El humo de una vela apagada, olor.
Espirar, rechazo.
Empequeñecimiento, privación.
Lejanía, lluvia inconexa.
Habitación fría, reflejo.
Ideales corroídos, evaporación.
Despertar, sonrisas.
Luz brillante, burla al destino.
Sutileza, sentir.
Volver, a empezar.
¡Perfecto!
ResponderEliminarGracias José Ángel, agradezco muchísimo el comentario, :)
EliminarUn abrazo.
Hay Días que se vuelven tan grises que nada de Color se asoma entre las Nubes... Y, de pronto, ¡zas! ¡Te despiertas! La Luz, el Color vuelve... Todo empieza...
ResponderEliminar¡Sé de lo que hablas! ;)
Te despiertas y ves el mundo lleno de posibilidades y te abrazas bien fuerte, para que esa sensación se quede cerquita de ti el mayor tiempo posible.
EliminarMuchas gracias, aixx... si que me entiendes, lo sé :)
Besitos!!!
Se me da bien logrado el poema, amiga. Muy bien!
ResponderEliminarAbrazos
Muchísimas gracias José, :)
EliminarAbrazos.
Precioso...
ResponderEliminarPrecioso...
ResponderEliminarMuchas gracias Marina.
EliminarFeliz día, :)
Todas las tormentas acaban por amainar y hay que saber esperar en positivo, sin desesperarse. Un canto al optimismo tu poema, Irene. Muy bueno!!
ResponderEliminarUn abrazo enorme.
Muchas gracias Julia por pasarte y comentar, :)
EliminarTodos los malos momentos terminan desvaneciéndose y siempre, siempre debemos engancharnos a esos resquicios de luz que nunca nos abandonan.
Besitos!!!