Miran con rencor al portador de su desdicha.
Simplicidad promovieron por su causa.
Nadie los quiso escuchar.
Indiferencia, almas privadas de
aprecio.
Corroídos por la rabia de verse expuestos, frágiles,
sin puertas ni ventanas.
Huyeron despavoridos al menor resquicio de fulgor, vislumbrado
por sus pequeñas cuencas.
Llenos de odio juraron un pacto de venganza.
Por un pasado lleno de nombres malditos, de sucesos
desamparados.
De un solitario confinamiento.
Nadie tornará a enredar en sus
insignificantes juegos.
Se me da muy bien logrado el poema, amiga.
ResponderEliminarAbrazo
Muchas gracias José, :)
EliminarUn abrazo.
Muy bueno Irene, muy bien reflejado esos sentimientos. Me encantó.
ResponderEliminarGracias José Ángel, :)
EliminarPretendía con él, que se palparan estos sentimientos.
Un abrazo.
Reconozco que comentar poesía se me da muy muy mal... Basta con decir que me ha gustado?? :)
ResponderEliminarBesos, Irene, que pases feliz finde!!
Muchas gracias Julia, :)
EliminarClaro que sí, a mi feliz que me digas que te gustó.
Besos y feliz semana!!!
Muy bella poesía Irene¡¡. Besos.
ResponderEliminarMuchísimas gracias Mila, :)
EliminarBesos.