lunes, 24 de octubre de 2016

Letargo

Rozaste mi alma con una suavidad desconocida, no merecía las muestras a las que tú llamabas cariño, no podía comprenderlas, aun así seguías intentándolo con mucha serenidad. Enseñarme con pequeños gestos era la meta, pero me atormentaba el desconocimiento y me enfurecía, , me encolerizaba, dudaba, ¿cuáles podían ser tus razones? Toda aquella claridad me acobardaba, era débil, pero no querías verlo.

En mí siempre se halló un cuerpo impedido a amar.

Y lo sabía, presentía que un día me obligaría a renunciar a ti, te alejaría, dejaría que tus alas te llevaran lejos, para no ensuciarte, para no masacrar la única belleza conocida. No podía, no debía ir tras de ti, eso te destruiría.
Sé que hice bien alejándote, por favor no me juzgues, perdóname. Es hoy cuando te venero mi pequeña mariposa adormecida, no aguardes más y alza el vuelo, lograste tu fin impregnándome de delicadeza, ¿No lo ves? Salvaguardarte es mi acto, es tu amor.
 


Fotografía: +María PAZ

 

12 comentarios:

  1. Bonito monólogo reflexivo referida a la mariposa, símbolo de delicada presencia llena de color, de tenue tacto que son como caricia leve.
    No comprendemos a nuestros semejantes como para conseguir comprender el vuelo de la mariposa.
    Besos amiga Irene.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchísimas gracias Francisco, :)
      Tienes razón, somos frágiles enigmas difíciles de comprender.
      Besos, amigo!

      Eliminar
  2. Muy buen micro, Irene. Me gusta ese sentimiento contradictorio amar tanto como para renunciar al otro para no hacerle daño. El más grande acto de amor que ese personaje autodestructivo podía ofrecer era alejarse. Excelente como todos los textos en los que se muestran las aristas y complejidad del ser humano. Saludos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí David, el amor aunque debería ser sencillo muchas veces resulta contradictorio. Una lucha muy complicada dejar volar a la persona que se ama.
      Muchísimas gracias, :)
      Un abrazo.

      Eliminar
  3. Como ya te comenté, querida amiga Irene, en EDUPSIQUE, es un texto extraordinario donde el amor incondicional hace gala de presencia y embellece tus letras.
    ¡Felicidades además por acompañarme en el podio del concurso!
    Muchos besitos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchísimas gracias por tus palabras querida Estrella, estoy muuuy feliz de compartir podio contigo, ;)
      Muchos besos!

      Eliminar
  4. Eso es amor incondicional, dejar marchar para la felicidad del otro ser. Al final se entiende la finalidad.

    Bello tu micro, mi querida amiga, con el inigualable estilo que te caracteriza, tan sutil y profundo.

    Muchos besos, guapa Irene

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Al final si, aunque en muchos puntos roce el egoísmo y se muestren sus miedos, el motivo no es otro que el amor.

      Muchísimas gracias, preciosa!
      Besitos!!!

      Eliminar
  5. Qué bonito texto, Irene. No podía imaginar que hablabas de una delicada mariposa, pero todo adquiere su pleno sentido al saberlo.

    En verdad hay pequeños roces que no se olvidan nunca si consiguen tocar nuestra alma...Es el privilegio de la belleza y la generosidad del que sabe apreciarla :)

    Un beso, me ha gustado mucho.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchísimas gracias Julia, ;)

      Agradezco muchísimo tus palabras, el amor es sentido nos impregna en su delicadeza convirtiéndonos en fragilidad.
      Te reitero, hay roces que siempre perduraran en nuestra alma, y nuestra suerte es que toda la vida la alimentará.

      Muchos besitos, :)

      Eliminar
  6. Irene precioso micro, muy bonito texto, lo tocas con tan delicadeza cono las alas de la mariposa. Un abrazo

    ResponderEliminar