Fragilidad que se ampara en el desconsuelo. Aguarda salvaje,
solitaria en el destierro de los sentimientos convulsos, ocasionados por la
sutileza de la dejadez. Incomodidad que alumbra como una muestra contaminada del
pasado. Sonrisas que se desnudan a destiempo, nostalgia de abrazos que difieren
cautivos, perdidos. De aquél, aquél.
Aviva la mentira, subsiste entre calcomanías, en la hipocresía
de los gestos que se alimentan del miedo. Ése que un día apareció y por alguna
extraña razón ni quiso ni dejó que se marchara. No reniega de él, a veces le agradece
las respiraciones que le concede; pesa, pero forma parte de este ahora
indescifrable donde la culpa y el remordimiento le muestran lo que es. Una
emoción perpetuadle, inanimada. Un triste holograma. Ser, sentir, perder; no, esta
opción ya no existe. La comodidad quedó relegada e instituida como un mal
hábito. Se estableció en un bando donde la ofensa quedó dilapidada.
Agudeza del destierro, pávida sombra. Un susurro, un canto a la
niñez que recuerda la viveza y se adentra en un punto de no retorno. A aquél, aquél. Sueños lucidos, pesares
sosegados en el silencio de la vergüenza. Hoy vuelve a mirar donde la oscuridad
ansía con demora y lo que encuentra es el mismo eco desconsolado que nunca
tendrá mañana. Que se abriga en la penumbra del llanto y vierte sin ternura su
inquietud. Resguardada por la candidez de las consecuencias sigue siendo ese aquél inacabado.
Nostálgico, doloroso y muy poético.
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Marta.
EliminarUn beso.
Hermoso,...
ResponderEliminarMuchas gracias, Norte.
EliminarUn abrazo.
Hola Irene, has realizado un retrato duro y a la vez sensible, donde el miedo y la pérdida juegan un papel muy importante en el devenir de algunas personas. Has vestido además con palabras de seda, sentimientos muy dolorosos. Te envío un gran abrazo y te felicito por tu creatividad.
ResponderEliminarHola Miguel,
EliminarGracias por tus siempre alentadoras palabras, te las agradezco muchísimo.
Un fortísimo abrazo, ;)
Hermoso poema en prosa. hermoso aunque doloroso. Demasiados sentimientos de esos que escuecen: culpa, remordimiento, miedo. Llegan a ser sentimientos en los que uno se deja reposar como para redimir esa falta que cometimos y que solo sufriendo y temiendo podemos remediar... levemente.
ResponderEliminarUn beso.
Es muy bonito como lo expones, Rosa. Te lo agradezco muchísimo y estoy totalmente de acuerdo contigo.
EliminarUn beso enorme.
Hola Irene,
ResponderEliminarQué maravillosa forma de redactar algo tan increíblemente triste y desgarrador...Te atrapa desde el primer momento. Enhorabuena por tu arte.
Un beso
Hola, Paula.
EliminarNo sabes como me alegra tu comentario, mil gracias.
Un beso.
Desde el dolor se escribe con otro acento, intenso y rotundo.
ResponderEliminarEs devastador este desahogo.
Mil besitos mi preciosa Irene y feliz martes ♥
El dolor tiene su propio matiz, su propio color.
EliminarMuchas gracias por tu cariño.
Besos enormes, y feliz día.
Hola Irene, tu relato es corto, pero tan extenso en sentimientos y desahogos...
ResponderEliminarNarras desde un punto final (que abarca dolor, perdida, ofensa, vergüenza, fragilidad...) que nos lleva a tantos puntos de partida, a tantas posibles historias...
Tantas horas de angustia abarcadas en una sola, la hora de dolor no procesado ni canalizado, que se repite y genera los mismos sentimientos y angustias de ese, como bien dices "aquél inacabado".
Como de costumbre, profundo y reflexivo.
Abrazos y feliz regreso.
Hola Idalia,
EliminarMil gracias por tu sentido comentario.
Así es, la hora del dolor está ahí, latente, porque es ese momento en el que el recuerdo queda resguardado, una muestra de lo vivido y sus consecuencias, pero no un final.
Un fuerte abrazo, y gracias de nuevo.
Bella manera de expresar el dolor y el desconsuelo.
ResponderEliminarNo soy muy buena leyendo poesía, lo confieso, pero este texto me ha impresionado.
Un beso y hermosa manera de regresar a estos lares. Sé bienvenida.
Un beso muy grande.
Mil gracias Paloma, si te ha impresionado yo ya me siento más que feliz por ello. Te lo agradezco.
EliminarUn beso enorme.
Una narración envuelta en poesía y sentimiento que emerge del talento de tu inconfundible estilo; una reunión de imágenes únicas en una nube en la que el lirismo amalgama todo el contenido. Es hermoso leerte en este registro, Irene, una maravilla.
ResponderEliminarAriel
Es muy bonito lo que dices Ariel, maravillada me quedo yo. Y más que agradecida por ello. Muchísimas gracias.
EliminarUn beso.
¿Qué puedo decir, para añadir algo nuevo a lo ya dicho por los compañeros? No se me ocurre nada, tan solo felicitarte por haber sabido fundir sentimientos tan dolorosos y poesía.
ResponderEliminarEnhorabuena!
Un abrazo
Muchas gracias Ana, solo con leerme ya me siento gratificada.
EliminarY con tus palabras, todavía más.
Un fuerte abrazo.
Una catarsis poética, donde el lector queda envuelto por las imágenes que tan bien seleccionaste para describir una angustia interior por la que todos pasamos en algún momento.
ResponderEliminarUn abrazote enorme, Irene.
Gracias Mirella, agradezco muchísimo tu comentario.
EliminarTienes razón todos tenemos nuestras propias consecuencias.
Un besote enorme.
Fantástico texto, Irene. Un ejercicio de prosa poética, en el que son las emociones las que conforman la trama. Soltaste toda tu sensibilidad y esta quedó plasmada en el papel. Con el dolor o la tristeza suceden cosas curiosas. Una de ellas es que aumentan nuestra creatividad, es en esos momentos en los que tenemos cosas que contar. Un fuerte abrazo y espero que hayas disfrutado del verano.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu generoso comentario, David.
EliminarMe alegra muchísimo, :)
No puedo quejarme, agosto ha sido el mes de la vagancia y contemplación, je,je,je Empezó con un poco de lío, pero al final todo muy positivo, yendo de aquí para allá, leyendo un montón, viendo películas pendientes, y hasta me ha dado por cocinar, (¡qué rico, todo!) Así que se ha liberado parte de los meses anteriores que andaban muy revuelto. ¿Y el tuyo? ¿Has disfrutado? Espero que sí.
Un beso.
Tu visita a mi blog me ha permitido conocer el tuyo. Gracias por doble motivo.
ResponderEliminarUn saludo.
Me alegro Macondo, gracias a ti; encantada de que nos leamos.
EliminarUn abrazo.
Sí, es verdad Julio David, el respeto a éste es reverencial. Muchas gracias por tus palabras.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Hola Irene, esta vez te has atrevido a contar del lado más intenso del dolor, un dolor álgido. ¿Sobre qué se duele la voz que cuenta ?, no importa, es lo de menos, en poesía, o prosa poética lo importante son las sensaciones que provoca.
ResponderEliminarEs difícil hablar del dolor, y desde el dolor, por eso te digo compañera que tú te has atrevido y además, con papel de regalo poético.
Un beso Irene.
Hola Isabel,
EliminarEs muy bonito lo que dices, guardaré con mucho cariño lo del papel de regalo poético. Muy, muy agradecida.
Un beso enorme.
Profundo y emotivo texto poético que con tu buen hacer dejas plasmado a mi entender, un miedo que nació cuando no debía y del que es difícil desprender después. Es en la niñez en donde se gestan las emociones que algunas luego echan raíces tan fuertes que romperlas requiere gran fortaleza.
ResponderEliminarPrecioso y reflexivo tu relato, querida Irene.
Un besazo.
Yo también creo que la niñez se rompe en el momento que aparece el primer miedo. Esa profundidad deja una marca de la que es muy difícil desprenderse, es un recuerdo emocional enquistado.
EliminarMuchas gracias por tu generosidad, Mila.
Un beso.
Hola Irene.
ResponderEliminarQué texto tan bonito, duro, pero intenso y precioso.
Besos.
Muchísimas gracias por tus palabras, Gemma.
EliminarUn beso grande.
Momentos de alguien que amaste
ResponderEliminarpero con el tiempo la nostalgia dejó de llamarte
un abrazo
Gracias por comentar, Recomenzar.
EliminarTe lo agradezco mucho.
Un abrazo.
Los textos como este, tan poéticos e intensos, encierran un mensaje que solo su autor conoce al detalle y que transmite en forma de unas palabras que el lector interpreta según su estado de ánimo. Y es que todos tenemos nuestra hora de dolor.
ResponderEliminarUn abrazo.
Antes de colgar alguna entrada la primera en leerla siempre es mi hermana. Estuvimos debatiendo sobre el título porque según ella era muy duro, yo le quise hacer comprender justo eso: todos tenemos ese momento en el que el miedo nos cerca y se muestra sin vergüenza, nos recuerda lo que somos a partir de nuestras consecuencias, pero no lo que seremos; quizás postergue, pero no limita.
EliminarMuchas gracias por tus palabras, Josep Maria.
Un beso.
"Resguardada por la candidez de las consecuencias sigue siendo ese aquél inacabado."
ResponderEliminarMe ha emocionado mucho Irene, hay mucho sentimiento y mucha belleza en tus letras.
Un abrazo grande amiga.
No sabes como me alegran tus palabras, Xus.
EliminarTe las agradezco muchísimo.
Un beso grande, amiga.
Intenso, Irene. Aún reconociendo mi falta de destreza para descifrar el género poético, debo admitir que tus palabras, perfectamente combinadas, transmiten una extraña belleza que conmueve.
ResponderEliminarRecibe un fuerte abrazo.
Mil gracias Pedro, con tu comentario me siento más que gratificada y agradecida.
EliminarUn fuerte abrazo.