─Porfa, porfa, vuelve a contárnoslo.
─Está bien, pero será la última vez, ¿entendido?
─Sííí ─contestaron todos mis sobrinos.
∞
Existe un viejísimo cuento en el que se hace víctima a tres
malhechores, así que os pediré que estéis muy atentos a mis palabras ya que en ellas
se haya la autenticidad de un secreto mal compartido, del que hoy descubriremos
la verdad.
Siempre se ha dicho que el culpable de aquel fatídico día
fue un lobo hambriento, nunca se valoró que pudieran ser otros los que
cometieron las faltas, ninguna pregunta de más, nada; podríamos decir que
egoístamente se le excluyó al no hacerle partícipe de su propia leyenda. Solo reconociéndose
una versión de los hechos, tres idénticas transcripciones que se sostenían y
por mala fortuna testimoniaban, dándose por válidas, eso concluyó en un juicio
rápido y a una cazuela hirviendo como castigo. ¿Imprudencia? ¿Negligencia?
Realmente, ¿qué sucedió?
Nuestra tatarabuela justa como pocas, nunca creyó la versión
expuesta, es más, a la familia le confió que estos tres tocinitos de cielo no
tenían nada. No hay más que recordar la escena de la película Hannibal, ¿apacibles? ¡Ja!
La cuestión es que durante un período de tiempo estuvo investigando entre los
círculos más cercanos de ambas partes, los que se hacían llamar víctimas y la
del fiero lobo, después de mucho tiempo del que tuvo que hurgar entre todo
aquel silencio que se sostenía entre cuchicheos y mentirijillas, lo descubrió.
La sorpresa fue mayúscula y es que por increíble que pueda
parecer, el lobo de sanguinario no tenía nada, todo lo contrario, se asemejaba
más a un gatito de angora ya que era vegano.
Eso le supuso ser la mofa de estos tres sujetos y como
empezaréis a sospechar sus comportamientos fueron extremadamente crueles, no teniendo
suficiente con meterse con el pobre animal, decidieron ir más allá. Como sabían
que hicieran lo que hicieran, nunca les hincaría el colmillo en sus magras
carnes, le robaban todo lo que encontraban en su despensa: verduras, frutas, legumbres…
dejándosela siempre vacía y si se quejaba, lo maltrataban. Sí, lo que
escucháis. La cuestión es que llegó un momento en que éste no pudo aguantarlo
más y decidió que les devolvería el escarmiento, solo una vez, para que aprendieran
la lección.
Pero su ingenuidad era tal, que nada salió como debía.
En aquel momento los tres hermanos se encontraban en un proceso
lentísimo de rehabilitación, hacía años que habían recibido unas casitas en
herencia, otra de las mentiras que se añadió a la historia, hicieron creer que estaban
construyéndose nuevos hogares, pero era todo falso, así también pudieron estafar
al seguro. Imaginaos que seres más espantosos. Al ser trillizos el legado les
tocó un poco a suerte, y para no decir que todo era falso señalaremos que sí
existió una casita de paja, un hogar por cierto nada confortable, que le tocó
al más perezoso. Éste con tal de no arrimar el hombro era capaz de cualquier
trapicheo, siendo el que más inquina profesaba hacia nuestro pobre lobo. El
siguiente con menos fortuna recibió la casita de madera, más lustrosa que la
anterior, pero con el poco manteamiento que le dedicaba se hallaba carcomida y
podrida por algunas zonas. Resulta que el cochinito poseía cero personalidad, por lo que siempre cumplía con todas las órdenes
que le requerían sus hermanos, sin preguntarse si obraba bien o mal. Y ya por
último el más afortunado, el de la casita de ladrillo, creyéndose ser el mejor
ya que a raíz del bien obtenido su nivel adquisitivo había aumentado, se le
subió a la cabeza, eso hizo que sus malos comportamientos se avivaran y resultaran
excusados al creerse superior a todos los demás.
Ante la desesperación, el lobo hizo correr la voz de que su
primo de los Highlander iba a pasar
el verano en la pequeña villa, era mentira, ni siquiera tenía familia por
aquella zona, pero aun así y viendo que los villanos al enterarse del
chismorreo empezaron a portarse mejor con él, siguió con el bulo. Explicando a
quien quisiera escucharlo historias de su magnánimo primo, de lo valiente y
valeroso que era, de como le gustaba el solomillo al punto, cada vez
sintiéndose más seguro añadía más y más valía a este primo misterioso. El
problema de la mentira es que llega el momento en que esta se descubre. El verano
se inició y allí solo se escuchaban historias, pero nadie aparecía, cada vez
que le preguntaban, rehuía la respuesta y al sentirse acorralado empezó a notársele
la farsa. Así pues, los tres hermanos enfadados y creyéndose estafados. Juraron
vengarse.
Ese mismo día quedaron a medianoche para dirigirse hacia la
encantadora casita del lobo, con la intención de pegarle un buen susto, lo que
pasa es que estos brabucones ni siquiera se fijaron que justo esa noche había luna
llena, y éste por muy bonachón que fuera, esos días donde el satélite se
mostraba entero se volvía un poco loco. Diréis, pero si era vegano, y sí, creía
fielmente en su decisión de no utilizar productos animales, pero continuaba
recordando el sabor de un buen filete. Acaso eso, ¿alguna vez se olvida ?
Así que no esperaron su reacción, tampoco acabar acorralados,
ni que intentara comérselos, ya no diremos el miedo que pasaron hasta poder
esconderse en la casita de ladrillo, porque huir, correr y destrozar todo a su
paso temiendo lo peor, fue justo lo que sucedió. Ese día se llevaron el sobresalto
de su vida. Un buen escarmiento, si no fuera por una pequeña traba y es que toda
esa escena la vio el típico vecino cotilla, ese que siempre está pendiente de
todo, pero no para bien. Resultó ser el viejo buitre de la villa, como buena
ave carroñera aceptó bajo mano un buen cheque y terminó corroborando la versión
de estos tres delincuentes. Eso fue lo que sucedió, entre los cuatro tejieron
una mentira tras otra hasta que el lobo sin poder hacer nada para impedirlo,
acabó con un castigo que no merecía.
∞
─Y ahora que ya sabéis lo que ocurrió aquel engañoso día,
todos a la cama.
─Noooo, otra vez porfa, tata. ¡Porfi!
─Pero habíamos quedado… si es que sois unos pillos, de
acuerdo, pero luego a dormir.
Fin.
Menuda versión del cuento que te has marcado, Irene, no le falta de nada,¡me ha encantado!. Así que el pobre lobo era vegetariano y los tres cerditos unos "chorizos" de tomo y lomo, mentirosos y enredantes por demás jajajaja. Desde luego imaginación no le falta a esa Tata y estoy segura de que los pillos de sus sobrinos la adoran. Se entiende, tienen una grandíiiiisiima suerte de que sea una contadora de historias tan genial.
ResponderEliminarQué regalo nos has hecho con este post, he pasado un rato maravilloso leyéndote, más o menos como si fuera uno más de los sobrinos :))
¡Un beso enorme!
¡Hola, Julia! :)
EliminarHas visto, el pobre era vegano, y los tres cochinillos unos aprovechados, ja, ja, ja
Mil gracias por tus bonitas palabras, el regalo es mío al recibir tu cariño.
Un beso enorme.
Como dice el refrán ¡Como ha cambiado el cuento! Te ha quedado genial Irene, lo del buitre aceptando un cheque me ha hecho reír, ¡Bueno, en general todo el cuento es muy divertido!
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola, Conchi.
EliminarSi es que hay buitres por todos sitios, je, je
Muchísimas gracias por tu comentario y sobre todo por tu humor.
Un beso.
El cuento te ha quedado de lujo, imaginación al poder.Qué suerte tener una tata con tan divertida que puede hacer de un cuento, varias historias nuevas. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchísimas gracias por tus amables palabras, Mamen.
EliminarMuy agradecida, :)
Un fuerte abrazo.
Ja,ja,ja. Todos los cuentos deberían tener su cara B. Por una vez podríamos escribir los cuentos de tal forma que los malos fueran buenos y viceversa, e incluso que el bien no acabara dominando sobre el mal sino al revés. Quizá sería más triste pero más realista.
ResponderEliminarUn relato muy bien trabajado. He disfrutado mucho de él.
Un beso.
Pues que te digo Josep Maria, creo que estaría muy bien, je, je
EliminarComo me alegra que hayas disfrutado, :)
Muchísimas gracias por tu comentario.
Un beso.
Jajajaj, soy fan.
ResponderEliminarA ver, en mi casa siempre se ha defendido al lobo, es uno de nuestros animales preferidos. Vale, los cerditos suelen ser adorables(lo de Hannibal fue porque estaban muertos de hambre, que ne le libro lo explican, jejeje), pero el lobo es bueno, listo y cariñoso.
Me ha encantado esta versión.
Muy feliz día.
Mil gracias Gemma, por ese soy fan :)
EliminarComo te lo agradezco, muchísimo.
Es que al lobo nunca se le dio opción, ni defensa, y estos cochinitos muy buenos no eran, ja, ja
Un beso enorme, y feliz día.
¡Qué bueno, Irene!
ResponderEliminarLe has dado el giro completo a la versión clásica de Los tres cerditos, por lo que no hay presencia del lobo malo, sino del lobo vegano, apacible y bonachón ;) en cambio, no podemos decir los mismo de los otros tres protagonistas, que en tu original versión, ¡menudas piezas! a cual más villano y vago.
Me alegro que el lobo se las ingeniara para cambiarles el chip, aunque tuvo que pagar el pato al final ¡pobre lobito! :'‑(
Un beso enorme.
Piezas del todo, Estrella, ja, ja
EliminarPobre lobo, él lo intentó, pero la ingenuidad y la luna llena actuaron en su contra.
Mil gracias por tus palabras, :)
Un beso enorme.
Una pena las peripecias del lobo vegano a manos (o pezuñas) de los tres chanchos, que además de vagos y resentidos corrompieron al buitre chismoso.
ResponderEliminarMe gustaron las referencias a Hannibal y Highlander y también el modo en que construiste el relato. Como dijo Josep, es interesante conocer la otra versión de historias tan conocidas.
Un gran abrazo, Irene.
Como me alegra que te haya gustado, Mirella.
EliminarEs que uno no puede o no debería fiarse solo de una versión del cuento, nunca se sabe :)
Muchísimas gracias por tu comentario.
Un beso enorme.
Ja, ja, ja, ja, un lobo de angora y vegano; la paradoja de la generación Instagram llevada al mundo de los cuentos invertidos. Fantástica fábula Irene. Para completar esté remake que te has marcado, te recomiendo que veas la peli de animación francesa "El malvado zorro feroz". Disfrutarás como una niña.
ResponderEliminarUn besazo!!
Pues tienes razón, Miguel ja, ja
EliminarMe acuerdo de cuando hiciste la crítica, y confieso que todavía no la he visto, ¿sabes si está en alguna plataforma de esas que tanto me gustan? ja, ja
La busco sin falta, mira que olvidarme, no tengo perdón ;)
Besos.
¡Qué bueno, Irene! Has cogido el clásico y desde luego que los has reinventado. Y es que de cualquier hecho se pueden sacar mil versiones y cada una de ellas repartir papeles a nuestro antojo. No quiero imaginar si le pegas otra vuelta al cuento de Caperucita, je, je, je.
ResponderEliminarMe ha encantado, un abrazo!!
Mil gracias, David, por tus palabras y el ánimo que me cedes, mira que me animo y empiezo a variar cuentos clásicos, :)
EliminarY te doy la razón, hay tantas caras en cada historia, que todo son posibilidades.
Un beso.
Jajaja,... que bueno, el reverso de la moneda! Jamás me hubiese imaginado eso de los tres cerditos!
ResponderEliminarComo dice David tienes un verdadero filón contando las "otras historias de las historias".
Feliz semana!
Fíjate tan rosaditos y apacibles, je, je Con vuestro ánimo, cualquiera se niega por lo menos a intentarlo, Norte. Muchísimas gracias por tus palabras.
EliminarUn fuerte abrazo, y feliz tarde.
Si la historia ha de ser reescrita, ciertos cuentos deberían serlo también; pues el lobo no puede ser siempre el malo porque lleve chupa de cuero y pinta de alternativo y los cerdos ser los buenos aunque vayan encorbatados y se dediquen a la política o sean directores de grandes entidades financieras ¿O esos son los piratas?
ResponderEliminarUn besazo.
Hola, Javier.
EliminarEso digo yo, el lobo no puede ser siempre el malo, ;)
Ay, los piratas.
Muchísimas gracias por tu divertido comentario.
Un beso enorme.
¡Me ha encantado! Esta nueva versión del cuento de los tres cerditos (cerdos en toda regla) mola más y me parece más creíble porque el lobo suele ser un animal bastante honorable, vive en manada o en solitario y siempre va de frente, sin artimañas, si ¡hasta aúlla para avisar de su presencia!
ResponderEliminarTu versión me ha recordado unos versos de Goytisolo que empiezan así: Érase una vez un lobito bueno del que se burlaban todos los corderos...
Genial, Irene, este cuento que nos has regalado.
Un besote.
Hola, Paloma.
EliminarCerdos, cerdos, je, je
Porque uno dé más miedo, o tenga un aspecto más letal, no quiere decir que tenga que ser el malo, :)
Mil gracias por tus palabras, súper agradecida.
Un beso enorme.
Hola Irene!
ResponderEliminarQue creativa eres, mira nada más, has escrito el otro lado de la moneda de un gran clásico. Y por supuesto, me ha encantado tu versión, es fresca y muy divertida. Muy buen desenlace!
!Un abrazo!
Muchísimas gracias por tus cariñosas palabras, Yessykan.
EliminarMe alegra un montón que te haya gustado, :)
Un beso.
!Hey Irene! fijate que nos has pillado de sorpresa a todos, menos a los niños, que de seguro ya habian escuchado el cuento varaias veces, ja, ja.
ResponderEliminarMe ha gustado leer tu versión de los hechos, perdón, la de la tatarabuela de Tata, ja, ja.
Ingeniosa entrada, espero que sigas destronando a los viejos cuentos, que desde ya creo que han sido mal contados.
!Me he sentido engañada una vez más!
Gracias por la pasada, besos.
Hola, Harolina.
EliminarCon tan buena acogida y vuestros ánimos, espero que sí, poder volver pronto con un nuevo cuento invertido, :)
Si es que nos engañan como quieren, je, je
Un beso enorme.
¡Qué bueno Irene!
ResponderEliminarEl cuento al revés de como siempre lo habíamos escuchado y el pobre lo o cargando durante siglos con el papel de villano.
Felicidades, me ha hecho sonreír e imagino que los niños estarán deseando escuchar más cuentos.
Besos
Hola, Conxita.
EliminarComo ves se cometió una negligencia, que durante mucho tiempo se ha silenciado, ja, ja
Como me alegra haberte hecho sonreír, :)
Un beso.