Si os fijáis dos de ellos son perros de caza; no es su caso. Estos animales son criados para un único fin y si no cumplen su propósito, muchos serán olvidados y/o maltratados.
La podenca vino a vivir con
nosotros hace diez años, el día de todos los Santos. Allí donde las haya es una
líder ingobernable, mitad perro, mitad gato, mitad ratona —si os contara sus
batallitas veríais que completa— a parte tiene una enorme fuerza
interior; eso incuestionablemente la convierte en la jefaza del grupo. No hay
quién se atreva a toserle en la oreja sin que le haga saber que eso está muy
mal, que la educación es lo primero. En aquel momento tenía sarna, es una
enfermedad que afecta a la piel y no solo es por la gravedad de la misma, sino
que es muy contagiosa. Imaginad las camadas que terminan infectadas y qué
pocas serán tratadas. Era una perrita enclenque, llenita de clapas por todo el
cuerpo, su confianza estaba muy dañada. Si te acercabas, se alejaba. Nos costó muchos
meses ganarnos su afecto. Estaba tan falta de todo, que tenía los cuatro
colmillos, ni siquiera se le habían caído los de leche. Ahora después de tantos
años sigue siendo independiente, porque es la marca de la casa, pero de vez en
cuando algún abrazo sí le robo.
La segunda en llegar fue Vilma,
una bulldog muy cariñosa y obediente. Le encanta comer y dormir; digo yo, que
como a todo el mundo. La historia de ella es la más dulce de los tres y eso nos
suaviza al resto, sobre todo por sus ronquidos y ruiditos extraños. Llegó un
día por sorpresa, me la trajeron al trabajo a primerísima hora de la mañana y
tuvo que pasarse bastantes horas allí, porque yo resido un poco lejos y no
podía hacer el viaje de ida y vuelta y cumplir con el horario.
A veces hace carotas como si
estuviera enfadada, pero nada más lejos de la realidad, lo que le pasa es que
es muy pensadora. Es la más dependiente del grupo y por eso aunque ya tenga sus
añitos, la seguimos tratando como a una cachorrita.
Y el último de la fila, ah no, perdón; mi pequeño vagabundo, un Terrier Alemán. Otro que llegó sin esperarlo, porque sí, los tres son un valioso e inesperado regalo. Suerte la nuestra. Fue en Semana Santa del año pasado. En la zona donde vivo se caza el jabalí; yo cuando lo miro siempre pienso: éste pobre, ¿qué iba a cazar? ¿Qué? La cuestión es que él debió pensar lo mismo y por eso según me dijeron; no servía. Es muy poquita cosa, también le costó un tiempo adaptarse a su nueva vida, gruñía como modo de expresión —si estaba dormido tenías que ir con cuidado— A las otras me las tenía un poco mordiditas, pero muy conciliadoras lo aceptaron y no se lo tuvieron en cuenta. Desde fuera parecía un animal agresivo, pero la realidad es que tenía miedo y ese era su escudo. Ahora todo aquello es pasado y se parece más a un peluche recién sacado de la lavadora, como dice mi ahijada, ¿qué hace pelucón?
La razón de esta entrada es que se acercan las vacaciones y con ello aumentan los abandonos. Hay que ser responsable, crear más conciencia sobre este hecho; no son un juguete, son seres nobles, cariñosos, inseparables, con un amor tan inmenso que emociona. Da igual las veces que salgas y entres de casa, como si es cada diez segundos siempre te recibirán con alegría. No comprenden los enfados y si lo miráramos bajo su prisma y aprendiéramos un poco de ellos, tampoco lo haríamos. Son una pócima mágica, si algún día estoy enfuruñada solo con pasar un minuto con ellos ya se me ha olvidado, ¿enfadada yo? Nunca.
Y el último de la fila, ah no, perdón; mi pequeño vagabundo, un Terrier Alemán. Otro que llegó sin esperarlo, porque sí, los tres son un valioso e inesperado regalo. Suerte la nuestra. Fue en Semana Santa del año pasado. En la zona donde vivo se caza el jabalí; yo cuando lo miro siempre pienso: éste pobre, ¿qué iba a cazar? ¿Qué? La cuestión es que él debió pensar lo mismo y por eso según me dijeron; no servía. Es muy poquita cosa, también le costó un tiempo adaptarse a su nueva vida, gruñía como modo de expresión —si estaba dormido tenías que ir con cuidado— A las otras me las tenía un poco mordiditas, pero muy conciliadoras lo aceptaron y no se lo tuvieron en cuenta. Desde fuera parecía un animal agresivo, pero la realidad es que tenía miedo y ese era su escudo. Ahora todo aquello es pasado y se parece más a un peluche recién sacado de la lavadora, como dice mi ahijada, ¿qué hace pelucón?
La razón de esta entrada es que se acercan las vacaciones y con ello aumentan los abandonos. Hay que ser responsable, crear más conciencia sobre este hecho; no son un juguete, son seres nobles, cariñosos, inseparables, con un amor tan inmenso que emociona. Da igual las veces que salgas y entres de casa, como si es cada diez segundos siempre te recibirán con alegría. No comprenden los enfados y si lo miráramos bajo su prisma y aprendiéramos un poco de ellos, tampoco lo haríamos. Son una pócima mágica, si algún día estoy enfuruñada solo con pasar un minuto con ellos ya se me ha olvidado, ¿enfadada yo? Nunca.
Y lo más importante no entienden porque no estás allí, con ellos, NO, no lo comprenden.
Y todos nosotros tampoco deberíamos.
¿Qué esperamos de la vida? Amor;
y ellos sin ninguna duda, son la definición más fiel a esa palabra.
Las mascotas (yo tengo un gato) solo dan amor y piden muy poco a cambio. Confían plenamente en los humanos con los que conviven, son entregados y cariñosos. No comprendo como alguien puede hacerles daño.
ResponderEliminarPreciosos tus perros.
Un beso.
Hola Rosa,
EliminarPiden muy poco para todo lo que dan.
Yo tampoco, no puedo decir nada bueno de estas personas que son capaces de maltratar o abandonar a su mascota.
Muchas gracias por tus palabras.
Un beso.
¡Cómo me ha emocionado tu entrada, Irene! Adoro a los animales, siempre he tenido perros, y sé lo que es cuidarles y que te den ese cariño tan incondicional... Me ha gustado el repaso que has hecho de tus peludos, tienes razón, cada uno tiene su carácter, son muy diferentes a pesar de que les criemos igual, jeje (pasa como con los humanos). A mí el sufrimiento de los animales y de los niños es algo que me supera, porque ellos no saben qué les pasa, porque de repente alguien les maltrata o abandona...
ResponderEliminarMe ha encantado tu entrada, Irene, y tus perros son guapísimos. (Yo ahora tengo un conejo, y al contrario de lo que pueda parecer, oye también tienen su personalidad o conejinalidad, jaja).
Bueno y aquí lo dejo que con estos temas me embalo y me pongo muy moñas. Yo también espero que ahora con el verano la gente sea sensible y responsable con sus mascotas, por favor.
¡Me ha encanado tu entrada, guapa!
Un besazo muy grande (para ti y para ellos).
A mí me ha emocionado tu respuesta, guapísima.
EliminarEn casa siempre hemos tenido perretes, a mi madre hace menos de un mes se le murió el cocker, tenía dieciséis años, dejan un vacío muy importante porque son parte fundamental en la familia, son uno más. Con sus cositas como nosotros, pero que siempre logran alegrarte y hacerte reír. Nunca nada malo.
Tampoco tolero el maltrato de ningún tipo, es de una bajeza enorme, y no comprendo que nadie pueda causarlo. Yo tuve un conejo, se llamaba Amira, :)
¿Verdad que son preciosos? Jeje
Muchísimas gracias por tu cariño, Ziortza.
Un beso grande.
Cuanto cariño dan los animales y sin pedir nada a cambio. Produce mucha tristeza cuando ves a esos animales abandonados porque han crecido y han dejado de hacer gracias o porque como bien dices se acercan las vacaciones y molestan, es terrible igual que verlos en la perrera, tristes y desconfiados, sin entender nada.
ResponderEliminarUn beso enorme Irene me ha gustado conocer a tus bichitos.
Nada de nada, solo dan cariño y amor. Sin duda los que ganamos somos nosotros. Si es muy desconcertante para ellos, y luego cuando alguien los acoge tardan mucho tiempo en volver a confiar en las personas. Es muy triste.
EliminarMuchas gracias, Conxita.
Un beso grande de parte de los cuatro, ;)
Tus peludos además de simpáticos tienen pinta de ser muy buenos niños :-), y seguro que te hacen reír un montón. Hay una curiosidad con los perros que me asombra; y es que algunos de ellos son capaces de esperar durante horas junto a la puerta del entrada al hogar, con la única esperanza "vital" de volver a recibir a su dueño o amigo, e sea al humano cuidador. En lo personal, tuve un gato al que vi nacer y morir literalmente, después de trece años de convivencia. Quizás una de las mejores experiencias de mi vida, siempre lo recuerdo.
ResponderEliminarBesos Irene y saludos a tus amiguitos!
Buenos, buenos tampoco, lo de simpáticos sí, jeje Pero una se entretiene con las travesuras, :) La verdad es que hemos tenido mucha suerte, que te voy a decir, si son muy guapotes mis chicos.
EliminarSi que dejan huella, ains... que tierno, Miguel.
Un beso, yo les doy tu saludo.
Deliciosa entrada, Irene. Y muy necesaria porque como dices se acercan las vacaciones y mucho desalmado pudiera tener la tentación de aligerar el equipaje.
ResponderEliminarLa frase de Kant es rotunda y certera. Quien es capaz de torturar a un animal necesariamente es una mala persona, sin matices. Porque maltratarlo significar que el maltratador considera que lo hace a un ser inferior, que concibe la vida de una manera jerárquica en la que el "poderoso" tiene derecho de pernada. Alguien así, no merece ninguna consideración por mi parte... y eso que no tengo mascotas. Un fuerte abrazo!
Si, David. Cuando uno decide que va a tener una mascota ha de pensar que este va a formar parte de su vida, (siempre) eso implica responsabilidad. Si uno no está preparado para ello, no debería acoger. El hecho de que alguien los abandone les puede acarrear traumas que desenlazarán en agresividad, desconfianza, miedo…. y es muy complicado que se deshagan de ellos.
EliminarNo quería que fuera una entrada triste, porque ellos dan demasiado luz y alegría, pero si dejar un granito de consciencia.
Así que muchas gracias por tus palabras, :)
Un fuerte abrazo.
Muero de amor.
ResponderEliminarTodos mis animales son recogidos y salvados de una muerte segura y no me cabe en la cabeza que la gente sea tan desalmada. Entiendo que no quieran responsabilidades, pero eso se soluciona no teniendo nunca animales, tenerlos y abandonarlos es rematadamente cruel.
Besos.
Eso mismo, responsabilidad, si no vas a poder hacerte cargo de ellos, pues no acojas. Pero el abandono es sumamente cruel, ellos no lo comprenden. Es muy triste.
EliminarMuchas gracias, Gemma.
Un beso.
Hace mucho tiempo leí una frase que aunque es muy conocida, no por ello es menos acertada: "¿Sabes qué hace tu perro cuando no estás en casa? Pues esperarte". Yo solo he tenido dos perros hasta la fecha: una cocker spaniel, que compramos hace muchos años (desde entonces decidimos que no volveríamos a comprar un perro, con tantos que hay abandonados), y un perro mestizo adoptado y que acaba de cumplir cinco años y medio. Ambos fueron una gran compañía y una fuente de cariño increíble. Solo quien ama a los animales y tiene uno en casa sabe lo que se siente por ellos. Para ellos no existe el rencor, ni un mal día, ni un enfado, y son los amigos más fieles que uno puede tener.
ResponderEliminarNunca llegaré a comprender cómo alguien es capaz de abandonarlos, como el que se deshace de un trasto inservible o molesto. Aunque bien es cierto que cuando llegan las vacaciones y vamos de viaje donde no pueden acompañarnos, se crea un problema, para ellos, que no entienden porqué los dejas en otro hogar o en una residencia canina, por muy bien tratados que estén, y para nosotros, que no dejamos de pensar en cómo lo estarán pasando sin nuestra compañía.
Una entrada muy tierna y simpática, que refleja tu amor por esos tres amigos peludos del alma.
Un beso.
Espérate que ya verás cuando llegues a casa, jeje
EliminarEs verdad son unos terremotos, pero luego una vez has recogido todos los desperfectos te ríes a carcajadas, porque los listillos lo saben, saben que eso no está bien, ;)
Yo tengo mucha suerte, si tengo que irme unos días, mi madre se hace cargo de ellos, ella también tiene, así que imagínate que bien están. Eso sí, luego le tengo que dar vacaciones a la salvadora que se lo ha ganado con creces.
Muchas gracias por tus cariñosas palabras.
Un beso.
¡Ay Irene! mi debilidad también son los perros, me muero por ellos, ellos seguro que darían la vida por nosotros.
ResponderEliminarTengo (él nos tiene a nosotros) un labrador negro que encontraron perdido, se llama Morgan, aunque responde por guevón por sus atributos.
Una entrada preciosa compañera.
Y la mía, Isabel.
EliminarSon muy especiales y el cariño que aportan es único, sin esperar nada a cambio, solo que estés con ellos.
Muchas gracias, :)
Un beso.
Por aquí te dejo Irene dos historias de mis dos perros un moreno y un rubia. Ya no están con nosotros pero fuimos muy felices.
ResponderEliminarhttp://alzapalabra.blogspot.com/2017/10/historia-de-un-moreno.html
http://alzapalabra.blogspot.com/2017/10/historia-de-una-rubia.html
Me acuerdo de ellos, Isabel :)
EliminarEs lo que nos dejan, felicidad.
Me acabo de acordar que ya leiste la historia de mis perros, y que te animé a escribir sobre los tuyos.
ResponderEliminarMe hace gracia la carilla de los tres mirando para la cámara.
Hice trampa, tenía una chuche, jeje
EliminarPor eso están mirando la cámara, ;)
Tú lo has dicho Julio David, nosotros sí.
ResponderEliminarUn abrazo grande.
Me gustan mucho las mascotas y mi debilidad son los gatos. Son libres pero cariñosos, limpios y seductores. Tuve una gata hace tiempo y fue muy linda su compañía.
ResponderEliminarLos tuyos son diferentes entre sí, deben ser muy coquetos porque se quedaron firmes para salir bien en la foto.
Es muy cierto lo que decís sobre el abandono en época de vacaciones. Aquí sucede mucho en barrios periféricos y también en los balnearios. Los veraneantes se van y los dejan. Incomprensible.
Un gran abrazote, Irene.
Hola Mirella, :)
EliminarComo le comenté a Isabel, hice trampa; la chuche era el objetivo y por eso se quedaron fijos los tres, jeje
Si, es incomprensible y muy cruel.
Muchísimas gracias por tus palabras.
Un beso.
Ayy, ¡que me los como! Son adorables tus pequeñines y me alegra mucho que les hayas brindado un futuro mejor. Qué importante es concienciar a la gente para que adopte y no abandone, que estos pobres animales lo pasan muy mal.
ResponderEliminarYo ya hace 8 años que me traje de una protectora a mi gatita. La adoro, a pesar de que ya sabes que los felinos no son tan cariñosos y cercanos como los perros jaja.
Un besote.
Tuve un gatito cuando era pequeña, recuerdo que no le gustaba salir a la calle, le tenía pavor. Le pusimos Michael, como a unos dibujos, hace un montón; vaya con el tiempo... jeje
EliminarSe tiene que crear más conciencia hay demasiados abandonos y ellos ni lo comprenden ni se lo merecen.
Muchas gracias por tu cariño.
Un beso.
Qué bonito, Irene, me ha llegado al corazón todo lo que has contado sobre tus peludos, tengo los ojos llorosos.
ResponderEliminarEntiendo todo lo que cuentas, yo recogí a Fibi de una protectora, con seis meses ya había sido abandonada en dos ocasiones y maltratada. Este animalito me da a diario más cariño del que soy capaz de expresar, ojalá la gente se responsabilizara y no cogiera mascotas en vacaciones para acabar abandonándolas. Son seres que sufren, hacerles eso es una canallada.
Un post maravilloso. Gracias por compartir sus historias.
Mil besos
Es que ellos son unos ladrones de corazones, fíjate que el mío no hay manera que lo suelten, :)
EliminarEl no ser responsables y abandonarlos les ocasiona traumas que luego les será muy difícil deshacerse. Recuerdo leer en tu blog sobre Fibi, :) hace tiempo, porque yo estuve durante meses apartada del mío.
Muchas gracias por tu cariño, Chari.
Un beso enorme.
Qué publicación más entrañable e inesperada en este blog. Inesperada porque nos cuentas un poquito de ti misma, a través de esos compañeros de piso y de cómo nos los describes entreveo que eres una estupenda persona, y además muy concienciada con el maltrato y abandono de los animales.
ResponderEliminarEstoy encantada de conocer a tus peludos.
Un beso grande.
Y ellos también de que los conozcáis, Paloma.
EliminarSon muy, muy cariñositos, :)
Muchas gracias por tus palabras, se lo merecen todo.
Un beso enorme.
Qué bonita familia has adoptado... yo tengo varias mascotas, entre ellas un gato "algo raro" y como no me lo puedo llevar... le busco su hotel, jajaja, llamo todos los días, sé que soy una pesada y más de una vez estuve a punto de pedir que me pasaran con él.
ResponderEliminarMil besitos mi preciosa Irene y muy feliz finde ♥
Los míos se quedan con mi madre, pero aún así me pongo pesadita, y cómo están, y cómo se portan... y, y... jeje Ains... no tenemos remedio, :)
EliminarMuchas gracias por tus palabras.
Un beso enorme, y feliz semana.
Y es que no hay nada como ponerse a hablar de la familia,... me ha encantado tu entrada!
ResponderEliminarEso mismo: de la familia, :)
EliminarMuchas gracias, Norte.
Un fuerte abrazo.
Hola Irene, es así, nos sacan lo mejor, sean perros o gatos (yo tengo dos) y si tratas mal a un perro la vida te demuestra el grado de ira, rabia o maldad que tienes dentro. Una entrada íntima para concienciar, una época de abandono, es así. Espero no ver muchos animalillos sueltos este año. Todo queda en familia, aunque algunos con más que otros. Un beso
ResponderEliminarHola Eme,
EliminarYo también espero que la gente sea más responsable, no merecen ser ni maltratados ni abandonos. Ellos no comprenden esos malos actos, y mucho menos harían nada por perjudicarnos.
Un beso grande.
Una entrada entrañable y bien bonita por lo que implica.
ResponderEliminarCreo que la película de animación "Mascotas" te gustará si es que todavía no la has visto. Describe esa incomprensión de estos compañeros peludos ante nuestras ausencias y enfados.
Besos.
Hola Francisco,
EliminarSííí, la he visto, :) Es muy bonita y arranca más de una sonrisa.
Muchas gracias por tu amabilidad.
Un beso.
Tienen cara de no haber roto nunca un plato esos tres, con esa mirada atenta a la cámara. No sabrían entonces que iban a ser portada de este blog y que su fama traspasaría fronteras jaja. Yo no tengo perro pero mis padres si tienen uno, Neo se llama, aunque no se parece mucho a Keanu Reeves. Tampoco entiendo que puedan dejarse abandonados. Muy tierna tu entrada Irene. Un abrazo!
ResponderEliminarTengo que confesarlo, ;) han roto muchos, muchísimo platos, jajaja A veces son temibles, pero bueno, luego cuando los pillas con las manos en la masa te miran con una carita que se les perdona todo, :)
EliminarMuchas gracias por tu cariño, Jorge.
Un abrazo.
Bonito!!! No tengo mascotas, pero me lo estoy planteando estos últimos meses...
ResponderEliminarUn beso enome!
El amor que ellos nos dan es honesto y muy leal, David.
EliminarQue te voy a decir, :)
Muchas gracias.
Un beso, y feliz fin de semana.
Muy hermosas palabras, yo tuve la suerte de tener animalitos, poco a poco me han ido dejando, y ahora no quiero por miedo a tener que sufrir cada vez que se van. Encantada de conocerte y pasar por aquí, vengo de un blog amigo, tan vez en otra ocasión vuelva a descansar en tu espacio. Un abrazo de Rosana.
ResponderEliminarHola Rosana,
EliminarMe alegro de que un blog amigo, te haya traído hasta aquí, y espero que nos volvamos a encontrar.
Entiendo ese miedo, mi madre hace poco ha sufrido una pérdida y es un momento difícil. Pero el recuerdo de ellos lo merece.
Muchísimas gracias, :)
Un fuerte abrazo.
¡Hola Irene!
ResponderEliminarTenía ganas de leerte en esta entrañable entrada en la que reflejas claramente el amor incondicional tanto por parte de la familia humana como la de esos seres tan y tan maravillosos que solo conocen, y reconocen, el amor.
Ya sabes que soy amante de los llamados "animales," he tenido perros y de unos años para acá gatitas, y estoy convencida de que saben entendernos quizás, mejor que nosotros a ellos.
Por donde vivo también hay épocas de caza y me da una pena horrible el saber el destino que les espera a los perros cazadores si no cumplen los objetivos de algunos llamados "humanos."
Me solidarizo contigo y familia por la acogida de los tres bellos ejemplares que tenéis por compañeros de vida y te doy las gracias por tan altruista demostración de amor hacia ellos. Sin duda tenéis unos valores espirituales muy elevados.
Ha sido gratificante y emocionante conocer un poquito de lo mucho que mutuamente os aportáis.
¡Un beso de los grandes!!
Hola preciosa Mila, :)
EliminarEllos son portadores de amor y no conocen nada más que eso, por lo que lo transfieren sin ningún problema. Hasta cuando cometen trastadas, que imagínate a estos tres que son tan diferentes lo que me la llegan a liar de vez en cuando, pero aún así siempre, siempre, me arrancan sonrisas, jejeje A ver si un día hago una entrada de ellos y los de mi madre (ahora ha adoptado a un nuevo miembro), te aseguro que aquello si que es el Apocalipsis perruno, ;)
Muchas gracias por tus siempre cariñosas palabras, me alegran e iluminan el día.
Un beso grandioso.
También estoy de acuerdo
EliminarTengo 2 y son el amor en grado superlativo