo placentero sino enriquecedor e inspirador, a la vez que esto actúa como una brisa de aire suave y limpio, imprescindible en estos tiempos que corren.
    Muchas gracias, amiga, por la generosidad con la que, en forma de relatos, nos regalás tu sensibilidad .
    ¡Un beso grande!

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    1. Muchísimas gracias José Ángel, :)

      Nosotros somos unos idealistas, me veo volando cual golondrina que vaga entre la incertidumbre de la palabra y la verdad. Y cuando paro muchas veces me doy cuenta que no razono y de ahí nacen mis sueños, ¿imposibles? Nunca.

      Muchos besitos, me alegra tenerte cerca me haces el paso mucho más fácil.

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  4. Al final, y como te dije un día hace poco, es mejor vivir la realidad, donde se pueden disfrutar verdaderamente gestos como un abrazo, en lugar de imaginarlo en los sueños. Así que me alegra que Mario escogiera seguir adelante su camino, es cierto que no hay que dejar de soñar, pero también que hay que vivir, ya que eso no tiene precio respecto a una eternidad en el reino de los sueños :)

    ¡Un quimérico abrazo!

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    1. Muchísimas gracias José Carlos, :)
      Yo también creo que fue su mejor elección.
      Si te fijas ganó el amor de la familia, que es la base más importante. Y no renunciar a soñar le premió con otro tipo de amor.

      Me alegro que hayas pasado a comentar, :)
      Un fuerte abrazo compañero!!!

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  5. La decisión aunque le costara tomarla a Mario, le sirvió de gran lección al final, cuando comprendió que en la vida también se viven los mejores sueños, y él encontró a Ana, a la que buscaba tanto en la vigilia como en el sueño.

    Dos mundo paralelos que convergen en una sola realidad.

    Irene, ha sido increíble leerte, en las dos partes del relato me has tenido atrapada y emocionada.

    Un relato reflexivo, con mucha ternura y una buena visión dimensional.
    Te quedó genial y te felicito!

    Un fuerte abrazo querida amiga.

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    1. Mila emocionada me tienes tú a mi con estos preciosos comentarios que me brindas, :) ¡Mira que vuelo alto!!!

      No nos privemos de soñar, que la vida en sí ya es un sueño que merece ser disfrutado y amado.

      Muchos besos!!!! :)

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  6. Que bonito Irene, particularmente creo que ha escogido la mejor opción, al fin y al cabo, la vida es para vivirla!!
    Besin :)

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    1. Virginia muchas gracias como me alegro que te pases por aquí, :)
      Si escogió la mejor opción y al final logró su sueño.
      ¿Qué más se puede pedir?

      Besitos!!! :)

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  7. ¡¡Qué dulce!! Creo que Mario tomó la decisión correcta, y me encanta el giro que le has dado al final, con ese epílogo tan fantástico. Es cierto que los sueños sólo finalizan si uno quiere. Un beso, Irene, me ha encantado.

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    1. Muchísimas gracias Chari, :)
      Agradezco tus palabras, mucho, mucho.
      Si yo también creo que tomó la mejor opción, muchos besitos!!!

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  8. Realmente tierno, Irene. Al final, aunque Mario tuvo que escoger, no perdió a nadie de los que amaba. Me alegro de que la vida le diera una segunda oportunidad de poder estar con "su" Ana.

    Ainsssss me dejas con la sonrisa en los labios y muy buen sabor de boca. Gracias! :)

    Besitos nocturnos.

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    1. La vida da muchas vueltas y todas ellas tienen miles de oportunidades, :) Solo hay que soñar e ir a buscarlas.
      Escogió por amor a la familia, esa base tan preciada y necesaria, y al fin consiguió lo que una vez creyó perder.

      No sabes como me alegro de esa sonrisa, yo también la tengo ahora mismo, :) Muchas gracias Julia!!!

      Muchos besitos!!! ;)

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  9. Y aunque me encanta el mundo de los sueños y de los juegos, de imaginar y fantasear, supongo que mi cordura hubiese elegido tb la realidad. Las sensaciones directas y a flor de piel son las que se graban y te hacen disfrutar de la vida, y despierto tb se puede soñar, incluso hacer que los sueños se cumplan! Muy preciosísimo, Irene!! Me ha gustado muchísimo! Besitos!

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    1. Muchísimas gracias Hada, ;)
      No sabes como agradezco el comentario, y lo que dices en él. Pues sí yo también soy una soñadora pero tenemos que tocar con los pies en el suelo, pero nunca olvidar que no hay imposibles, solo transiciones.

      Muchos besitos!!! :)

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  10. ¡Qué bonito! Estupenda historia con moralejas incluidas que te hacen reflexionar. Y ese final... perfecto. ;)
    Un besazo, guapa. =)

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    1. Muchas gracias Sole, ;)
      Me alegro un montón que te haya gustado, y con él su final de ensueño, :)
      Besos.

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  11. Ay qué bonito final le has dado!! Y cuánta razón, los sueños terminan solo cuando dejamos de soñarlos, así que a soñar!! Yo dentro de un ratito me dirijo a los míos... zzzzz....jajaja ;)
    Precioso, me ha gustado mucho. Besos!!!!

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    1. Muchas gracias Flora, ;) espero que tus sueños fueran buenísimos!!! Pues sí, no hay que dejar nunca de volar.
      Muchos besos y gracias por el comentario, :)

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  12. Preciosa consecución de esta pequeña historia de amor y de sueños.
    Y estupendo final. Ya temía que Mario se fuese a un mundo donde hubiera perdido lo bonito de lo cotidiano.
    Besos

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    1. Muchísimas gracias Francisco, me alegra que te haya gustado el final. Lo correcto era vivir y crecer, y él se dio cuenta de lo que era importante, :)
      Besos!!!

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